La reconfiguración de los bloques en el Congreso, tras el pacto de Macri y Bullrich con Milei, se sigue desarrollando. A la división generada en el bloque de la oposición de derecha en la Cámara de Diputados, en partes casi iguales, entre los "pro-Milei" y los "neutrales", la acompaña la que se desenvuelve en la Cámara alta.
Este lunes a través de su cuenta de X (exTwitter), el verborrágico Luis Juez dio un giro de 180 grados y de declararse hasta hace poco entre los "neutrales" y equidistantes con las dos fuerzas que llegaron al balotaje, paso a confirmar su apoyo a Javier Milei, sumándose a los otros tres senadores del PRO que ya se habían manifestado del lado de Macri, Bullrich y Milei: Martín Goerling (Misiones), Alfredo De Angeli (Entre Ríos) y Carmen Álvarez Rivero (Córdoba).
De esa forma, son cuatro los votos que Macri le ofrenda a Milei en el Senado, permitiéndole llegar al libertario a once legisladores que eventualmente lo acompañen en la Cámara.
A la vez, el apoyo de Juez se suma a los senadores actualmente en funciones, que no renuevan bancas a partir del 10 de diciembre, pero que también se habían posicionado en apoyo del libertariano. Éstos son Humberto Schiavoni (Misiones), José Torello (Buenos Aires) y Gladys González (Buenos Aires).
Una dinámica similar se viene dando en Diputados, donde a pesar de que nadie quiere quedar pegado a una "ruptura unilateral", los posicionamientos individuales por las redes sociales o los medios de comunicación van dibujando los contornos de lo que será la nueva composición de Juntos por el Cambio, en particular, y de todas las fuerzas en las dos Cámaras del Congreso, en general.
La otra ala de la coalición derechista en las Cámaras del Congreso será la de quienes evitan pronunciarse (sin reprimir guiños) por uno o por otro, y son cercanos a Gerardo Morales, Larreta y Lousteau. Ese eventual nuevo interbloque, apuesta a presentarese como oposición "responsable" ante cualquiera de las dos fuerzas que resulte ganadora el 19 de noviembre.
Las coaliciones y partidos tradicionales se reconfiguran al calor de la crisis económica, política y, sobretodo, de representación que atraviesa Argentina. Por detrás de esos realineamientos tácticos (y oportunistas) entre las distintas facciones burguesas en el Congreso, todas ellas coinciden en que el camino a seguir es el del "reordenamiento" de la economía a partir de un duro ajuste, tal como piden el Fondo y "los mercados". |