El buque BGP Prospector ya está pronto a comenzar sus actividades en los próximos días. Ya se dirigió hacia Montevideo para lanzar bombas acústicas sobre las costas afuera de Mar del Plata y buscar así petróleo offshore. El buque fue contratado por Equinor, la multinacional noruega con la que el Gobierno está haciendo negocios para extraer este hidrocarburo de las aguas afuera de Mar del Plata; una extracción que utiliza métodos altamente nocivos de grave peligro ambiental. Allí se iniciarán las tareas de prospección sísmica, en el bloque CAN100, cuya técnica consiste en utilizar bombas acústicas que chocan con el fondo marino, con el fin de localizar y extraer petróleo y/o gas.
A mediados de agosto, el gobernador de Buenos Aires se había reunido con los representantes de Equinor para escuchar los pasos que la multinacional dará en la primera etapa del proceso de exploración. El primero ya está a la vuelta de la esquina y tendrá lugar en el mes de las elecciones. Consistirá en las pruebas sísmicas de exploración: cada 10 segundos una bomba de ultrasonido, las 24 horas al día, será lanzada en un área que equivale a 75 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada en el principal corredor ecológico del Mar Argentino, como te contamos acá en este informe de La Izquierda Diario.
Lo segundo que hará la dupla Kicillof-Equinor en esta etapa tendrá lugar en enero de 2024 y consistirá en la perforación del primer pozo exploratorio a nada menos que a 300 km de la costa de Mar del Plata, el pozo Argerich.
Desde que el proyecto fue aprobado en 2020 por el Gobierno nacional ―ahora estamos ante su inminente concreción―, el repudio fue generalizado y se expresó en la campaña #MarLibreDePetroleras. Como denuncian la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras, entre otras organizaciones ambientales, personalidades de la cultura y la izquierda ―la única fuerza política que viene oponiéndose al avance del extractivismo―, los daños sobre la vida marítima podrían ser incalculables, teniendo en cuenta la fuerza expansiva de las bombas de ultrasonido, cuyos efectos pueden extenderse hasta la Antártida.
Ni qué hablar de la contaminación y los desastres ambientales. Como ha ocurrido en el Golfo de México (podés leer esta nota de La Izquierda Diario de México), están latentes. La exploración petrolera offshore en Mar Argentino es una avanzada extractivista solo comparable al fracking, que viene provocando más de 26 sismos solo en el mes de septiembre en Vaca Muerta, por nombrar un solo ejemplo que podés leer acá. El fracking es impulsado explícitamente por el Gobierno de Alberto, Massa, Cristina y Kicillof, como antes por el Mauricio Macri y Patricia Bullrich; al que Javier Milei se refiere con orgullo, jactándose de la falsedad de la crisis climática producida, entre otras cuestiones, por los hidrocarburos del fracking que a su paso transforman nuestros territorios en zonas de sacrificio.
Por esto, este miércoles 4 de octubre tuvo lugar el 20° ATLANTICAZO, convocado por la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras y la Red de Comunidades Costeras. Las manifestaciones recorrieron distintos puntos de la costa bonaerense como Mar del Plata, Necochea y Bahía Blanca, una concentración en la Ciudad de Buenos Aires y en Mendoza; en otros puntos de las costas argentinas como Puerto Madryn y Ushuaia, y otros lugares del país.
En su convocatoria puede leerse: “Prometen [en referencia a los Gobierno nacional y provincial] un control ambiental para evitar el daño al ecosistema marino, que es lisa y llanamente ridículo, mientras los impactos de la megaminería, el agronegocio, la especulación inmobiliaria y el fracking siguen arrasando los territorios definidos como zonas de sacrificio. Y para garantizar la entrega de los bienes comunes, desde el gobierno nacional y los gobiernos provinciales utilizan el aparato represivo y judicial para perseguir y criminalizar a les luchadores socioambientales”.
Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas
Sin ruborizarse, y bajo el trillado discurso del “desarrollo económico” y la supuesta “transición energética”, Axel Kicillof anunciaba así, en el mes de agosto, las “bondades” de su acuerdo con la multinacional petrolera:
Pero lo cierto es que como dice la popular canción, lo que queda en el país son las consecuencias degradantes para el ambiente y la caída de otras actividades (el turismo, por ejemplo), al tiempo que las ganancias van a parar a las arcas de los dueños de las multinacionales en sus países de origen o en paraísos fiscales.
La carrera electoral de Axel Kicillof, a tono con la de Massa, no consiste en enfrentar a la derecha, sino en una carrera extractivista, cuya práctica concreta nada tiene que envidiar a la de los negacionistas: las actividades del petróleo offshore como el fracking están íntimamente ligadas a la crisis climática. Como te contábamos acá y acá, Kicillof aprobó hace poco la búsqueda de litio en suelo bonaerense, cuyos métodos destruyen el agua, y sigue permitiendo el uso de agrotóxicos a discreción de los sojeros sobre los pueblos fumigados. ¿Te preguntás para quiénes gobiernan?
Solo Myriam Bregman, Nicolás del Caño y el FITU vienen denunciando el nuevo capítulo de degradación ambiental y el sometimiento económico que implica el petróleo offshore. En todos estos años, es el bloque que está en las calles y en el Congreso, enfrentando las políticas extractivistas y al negacionismo. En los debates de candidatos presidenciales y vicepresidenciales, Myriam Bregman y Nicolás del Caño interpelaron a los garantes del extractivismo. Nicolás a Petri (de JxC) por el agua en Mendoza, cuyos habitantes se enfrentaron a la megaminería contaminante; Myriam a Massa (UxP), quien busca integrar al represor Morales que reprimió al pueblo jujeño por defender el agua y su territorio frente a la entrega del litio. ¿Será que tienen la autoridad de estar siempre del mismo lado, tanto en las luchas como en el parlamento? ¿Será porque son políticos de otra clase, de la clase trabajadora? Este domingo, en el próximo debate, el ambiente será uno de los ejes temáticos, donde podremos ver nuevamente quiénes tienen currículum y quiénes tienen prontuarios ambientales.
Cada voto para los candidatos del ajuste y de la entrega de los bienes comunes naturales ―que acompañan con el discurso trucho del desarrollo económico y el papel mojado que es la transición energética en boca de los garantes de los capitalistas―, lo utilizarán para profundizar el lugar que le vienen dando al país: la sumisión al FMI y la entrega a las multinacionales. Por el contrario, tenemos que profundizar la defensa del ambiente, y para ello acompañar a Myriam Bregman y al FITU en las elecciones es clave. |
