Imaginemos, según el ideal de Javier Milei, un país sin impuestos, con mínima intervención estatal y que cada uno haga lo que quiera.
Hoy les voy a contar dos ejemplos dónde se intentó llevar adelante esa propuesta y, alerta de spoiler, por qué fracasaron.
En febrero del 2019 Javier Milei aparecía disfrazado como el General Ancap y decía que era un superhéroe que venía de Liberland, un terreno de siete kilómetros cuadrados ubicado entre Croacia y Serbia.
Este «paraíso libertario» fue fundado y presidido desde 2015 por el checo Vít Jedlička, un exdiputado de extremaderecha, en una porción de tierra en el río Danubio que estaba sin reclamar.
¿Cuánta gente vive en Liberland? No vive nadie, pero tiene “ciudadanos” de diferentes partes del mundo que pagan una membresía con una criptomoneda llamada… Mérito. Entre más Méritos acumulen más oportunidad para crear negocios en el país.
Si en el territorio no hay nadie, Liberland existe en el metaverso gracias al estudio de arquitectura británico Zaha Hadid Architects que trabaja en la creación de una ciudad virtual.
Si esto les sonó insólito, esperen que les cuente sobre Grafton, Grafton es una pequeña ciudad de New Hampshire, al noreste de Estados Unidos, con poco más de 1.300 habitantes.
En 2004 un grupo de libertarios eligieron el lugar para llevar adelante su “proyecto de sociedad” y decidieron fundar lo que llamaron el Free Town Project (Proyecto del Pueblo Libre).
Eligieron el lugar porque vivía un libertario llamado John Babiarz, que se postuló a gobernador. También tenía una población pequeña, de unas 1.000 personas. A los pocos meses decenas de libertarianos se mudaron al lugar, la mayoría hombres blancos, solteros y partidarios de la posesión de armas de fuego.
En poco tiempo convencieron a sus vecinos de recortar en un 30% el ya pequeño presupuesto municipal, el cual era de apenas US$1,3 millones.
En poco tiempo empeoraron todos los servicios públicos, casi no había recolección de basura, empeoró el alumbrado y las calles, entre otros problemas. Pero lo más insólito fue… una ola de ataques de osos.
Varios de los “vecinos nuevos” decidieron no respetar normas básicas como dónde guardar la basura, especialmente si vivían en el bosque, no alimentar a los osos.
Más allá de lo insólito e incluso cómico, las experiencias muestran que el “libertarismo” es aplicado para recaudar fondos de forma poco clara, o para justificar una especie de neoliberalismo individualista extremo.
Los "libertarianos" nos atacan a los que proponemos pensar otra sociedad y defendemos la idea de socialismo y comunismo, que justamente propone terminar con la explotación para realmente poder desarrollar y liberar a cada individuo, diciendo que esa propuesta no es viable.
Pero luego de repasar las experiencias "libertarianas" obviamente nos podemos preguntar ¿En qué país funciona lo que proponen?
