La candidata del Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman, tuvo una destacada actuación, que fue reivindicada por periodistas y analistas, además de impactar en las redes sociales y los medios.
Este domingo se realizó el primero de los dos debates antes de las elecciones generales del 22 de octubre donde la candidata del Frente de Izquierda encabeza una de las cinco fórmulas que competirán por la presidencia.
Este domingo se realizó en la provincia argentina de Santiago del Estero el primero de los dos debates presidenciales que se realizarán hacia las elecciones generales del 22 de octubre para elegir presidente/a y diputados y senadores. El próximo debate se realizará el domingo 8 de octubre en la Ciudad de Buenos Aires.
A las elecciones generales solo llegaron cinco formulas: la encabezada por Myriam Bregman, junto a Nicolás del Caño, por el Frente de Izquierda, la del actual oficialismo peronista encabezada por Sergio Massa de Unión por la Patria, la de la derecha de Juntos por el Cambio encabezada por Patricia Bullrich, la del ultraliberal Javier Milei de La Libertad Avanza y la de Juan Schiaretti, exgobernador de la provincia de Córdoba, por el llamado peronismo federal.
El debate
Este primer debate presidencial dejó pocas novedades y una clara diferenciación entre Myriam Bregman y el resto de los candidatos y candidatas. La referente del Frente de Izquierda Unidad apareció con una denuncia clara contra las políticas de ajuste, la subordinación al Fondo Monetario y los intentos de regimentar la protesta social y el derecho a huelga. Los comentarios de analistas y periodistas en redes sociales y medios dieron cuenta de esta destacada actuación. Varias de las afirmaciones que hizo a lo largo del debate se convirtieron en tendencia en la red social X (Twitter). La primera fue "gatito mimoso", por la referencia que hizo a Milei en cuanto a su relación con los grandes empresarios.
Sus rivales ensayaron ideas, preguntas y propuestas que resultaron en gran medida previsibles. Milei, que ocupa el primer lugar en las encuestas aunque sin chance de ganar en primera vuelta, repitió su discurso contra la casta al tiempo que intentó polarizar con Massa y Bullrich que son los candidatos que están en segundo y tercer lugar en las encuestas y contra alguno de los cuales debería ir a una hipotética segunda vuelta.
Sergio Massa, actual ministro de economía y también candidato presidencial, por su parte, eligió la demagogia en el terreno económico, como si el gobierno que integra no fuera responsable del 40 % de pobreza que se conoció en los últimos días. Así intentó diferenciarse de Milei. Por su parte, Bullrich trabajó toda la noche intentando presentarse como oposición dura frente al kirchnerismo y seria frente a Milei. Schiaretti repitió hasta el cansancio la reivindicación del “modelo Córdoba”.
Bregman se mostró afiladísima, respondiendo ataques, cuestionando la demagogia y las mentiras. Desnudó abiertamente el doble discurso de Milei, que habla contra la casta pero negocia listas con el peronismo. Denunció a Sergio Massa por intentar ocultar su papel fundamental en la aprobación del acuerdo con el Fondo. Enfrentó a Bullrich cuando esta atacó abiertamente el derecho a huelga. Además, fue la única candidata en repudiar el negacionismo explícito de la dictadura que mostró Milei.
Presentación
Luego de la presentación de los periodistas encargados de la moderación, fue Myriam Bregman la encargada de abrir el debate. Lo hizo reivindicando su militancia: “Soy Myriam Bregman, soy abogada y socialista y lucho cada día por transformar esta sociedad de raíz”. De inmediato, marcó distancias con el conjunto de las fuerzas políticas. Llamó a “no resignarse” y sostuvo que “las trabajadoras y los trabajadores somos la inmensa mayoría y si nos unimos tenemos la fuerza para dar vuelta la historia”. Ejemplificó esa enorme potencia, señalando “las mujeres ya demostramos que cuando nos movilizamos somos imparables”.
De entrada, marcó la cancha, señalando que la crisis que atraviesa el país “tiene responsables: el Fondo Monetario, el poder económico y sus políticos”. Al mismo tiempo, se diferenció claramente de los partidos políticos patronales, anunciando que “ahora los vas a escuchar hacer un montón de promesas e incluso pelearse. Pero están juntos en el escándalo de Chocolate en la Legislatura Bonaerense. Y mientras hambrean al pueblo se van de joda a Europa en yates de lujo”.
A su turno, Milei arrancó con un libreto casi cantado: “Soy economista, liberal, libertario. Sé como hacer crecer una economía y como exterminar con la inflación. Mi compañera de fórmula es especialista en temas de seguridad y defensa. En frente tenemos a la casta empobrecedora. Somos las única formula en condiciones de terminar con la inflación y la inseguridad”. Por su parte, Sergio Massa intentó una falsa empatía, en el marco de ser el funcionario que aplica el ajuste en curso: "Entiendo las dificultades que enfrenta la Argentina y los problemas que tenemos que resolver. La mejor forma es sentarnos a plantear soluciones”. Luego vino la previsible presentación de Patricia Bullrich: “El kirchnerismo nos deja una Argentina caótica. Necesitamos un cambio”. A su turno, Schiaretti reivindicó el “modelo Córdoba”, un tono que marcaría el conjunto de sus intervenciones.
Economía
En el inicio de este punto, Milei apuntó, como se preveía, a atacar a “la casta”. Por su parte, Massa ensayó una demagogia explícita, hablando como si no fuera el primer responsable del ajuste en curso, que hunde a las mayorías trabajadoras. Bullrich apostó a hablar de un “programa integral” que, sin embargo, no implicó hablar de medida alguna. Por su parte, Schiaretti volvió a presentar aquello que considera el “modelo cordobés”.
Desde el inicio, Bregman cruzó duro a Milei y a Massa. Al candidato de La Libertad Avanza lo mostró como lo que es: un gatito mimoso con el poder económico y un político que negocia con lo peor de la casta sindical y política. Al ministro de Economía le recordó que fue uno de los principales garantes del acuerdo con el Fondo Monetario y denunció que preparan nuevas devaluaciones y ajustes contra el pueblo trabajador.
En su exposición, entre otras cosas, la candidata de la izquierda recordó que cuando se debatió en el Congreso el acuerdo con el Fondo “con Nicolás del Caño y Alejandro Vilca advertimos que iba a ser inflacionario y teníamos razón. Ahora, advertimos, que, por este camino, lo que viene va a ser mucho peor para el pueblo trabajador. Por eso, no hay salida si no se desconoce esa deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta”. Además, denunció que las ideas de Milei no tienen nada de novedosas: “Ya se aplicaron con Domingo Felipe Cavallo, otro gran empleado del FMI. Y fueron un desastre”. En ese marco, sostuvo que “para fortalecer la moneda, hay que nacionalizar el comercio exterior y terminar con la puerta giratoria de los dólares en el Banco Central. Porque dólares hay, sobran fugadores”.
Educación
El primero en tomar la palabra en el punto Educación fue Sergio Massa. El funcionario responsable del ajuste en curso afirmó que “es un derecho de todos y todas. Mandé al Congreso ley que sube el presupuesto al 8 % del PBI”. Sin embargo, de inmediato repitió el libreto que ataca el derecho a huelga de la docencia, planteando que impulsará el presentismo. A su turno, Bullrich no dio sorpresas: atacó al gobierno nacional y volvió a insistir con el viejo argumento de que “tuvieron cerradas dos años las escuelas”. Schiaretti, fiel al esquema diseñado, dijo que “muchas de las cosas que plantean aquí ya las hemos hecho en Córdoba”. Insistió, sin embargo, con proponer que “el que no estudia no pasa de grado”, un claro ataque a la juventud como si fuera su responsabilidad la crisis educativa. Milei, a su turno, habló de “capital humano” y se perdió en generalidades.
Bregman inició diciendo que “si la educación sigue en pie, es gracias al esfuerzo cotidiano de la docencia, donde la mayoría son mujeres y son ellas son las que se hacen cargo todos los días de la crisis social y de los problemas que los pibes llevan al aula”. Además, cuestionó a sus rivales, que atacan el derecho a huelga: “Si no fuera por la lucha de las y los docentes, los estudiantes, cooperadoras y de toda la comunidad educativa, la situación sería mucho peor. Los que tenemos hijos en la escuela pública, lo sabemos”.
Denunció, además, el doble discurso del ministro de Economía: “El Sergio Massa candidato promete 8 % de presupuesto educativo, pero el Sergio Massa ministro no cumple ni con el 6 % que es el mínimo que establece la ley actual. Hablan de “Estado presente” y no pueden ni siquiera garantizar una estufa en cada aula”. Sumó, además, la crítica a Bullrich y Macri que “hundieron la educación pública” y a Milei por proponer el sistema de escuelas vouchers que ya fracasó en países como Chile. Sostuvo: “Vamos a defender la ESI obligatoria en todas las escuelas. Porque está demostrado, que entre otras cosas, sirve para identificar situaciones de abuso en niñas, niños y adolescentes. No vamos a volver 150 años atrás”.
Por último, dedicó otro párrafo a quienes atacan el derecho a huelga. En particular criticó al candidato de Unión por la Patria: “Sergio Massa dijo que a los docentes se les acabó la joda. La única joda es la de sus funcionarios que se van a Europa”.
Derechos Humanos y Convivencia democrática
En este punto quedaron en evidencia dos perfiles claramente enfrentados. Por un lado, la derecha reaccionaria de Bullrich y Milei. Por el otro, la izquierda, con la figura de Bregman.
La candidata de Juntos por el Cambio defendió la represión abierta, atacando el derecho a manifestarse y mandando “un abrazo” a los gendarmes que estuvieron implicados en la desaparición y muerte de Santiago Maldonado. El candidato de LLA directamente justificó el terrorismo de Estado de la última dictadura, hablando de los “excesos” cometidos por las Fuerzas Armadas. A su turno, Sergio Massa y Juan Schiaretti ensayaron discursos sobre los derechos humanos que, sin embargo, quedaron muy a mitad de camino frente a la derecha.
Bregman, sin duda la protagonista en el final del debate, enfrentó abiertamente a la derecha negacionista y sus discursos represivos. Denunció, además, el doble discurso de Sergio Massa que nunca tuvo ningún compromiso con la lucha por los derechos humanos y que llamó a conformar un gobierno de unidad nacional al represor Gerardo Morales.
Entre otras cuestiones, en su exposición, recordó su trayectoria en la lucha del movimiento de los derechos humanos: “Fui abogada en causas de lesa humanidad contra genocidas como Astiz, El Tigre Acosta. Actué en el juicio contra Etchecolatz, en el que desapareció de nuestro compañero Julio López. Por eso me indigna y no puedo naturalizar que vuelvan las ideas negacionistas o que hablen de “libertad” quienes justifican los campos de concentración y los secuestros de la dictadura. Nunca fue fácil luchar contra la impunidad. Nuestra lucha nunca fue un curro”. Al mismo tiempo, condenó “todas las desapariciones o asesinatos de pibes ocurridas bajo gobiernos constitucionales a manos de las fuerzas de seguridad, como Luciano Arruga, Facundo Astudillo castro o Lucas González. no son “excesos”, son parte de una política sostenida desde el Estado”.
En el final de este punto, criticó duramente a Milei por “ensuciar la idea de libertad”. Bregman denunció que “él habla de la libertad para que re puedan despedir sin indemnización; para bajar salarios todo lo que el mercado quiera aunque te mueras de hambre o tengas que vender un brazito para llegar a fin de mes. La libertad para él es: si querés salud, pagatela. Hasta defiende la libertad para contaminar los ríos. En definitiva, la libertad para Milei es “sálvese quien pueda”. Pero mientras haya desigualdad social, la libertad será solo para los ricos. Esos ricos que fueron capaces de imponer una dictadura en nuestro país e imponer 30,000 desparecidos”.
Preguntas y cruces
El momento de las preguntas cruzadas trajo cruces y chicanas entre Massa, Milei y Bullrich. Schiaretti siguió repitiendo libreto, contestando con el “modelo Córdoba”. Aquí, la nota la dio el ministro de Economía, afirmando que podría sumar a su eventual gobierno a sectores de la derecha liberal-libertariana que integra Milei.
Por su parte, el candidato de LLA lanzó preguntas previsibles. Una de ellas fue utilizada por Myriam Bregman para denunciar la irracionalidad del sistema capitalista y plantear, al mismo tiempo, la necesidad de una sociedad socialista, donde la economía se planifique democráticamente en interés de las grandes mayorías populares. En este bloque, la candidata del Frente de Izquierda volvió a defender el derecho a huelga contra los ataques de Bullrich; contestó las falsas acusaciones de Schiaretti sobre las votaciones en el Congreso y volvió a cuestionar a Massa por proponer un gobierno común con el represor Morales. Además, criticó a Milei por su defensa del patriarcado que implica, entre otras cosas, defender la desigualdad salarial entre hombre y mujeres.
Cierre
En el final del debate, en los cierres, los candidatos repitieron libreto. Massa invitó "a construir una Argentina con un gobierno de unidad nacional". Milei volvió a despacharse contra las coaliciones que gobernaron en estos años y propuso "el modelo de la libertad". A su turno, Schiaretti se repitió a sí mismo, señalando que “se escucharon a candidatos que se achacaron, que representan la grieta y proponen cosas que son un viaje desconocido. Ofrezco mi experiencia de gobierno”. Por su parte, Bullrich cerró diciendo "hace 20 años damos la batalla contra el kirchnerismo, que tanto dolor trajo. Siempre pusimos el pecho y hoy estamos en la batalla final".
En su última intervención, Bregman volvió a denunciar: “Como te dije al principio, más allá de las frases hechas, ninguno de los candidatos pudo ocultar que son todos cómplices del poder económico. Vos sabés que nosotros no, porque nuestro objetivo es construir una sociedad sin ningún tipo de opresión ni explotación. Nos ves en cada lucha”.
En ese marco, llamó a fortalecer al Frente de Izquierda este 22 de octubre: “Demostremos que somos muchos, somos muchas, los que no queremos pagar al FMI con el hambre del pueblo, quienes no queremos que los trabajadores sigan perdiendo, que no podemos seguir destruyendo al planeta porque no hay planeta B, que las mujeres no podemos seguir esperando. No te resignes. Votá con tus convicciones”.
En el cierre, volviendo a responder los discursos negacionistas, afirmó: "Fueron 30 mil y fue un genocidio".