El 20 de octubre de 2010, en el marco de una dura pelea contra la tercerización laboral en el ferrocarril, una patota de la Unión Ferroviaria asesinó al joven militante del PO. La estafa de la tercerización laboral se mantuvo todos estos años
A 13 años de su asesinato, hay que volver a recordar a Mariano Ferreyra, el joven militante del Partido Obrero asesinado por una patota de la Unión Ferroviaria. Aquel 20 de octubre de 2010, Mariano participaba de una medida de lucha de trabajadores ferroviarios tercerizados de la Línea Roca que exigían su pase a planta permanente. Tras impedir violentamente que esa medida (al costado de las vías en Avellaneda) se concretara, la patota de la burocracia sindical persiguió a los manifestantes hasta el barrio porteño de Barracas. Allí, ante la mirada pasiva de la Policía, los emboscaron y les dispararon. Mariano fue asesinado y Elsa Rodríguez, militante del Polo Obrero, fue gravemente herida.
Se trató, sin dudas, de un crimen contra toda la clase obrera. Por esto es que al día siguiente, cien mil personas marchamos para exigir justicia en todo el país. Las Comisiones Internas de Kraft, PepsiCo y otras fábricas pararon y cortaron la Panamericana. Los ferroviarios aportaron testimonios contundentes, que más tarde fueron claves para condenar a alguno de los responsables del crimen. Fue el comienzo de una gran movilización popular que, años más tarde, logró la condena de José Pedraza y el Gallego Fernández -dos de los representantes de la burocracia sindical empresaria- y de los principales responsables que llegaron a juicio.
En este dossier incluimos alguno de los artículos que hemos publicado en los últimos años, que dan cuenta de las distintas aristas que tuvo la lucha de los trabajadores tercerizados por el pase a planta permanente, que encontró unido a funcionarios estatales, empresarios y burócratas sindicales. Esa unidad les permitió atacar la lucha de los trabajadores que enfrentaban el fraude laboral que ejercen las empresas tercerizadas.
Ese crimen fue la muestra de que esa unidad de los enemigos de los trabajadores -que contó con la colaboración de la Policía Federal y la Bonaerense- haría lo que fuera necesario para aplastar los reclamos ferroviarios.
También publicamos un artículo sobre la lucha por llevar a juicio a los responsables del crimen de Mariano. El 6 de agosto de 2012 comenzó el juicio que sentó en el banquillo a José Pedraza -el fallecido burócrata- y a otros 16 acusados, entre miembros de la patota y de la jefatura de la Policía Federal que fueron cómplices del ataque. Pedraza fue el principal instigador del ataque de la patota aquel 20 de octubre de 2010.
Afuera del juicio quedaron Carlos Tomada y Noemí Rial, que colaboraron desde el Ministerio de Trabajo en legalizar el trabajo tercerizado. En aquel entonces quedaron al desnudo los vínculos entre el gobierno y la burocracia que encabezaba Pedraza. Se conocieron llamadas telefónicas donde el entonces ministro Tomada le recomendaba al burócrata sindical “trabajar políticamente a los tercerizados”.
Tampoco estuvo en el banquillo de los acusados Aníbal Fernández, que desde 2009 fue jefe de Gabinete de Cristina Fernández. Antes había sido Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. Con ese cambio la Policía Federal también se pasó de ministerio y siguió bajo sus órdenes hasta un mes después del crimen de Mariano, cuando tras los asesinatos en el Parque Indoamericano, Cristina Kirchner decidió crear el Ministerio de Seguridad.
Uno de los comisarios imputados afirmó en el juicio que “la Policía es el brazo armado del poder político y el que dispone del poder político es el Poder Ejecutivo”. De esta forma, dejaba en claro las responsabilidades políticas que permitieron la existencia una zona liberada para el accionar de la patota de la Unió Ferroviaria.
En ese juicio y posteriormente, también faltó procesar a los empresarios de la UGOFE (Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia), que se beneficiaban con esta modalidad de emplear trabajadores tercerizados. Sin embargo, había quedado demostrado que colaboraron aquel día del ataque.
La UGOFE había sido creada en 2007, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, luego del fracaso estrepitoso de la gestión del empresario Sergio Taselli, prácticamente echado por la furia popular de usuarios, que habían prendido fuego Constitución por el pésimo servicio. El Estado financió con millonarios subsidios los gastos operativos de esta “nueva” empresa y abonó los sueldos. Mientras los trabajadores eran contratados en forma precaria por un tercio del salario de un efectivo.
Esos vínculos entre el poder político de turno y la burocracia habían continuado con el tiempo. Una semana antes de este crimen, la presidenta Cristina Kirchner participó de un acto en la sede de la Unión Ferroviaria junto a José Pedraza -quien se había transformado en empresario, logrando concesiones de empresas tercerizadas que actuaban en todo el ferrocarril. La actual vicepresidenta definió en aquella oportunidad a Pedraza como “un ejemplo del sindicalismo que construye”.
En ese dossier publicamos, además, el video "Rieles de Rebeldía" La lucha de los tercerizados del Roca y el asesinato de Mariano Ferreyra, realizados por el grupo de Cine Contraimagen y TVPTS. El documental se enfoca sobre el proceso de organización de los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca y el asesinato de Mariano Ferreyra conmocionó al país y como respondió el Gobierno, la burocracia sindical y los medios masivos de comunicación.
En el siguiente artículo, esta cronista repasa, a diez años del crimen del joven militante del Partido Obrero, cómo fueron los hechos que desencadenaron el plan criminal de la burocracia sindical de la Unión Ferroviaria (UF), que se conoció en profundidad durante el juicio, y cómo se logró que se condenara a un burócrata sindical aliado del gobierno de Cristina Kirchner.
Marías Aufieri, abogado y miembro del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos CeProDH, participó activamente en la lucha de los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca. A diez años del crimen de Mariano Ferreyra y la lucha en curso por tierra y vivienda que en ese momento se llevaba adelante en Guernica, también en la zona sur de la Provincia de Buenos Aires, Aufieri analizaba en este artículo, cómo viven los sectores precarizados, víctimas estructurales de este sistema capitalista y destaca la importancia de la unidad al interior de la clase trabajadora, entre los efectivos, los tercerizados, los informales, los desocupados expulsados a lo más profundo de la miseria, como es tan patente ahora en Guernica.
Marcelo “Cucha” González, trabajador Ferroviario e integrante del Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC) - Zona Sur, relata la lucha de los trabajadores tercerizados ferroviarios de la línea Roca por el pase a planta permanente; la denuncia a la burocracia ferroviaria, liderada por José Pedraza, responsable de ordenar el ataque en las vías del Roca, que aquel 20 de octubre de 2010 terminaron con la vida de Mariano.
Por su parte, Facundo Aguirre describe en este artículo a la burocracia sindical de la Unión Ferroviaria que respondía a las órdenes de José Pedraza. Afirma que este fue el símbolo de una burocracia sindical empresaria que, en los ‘90, entregó a la clase trabajadora y se enriqueció como socia de los grandes grupos económicos y empresas privatizadas mediante el manejo de la tercerización laboral que precariza a los trabajadores.