El gobierno del ultraderechista Benjamin Netanyahu acaba de cometer un nuevo crimen de guerra al bombardear el paso fronterizo que vincula la ciudad gazatí de Rafah con Egipto. El hecho se produjo poco después del anuncio que hiciera la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y fue difundido por la televisión árabe y redes sociales.
"Los palestinos en Gaza necesitan ayuda humanitaria", es por ello que "lanzamos un corredor humanitario a través de Egipto. Los dos primeros vuelos partirán esta semana y llevarán material humanitario a Gaza", había declarado la diplomática desde Albania donde se celebra una Cumbre de la Unión Europea.
La Franja de Gaza se encuentra totalmente bloqueada y con los suministros de luz y agua (restablecida parcialmente este domingo) cortados desde hace una semana tras el ataque de Hamas del sábado 7 de octubre, lo que puso a 2,3 millones de palestinos al borde de una catástrofe humanitaria como ha denunciado la propia ONU.
Esta nueva acción criminal de Israel impedirá la entrada de agua, alimentos y medicamentos a la Franja. Así demuestra, una vez más, que no se trata de una "guerra" con Hamas sino de un castigo colectivo al pueblo palestino, como parte de su política de limpieza étnica que lleva adelante desde hace décadas.
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