Una joven transgénero colombiana de 16 años, identificada como Keny, fue asesinada en un departamento ubicado en el centro de Santiago. El brutal crimen ocurrió durante una fiesta en el edificio Tucapel Jiménez 136. La víctima sufrió golpizas y heridas cortopunzantes, y falleció a causa de un disparo con una pistola de 9 milímetros, confirmado por el mismo fiscal Fernando García, de la Fiscalía Centro Norte.

El cuerpo de Keny fue arrastrado y abandonado en la puerta del edificio en plena vía pública cerca de las 7 AM del lunes por cinco mujeres y un hombre, quienes huyeron del lugar. Las cámaras del edificio grabaron todo el momento del traslado y abandono de Keny. A pesar de la identificación de género de Keny, las autoridades y medios de comunicación la referían erróneamente como un hombre.

Desde el Movilh exigieron "a carabineros que se reserve de dar a conocer el género de las víctimas fatales cuando no tienen claridad sobre un hecho o cuando hay fundadas sospechas, como ocurrió en este caso, de que se trataba de una persona trans o de género fluido. Tratar a las personas fallecidas por un género distinto al cual se identifican es un ofensa a su memoria y dignidad, lo cual es intolerable”.

“Dado que Carabineros suele ser la primera fuente informativa de los delitos, su preocupación y precaución debe ser especialmente responsable y respetuosa de las víctimas”, dijo Javiera Zúñiga, vocera del Movilh.

Keny llegó a Chile en mayo como migrante y menor de edad en busca de un lugar que respetara su identidad de género, pero terminó encontrando la muerte en un país donde los valores conservadores vuelven a reocupar espacios que coartan aún más la libertad de las personas, y que en este caso terminó en un claro crimen de odio contra una menor de edad trans.

¡Justicia para Keny!

fuentes: Movilh