La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio a conocer este martes su informe anual Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 2023. El financiamiento de una transición sostenible: inversión para crecer y enfrentar el cambio climático, en el cual estiman un empeoramiento en las proyecciones para Argentina.
En un contexto de creciente incertidumbre económica y política que profundiza el impacto de la crisis, la CEPAL estima que la caída del PBI nacional será de un 3%. Se trata de un retroceso respecto del 2% previsto en el mes de abril pasado. Para 2024 la baja es más moderada, a razón de 1,6 %.
El informe prevé que las economías de la región mantendrán este año y el próximo bajos niveles de crecimiento,” afectadas por un panorama económico mundial negativo y regional muy complejo”. Y agrega: “La dinámica de la economía mundial se mantiene en una senda de bajo crecimiento económico y del comercio global. A pesar de las caídas en la tasa de inflación probablemente los países desarrollados seguirán con sus políticas monetarias contractivas, por lo que no cabe esperar una baja significativa en las tasas de interés externas durante este año, y los costos de financiamiento para nuestros países seguirán altos.”
En consecuencia, las estimaciones para 2023 son de un crecimiento del PIB promedio regional de 1,7%. En tanto, para 2024 se proyecta un leve descenso en la tasa de crecimiento que llevaría al producto interno bruto regional a aumentar un 1,5%. En el mismo sentido, la CEPAL proyecta que todas las subregiones exhibirán un menor crecimiento respecto de 2022: América del Sur crecería un 1,2% (3,7% en 2022), el grupo conformado por Centroamérica y México un 3,0% (3,4% en 2022), y el Caribe (sin incluir Guyana) un 4,2% (6,3% en 2022).
Ante esta desaceleración del crecimiento, el organismo advierte que redundará en una desaceleración en la creación de empleo “cuyo crecimiento se estima en un 1,9% en 2023 y en 1,1% en 2024. De igual forma, preocupa cuál será la calidad del empleo en ese contexto de bajo crecimiento, pues es muy probable que los trabajadores se vuelvan más vulnerables, tengan menores niveles de protección social y se empleen en sectores menos productivos.”
En relación con la deuda pública de los países de la región el documento de la CEPAL señala que “permanece en niveles elevados respecto al PIB, lo que, junto al aumento de las tasas de interés externas e internas y a una caída esperada de los ingresos tributarios producto del menor crecimiento, lleva a un limitado espacio fiscal para el conjunto de la región.”
Argentina atraviesa una crisis de deuda agravada por la suba de las tasas de interés de la FED. Sin dólares para hacer frente a los próximos vencimientos, el país se encuentra sometido a las exigencias del FMI. Ajuste fiscal recortando partidas sociales, suba de tarifas de servicios públicos, reducción del salario estatal y mayor devaluación, son las viejas recetas del organismo que sólo aumentaran las penurias del pueblo trabajador.
Las perspectivas de la CEPAL que prevén una caída del PBI del 3 % este año, están por detrás de las proyecciones del Presupuesto 2023 donde se estimaba un crecimiento del 2%. Además del impacto de la sequía récord, el impacto del ajuste, la creciente inflación y las reservas en rojo, entre otros factores, dan lugar a una desaceleración de la economía que podría empezar a sentirse en el “mercado” laboral. Pero no todos pierden, los principales grupos económicos del país continuaron ganando, a contramano de lo que pasa con los ingresos populares. Anular el acuerdo con el FMI es un primer paso, junto a un conjunto de medidas de emergencia como plantea el Frente de Izquierda Unidad, para que la crisis la paguen los capitalistas.
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