El pasado 15 de septiembre se agotó el plazo para que la EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea) respondiera a la demanda de recomposición salarial sin que se arribara a una propuesta satisfactoria. Hasta el momento Atepsa venia logrando empatar el IPC que publica el Indec pero luego de la fuerte devaluación post elecciones PASO el descalabro de los precios impacta de lleno en el poder adquisitivo de los salarios del sector.
Como respuesta colectiva se realizó un congreso de delegados y una asamblea virtual a nivel nacional que contó con la participación de 300 trabajadores y trabajadoras que prestan los servicios de navegación aérea, comunicantes, técnicos, plan de vuelo y controladores aéreos.
Por otra parte, el día de ayer domingo 17 se llevó adelante un evento deportivo nacional en San Rafael Mendoza en donde una vez finalizado y contando con la participación de 200 trabajadores de 25 aeropuertos del país, se ratificó en asamblea el plan de lucha mandatando a la conducción de ATEPSA para denunciar el conflicto ante las autoridades. Recordemos que al ser un servicio público esencial deben agotar más de una instancia administrativa lo cual no tiene otra finalidad que obstaculizar el derecho a huelga del sector.
La resolución de ir al conflicto se da en un marco de aumento incontrolado de la inflación y en un contexto electoral donde los políticos tradicionales están cada vez más alejados de la realidad por la que atraviesa la clase trabajadora y los sectores populares. Los distintos candidatos patronales se pelean ver quien propone una mayor profundización del programa de ajuste para beneplácito del FMI y los dueños de todo, mientras las burocracias sindicales de la Fapa continúan desviando la bronca acumulada del resto de los trabajadores aeronáuticos con acuerdos salariales a la baja, tratando de no molestar a Massa y al gobierno nacional.
Es un paso adelante el que se logró entre los controladores de tránsito aéreo, mostrando que la organización democrática de los trabajadores aeronáuticos puede dar respuesta consecuente en defensa de algo tan vital y elemental como es el salario, para contrarrestar el permanente deterioro del poder adquisitivo y las condiciones de vida. Esta pelea por el salario no puede ser aislada del resto de los reclamos del pueblo trabajador cada día más golpeado por las políticas de ajuste de este gobierno, por lo que es necesario que el conjunto de las conducciones sindicales se pongan a la cabeza de un plan de lucha nacional. | 
