La pelea por el tiempo.
tic tac...
tic tac...
Miramos el reloj a cada rato.
Ahora estamos sentadas en el almuerzo y charlamos de las cosas que queremos, el tiempo que no tenemos es un tema de conversación y el otro, la plata...
La mayoría de nosotras tenemos dos trabajos, no alcanza con estar encerradas en la fábrica 9hs sin ver el sol.
Entramos temprano y salimos con pocas horas para disfrutar el día. Queremos estudiar y cuesta el doble. Si tenés hijos, ni hablemos: este sistema no está pensado para que las madres podamos estudiar. Queremos el derecho al pan y el derecho a las rosas.
¿Pero quiénes son los responsables de robarnos el tiempo?
Empezás muchas veces cuidando niñxs o dando clases particulares. Caés a laburar en un call center porque no conseguís nada y te quema el bocho. Pasás por la gastronomía o una fábrica que te rompe el cuerpo.
Cada 3 meses un trabajo nuevo. Trabajos de mierda, que no cuentan con aportes jubilatorios, obra social, vacaciones pagas. Donde estás expuesto a riesgos del trabajo, como los que laburan en la calle. Y sobre todo con sueldos que no llegan a cubrir los gastos básicos: para el 10 de cada mes ya no tenemos más guita porque tuvimos que pagar las deudas, y ni hablar de los alquileres. ¿Podrán los dueños del país vivir así?
De hecho hay empresarios como Tim Gurner, empresario inmobiliario, CEO y fundador del grupo Gurner, que hace unos días dijo: “Tenemos que ver dolor en la economía. Tenemos que recordar a la gente que trabaja para el empresario, no al revés”
¿Puede ir por acá nuestra respuesta? Tipos de traje que en sus cuentas bancarias tienen plata que ni en tres generaciones van a gastar, mientras somos millones las que estamos por debajo de la indigencia.
Según los números del indec hacia el 2021, el 70% de la juventud está en la precariedad extrema, el 74% son mujeres. Estos números tienen responsables concretos y son todos los gobiernos que nos llevaron hasta acá.
También queremos hablar sobre nuestro tiempo, el cual cada vez es menos. Muchas de nosotras nos queremos dedicar a estudiar, pero tuvimos que elegir entre una cosa o la otra. Y el hambre pesa más. A muchas nos encantan los números y las ciencias o soñamos con desarrollarnos en nuestro arte como bailar, actuar, escribir, también es una pelea por el tiempo.
¿Y si nos reencontramos con el que tenemos al lado?
El discurso de Milei busca convencernos de que nos podemos salvar solos, de que con nuestro esfuerzo podemos lograr una mejora individual. Cuando la historia nos demuestra lo contrario, todos los cambios los ganamos en la calle. Como cuando las mujeres nos unimos para pelear el derecho al aborto.
¿Qué pasaría si nos unimos todxs para plantarnos contra los aumentos de tarifas? ¿Y si nos unimos para conseguir ganar mejor y que trabajemos todxs? Seguro la cosa sería muy distinta.
Tenemos que recuperar nuestros espacios de organización, el movimiento de mujeres supo demostrar que organizándote en tu lugar de trabajo, de estudio, en el barrio y en las calles, es la única manera de defender nuestros derechos y ganar. A nosotras nunca nos regalaron nada y no hay que olvidarse de eso.
La gran rebelión jujeña con las docentes y las mujeres de las comunidades a la cabeza, nos muestra que hay fuerza para enfrentar los planes de ajuste y saqueo que tiene el Gobierno nacional, cómo la derecha y la extrema derecha.
Todavía nos queda mucho, conquistar el derecho a jugar y disfrutar con nuestros hijos, a llevarlos al cine ¿Te imaginás si hubieran guarderías en nuestros trabajos o en las universidades?
Tenemos que pelear por trabajar menos y trabajar todxs. Con el desarrollo de la ciencia y la tecnología que existe, no se entiende cómo es que millones tienen que tener 2 trabajos, o trabajar más de 9 horas... mientras otros no consiguen trabajo hace meses, o incluso años.
Hay que reducir la jornada laboral a 6 horas y 5 días, con un salario que al menos cubra la canasta familiar, y repartir las horas de trabajo entre ocupadxs y desocupadxs. Esto es posible, según las investigaciones de economistas: si se aplicara en las 12.000 grandes empresas, se lograrían 1 millón de puestos de trabajo, sin afectar salarios. Porque hablamos de empresas con ganancias enormes.
ELECCIONES
Falta un mes para que votemos, en las PASO fueron muchas las que votaron con amargura a Massa o a Milei, pero que aún no te convencen y ¿por qué será?
El gobierno de Massa recién en campaña electoral se acuerda de que no llegás a fin de mes, dando un bono donde solo el 25% trabajadores pueden cobrarlo. Y quedan excluidos quienes trabajan en la informalidad, como si no existieran, siendo que entre el gobierno de Macri y Alberto perdieron el 42% del poder de compra. Hay que exigir un Ingreso Familiar de Emergencia para todxs lxs trabajadorxs informales, desocupadxs y monotributistas de las categorías más bajas.
Hace 4 años que nuestros sueldos caen en picada, y ¿qué te ofrecen si laburás como delivery? Que tu patrón pueda elegir si darte derechos básicos o no Mientras, se llevan una gran porción de la torta, con los gobiernos de Cambiemos y del Frente de Todos: alrededor de USD 101.000 millones pasaron desde los bolsillos de la clase trabajadora a los de las grandes patronales. Y la derecha que hasta promete ajustar más de lo que pide el FMI.
Milei, otro chanta que nos da la politica argentina... Se disfraza de algo nuevo, pero nada más viejo que estar en contra de los derechos de las mujeres. Milei quiere entregar todos nuestros recursos naturales y servirlos en bandeja a los yankis. Sus ideas ya se implementaron y nos llevaron a donde estamos parados hoy. No podemos estar discutiendo un sistema de vouchers cuando hay cientos de estudiantes que están siendo expulsados de la educación pública. Nos quieren arrancar todas nuestras conquistas, por pedido de los empresarios de este país y que sigan haciendo un negocio de nuestra necesidades.
Y casi no hace falta contar quién es Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio, quien planea seguir con las políticas de ajuste y hambre de forma más brutal, como hizo Mauricio Macri. Con la desaparición seguido de muerte de Santiago Maldonado y cientos de represiones encima, promete que resolverá la situación nacional aplicando “orden”.
Nosotras sabemos como se conquistan nuestros derechos
Estamos cansadas de vivir en un sistema donde la única opción es bajar la cabeza y hacer oídos sordos con que lo pasa alrededor, que no nos pinten que votando al menos peor las cosas van a mejorar, porque venimos viviendo lo contrario.
Hay que organizarse con quienes plantan bandera. La única salida es construyendo una gran fuerza en los lugares de trabajo y estudio que pueda imponerles a las conducciones sindicales, que hace años vienen dejando pasar el ajuste, que se muevan.
Quienes vienen discutiendo todo esto es el Frente de Izquierda Unidad, de Myriam Bregman, Nicolás del Caño y Andrea D’ Atri. La única lista que no tiene ajustadores ni represores, que se propone hacer política de los trabajadores para los trabajadores. Porque nos cansamos de que la política la hagan los de arriba. Hay que tomar el cielo por asalto y enfrentar HOY el ajuste del gobierno de Massa y la derecha.
A las mujeres se nos dedican migajas, para el gobierno actual no somos ninguna jerarquía. Tenemos el desafío de discutir hoy cómo enfrentar a la derecha denunciando el ajuste en curso. Las mujeres conquistamos nuestro derecho a decidir, podemos ir por más y en unidad con los laburantes porque estamos todos en la misma. Por eso vemos importante movilizar todxs este 28 de septiembre. Ese es el compromiso de Pan y Rosas, poner de pie a la fuerza social que puede hacer frente a esta situación.
No al pago al FMI. Que los recursos que hay en el país vayan a vivienda, salud y educación de calidad. Es necesario un plan de emergencia para atender a víctimas de violencia machista YA. Hay barrios donde no hay siquiera un refugio para que vayan las mujeres en situación de violencia de género ¿cuántas más tienen que morir?
La pelea es ahora: hay 5 listas y solo una defiende nuestras demandas e intereses y es el Frente de Izquierda Unidad con Myrian Bregman y Nicolás del Caño. Hay que darles un mensaje político a esa minoría parásita que vive de nosotras y nosotros. |