Las declaraciones del dirigente del sindicato automotriz estadounidense UAW, Shawn Fain, fueron levantadas por el sitio Fortune y expresan uno de los conflictos en ciernes que están por detrás de la actual huelga conta las Tres Grandes de Detroit (Ford, General Motors y Stellantis).
Se trata de la reconversión "verde" que incluye un plan de miles de millones de dólares en subsidios aprobados por la administración Biden hacia las empresas automotrices para avanzar en la construcción de autos eléctricos con baterías a base de litio. Dejando de lado el dudoso carácter "ecológico" de la destrucción ambiental y el saqueo de los bienes comunes naturales de los países que que tienen el litio en su subsuelo (como Argentina, Bolivia o Chile), el plan del presidente estadounidense tampoco contempla la opinión de los trabajadores en la misma restructuración.
Hay que tener en cuenta que los trabajadores ya han denunciado tanto los recortes masivos en puestos de trabajo que puede significar una reconversión en esta forma de producción más acotada que la actual, como que las principales fábricas de automóviles eléctricos se han instalado en estados del sur estadounidense con políticas claramente antisindicales y donde los trabajadores denuncia abusos de distinto tipo.
Como señala el sitio VOX "En última instancia, a medida que la industria pasa a los vehículos eléctricos, el sindicato dice que debe haber una transición justa de los actuales empleos a los vehículos eléctricos que funcionan con baterías. A los trabajadores les preocupa que el cambio a los vehículos eléctricos pueda costar empleos. Este tipo de negociación agresiva y presión para que se escuchen las voces de los trabajadores podría ayudar a que los trabajadores tengan más voz en esa transición".
Un dato auspicioso y novedoso es que un grupo de 100 organizaciones ambientalistas, laborales y por la justicia racial firmaron una carta abierta en apoyo a la huelga de los trabajadores de UAW señalando que "El movimiento ambientalista se enorgullece de solidarizarse con los trabajadores automotrices de @UAW ¿Por qué? Porque un contrato justo ahora ayudará a que la transición a los vehículos eléctricos sea JUSTA", y señalan "La transición a los vehículos eléctricos no puede ser una “carrera hacia el fondo” que explote aún más a los trabajadores. Exigimos que se cumpla con las demandas de la UAW".
Es en el marco de esta pelea que se vislumbra a futuro que se pueden entender las afirmaciones de Fain sobre Elon Musk, director ejecutivo de la gigante de los autos eléctricos Tesla: "Los trabajadores de empresas como Tesla están luchando para salir adelante para que los directores ejecutivos codiciosos y la gente codiciosa como Elon Musk puedan construir sus cohetes”.
También se trata de un mensaje del sindicato hacia Ford, General Motors y Stellantis que ya empezaron a amenazar con que las demandas del sindicato empeorarían la brecha de costos actual con otras compañías automotrices con fuerza laboral no sindicalizada.
El jueves, Ford había dicho que cumplir con las demandas del UAW duplicaría sus costos laborales, que ya son “significativamente más altos que los costos laborales de Tesla, Toyota y otros fabricantes de automóviles de propiedad extranjera en los Estados Unidos que utilizan mano de obra no representada por sindicatos”.
Es decir, el objetivo de las Tres Grandes de Detroit es no solo no aceptar las demandas de los trabajadores, sino avanzar incluso en mayores recortes e incluso acabar con los sindicatos, al mismo tiempo que se hace de los subsidios estatales para su reconversión.
El sindicato refutó sus argumentos al instante "los costos laborales representaban sólo el 5% del costo de un vehículo. Es decir que [los fabricantes de automóviles] podrían duplicar nuestros salarios y no aumentar el precio de los vehículos y aun así obtener miles de millones en ganancias"
Las demandas de los 146.000 trabajadores agrupados en la UAW de Ford, GM y Stellantis, son profundas porque no solo incluyen aumento salarial, pensiones, beneficios en salud, la exigencia de igual salario por igual trabajo o una cláusula gatillo de aumento por inflación, sino, sobre todo, porque pone en debate la lucha por la reducción de la jornada laboral de 40 a 32 horas por semana sin reducción salarial. No se trata de una consigna vacía de jornada de 4 días a la semana como se puso en práctica en algunas empresas del mundo manteniendo la productividad total, sino de la conquista del derecho al tiempo libre.
La radicalidad de esa demanda los habilita para ir por más y pelear por tener peso en las discusiones sobre qué tipo de transición se necesita y en beneficio de quién. ¿Es en beneficio de los trabajadores y el pueblo, de su derecho a vivir una vida digna y de disfrutar del tiempo libre y del ocio, o en beneficio de empresarios como Elon Musk o Jeff Bezos, que construyen sus cohetes, satélites o viajan al espacio gracias al "esfuerzo" de sus trabajadores, como ellos mismo lo dicen sin sonrojarse?.
La UAW lleva mucho tiempo intentando organizar a los trabajadores de Tesla, que no cuenta con sindicatos en sus fábricas.
El sindicato intentó, sin éxito, organizar a los trabajadores en la planta del fabricante de vehículos eléctricos en Fremont, California, en 2018. Luego, el UAW acusó a Tesla de interferir ilegalmente en los esfuerzos de sindicalización, señalando un tweet del director ejecutivo, Elon Musk, en el que amenazaba con quitarle a los trabajadores las opciones sobre acciones si se organizaban.
Los datos de la industria sugieren que los empleados de Tesla ganan hasta un tercio menos que los trabajadores de otras plantas que están sindicalizados. Los trabajadores de Tesla ganan 45 dólares la hora en salarios y beneficios, mientras que los de las plantas representadas por la UAW pueden ganar hasta 66 dólares la hora, según el Wall Street Journal.
De esta manera la huelga de la UAW no solo es histórica por sus demandas, y por el tiempo en que no se llevaba adelante una acción obrera de esta magnitud, sino porque de ganar podría ser fuente de inspiración para los trabajadores no sindicalizados de la industria y dejarlos en una posición de fuerzas que les permita incidir en las discusiones que marcarán el próximo período. Esto va desde las que incluyen a las utópicas "transiciones verdes" bajo el capitalismo, el capitalismo de plataformas, la precarización extrema, hasta el rol de la Inteligencia Artificial en distintas áreas, como ya lo vienen discutiendo los guionistas y actores, otro de los sectores que se encuentra actualmente en huelga en Estados Unidos.
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