A comienzos de agosto la mesa representativa del PIT-CNT definió impulsar un plebiscito sobre la seguridad social.
Si bien había distintas posturas, dentro de la central obrera triunfó la propuesta que había presentado la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS) que plantea entre otras cuestiones el no aumento de la edad jubilatoria (es decir que se mantenga en 60 años la edad de retiro), una jubilación mínima equivalente a un salario mínimo nacional y la eliminación de las AFAPs, es decir terminar con el lucro con los ahorros y los aportes de la población.
Como habíamos informado en una nota anterior la propuesta se impuso por estrecho margen, sobre aquellos sectores que no querían que haya plebiscito (centralmente Articulación y En Lucha) y los que simplemente querían eliminar la ley votada por el gobierno de la Coalición Multicolor, pero no decían nada sobre las AFAPs. (La corriente Gerardo Cuesta afín al Partido Comunista).
Finalmente este jueves pasado, y producto de negociaciones a la interna de la central, se logró un acuerdo mayoritario en la Mesa Representativa Ampliada y se definió el texto de la papeleta con la que se buscará llevar a plebiscito la reforma de la seguridad social.
Aunque aún faltan recolectar las firmas, seguramente el mayor escollo para el triunfo popular en el plebiscito sea la política que impulsen sectores frenteamplistas y del propio PIT-CNT durante la campaña y en las propias elecciones.
¿Qué pasa en el Frente Amplio?
Las repercusiones del anuncio del PIT-CNT de llevar la reforma de la seguridad social a un plebiscito no se hicieron esperar.
A la interna del Frente Amplio importantes referentes de la coalición progresista venían planteando con diversos argumentos que no están de acuerdo con el camino del plebiscito.
El MPP, uno de los principales sectores del Frente Amplio, así como el ala seregnista, junto con la Vertiente Artiguista ya anunciaron su oposición a la iniciativa.
A su vez uno de los candidatos con más chance de llegar a representar al Frente Amplio en 2024, como Yamandú Orsi, expresó públicamente su visión negativa sobre el plebiscito, proponiendo en cambio un dialogo social para redactar una nueva ley si el Frente gana las elecciones de 2024.
Aunque estos sectores no adelantan que tipo de ley promoverían en ese momento, si hay antecedentes para saber lo que piensan; de hecho Mujica o Astori fueron los primeros en plantear el aumento de la edad jubilatoria hace ya algunos años.
Más allá de las declaraciones, 15 años de gobierno del FA mostraron que está claro que no quieren tocar las AFAPs, o sea comparten que el ahorro de la población sea un botín para el lucro del capital financiero.
Ciertamente que esta resolución del PIT-CNT los pone incómodos y en aprietos porque con su oposición al plebiscito queda a la vista que no se enfrentarán a la privatización de la seguridad social, a que las y los uruguayos trabajen más años o que los montos jubilatorios sean miserables.
A la interna del Frente Amplio estos sectores son los que promueven que se de “libertad de acción” es decir que seguramente no ensobrarán la papeleta del plebiscito y no harán campaña a favor, o incluso podrían plantear durante la campaña su oposición al proyecto del PIT-CNT.
Su actitud recuerda lo que sucedió en 2009 con el plebiscito para anular la ley de caducidad, cuando también el MPP, así como otros sectores frenteamplistas, le hicieron el vacío a la campaña, ayudando con su posición, para que por escaso margen no se derogara la nefasta ley.
El plebiscito y la interna del PIT-CNT
A nivel sindical la situación es parecida; los sectores moderados de Articulación y En Lucha amagan con no hacer campaña en relación al plebiscito y que podrían no realizar los aportes económicos de los sindicatos donde son mayoría para llevar adelante la campaña.
Sea cual sea la forma definitiva en que se cristalice esta posición es un hecho que ponen palos en la rueda para impulsar una reforma de la seguridad social que se expida contra el aumento de la edad jubilatoria y la eliminación de las AFAPs.
Estos sectores además son oportunistas y priorizan el cálculo electoral, ya que entienden que el plebiscito les puede hacer perder votos, y ponen por encima un triunfo del FA a una seguridad social que responda a las necesidades populares.
Previamente a la decisión de la mesa representativa que votó el texto definitivo de la papeleta AEBU dio a conocer un documento que no solo desestima el plebiscito sino que toma argumentos de la derecha y los empresarios buscando desalentar la lucha por la eliminación de la AFAPs. En el texto se afirma entre otras cuestiones que la propuesta compromete “la viabilidad de la expansión de otras políticas sociales como la salud, la educación o la vivienda e incluso otras ramas de la seguridad social”, poniendo la responsabilidad del desmejoramiento de las condiciones de vida en una iniciativa obrera, cuando claramente esto es consecuencia de las políticas neoliberales y de derecha.
Movilizarse contra las AFAPs y el aumento de la edad jubilatoria
No es fácil el camino para los sectores de trabajadores y organizaciones sociales y populares que luchan por una seguridad social donde no haya lucro, no se aumente la edad para jubilarse y se garantice una mínima jubilación digna.
Enfrentan no solo a la derecha de los partidos tradicionales y al capital financiero que quiere continuar haciendo negocios con los ahorros de las y los trabajadores sino que también tienen que luchar contra la oposición de sectores que se dicen progresistas, pero defienden el mismo modelo social hecho a la medida de los empresarios y el capital.
Solo una campaña masiva, con una participación activa de trabajadores y demás sectores populares y organizados democráticamente podrá garantizar que se exprese una posición por un cambio estructural y profundo en la seguridad social.
Hay que ganar las calles no solo para recolectar firmas sino para mostrar una oposición firme contra este modelo social y económico y dar una salida obrera a la crisis.
Las y los trabajadores tienen la fuerza suficiente para lograr sus objetivos, para defender sus derechos y conquistas y que la seguridad social garantice una vejez digna al jubilarse. Esta pelea es parte de un conjunto de reivindicaciones y para su triunfo hay que discutir democráticamente un plan de lucha que de respuesta al conjunto de necesidades de la clase trabajadora. |