En marco a la gira a Estados Unidos para la participación del 78 plenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Gabriel Boric contempló reuniones bilaterales con representantes de países y "jefes" de Estado.
La intervención de Boric en la ONU estuvo marcada por la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado y, además, por la política exterior, donde "condenó las violaciones a los derechos humanos en Cuba y Nicaragua", y abordó los conflictos en Ucrania y Palestina. Además, instaló "tres tareas urgentes" en las que necesita abordar el organismo: cuidado de la democracia, medidas contra la crisis climática y los riesgos del cambio tecnológico.
Sin embargo, su encuentro con Dina Boluarte y con Volodímir Zelensky ha generado discusión en sectores que acompañan a Boric. Esto porque precisamente son gobiernos donde rige el autoritarismo y represión al pueblo trabajador y pobre.
Recordemos que a principios de año, en la cumbre de Celac, Boric criticó a Dina Boluarte por la represión ejercida contra los manifestantes en medio de la crisis política del país vecino que dejó decenas de muertos,por lo cual Boluarte enfrenta una investigación fiscal. Dos meses después, ratificó sus críticas al señalar que “los derechos humanos [se deben] respetar en todas partes del mundo”.. Pese a esto, durante la instancia en la ONU esta semana, ambos se mostraron abiertos al diálogo y se dieron la mano frente a las cámaras, lo que fue entendido como un gesto de reconciliación, y con su par de Ucrania, Volodimir Zelensky.
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