Brielle Asero, recién graduada de marketing, acaba de conseguir su primer empleo. Dice que no tiene quejas sobre el trabajo, pero la extensión de la jornada laboral la angustió hasta las lágrimas y compartió sus sentimientos en Tik Tok.
“Sé que probablemente estoy siendo dramática y molesta, pero este es mi primer trabajo, de 9 a 17, después de la universidad, presencial. Viajo a la ciudad y demoro una eternidad en llegar ahí. No hay forma de que pueda permitirme vivir en la ciudad. Así que ni siquiera considero mudarme. Es obvio, si pudiera caminar al trabajo estaría bien”, asegura la joven.
Después detalla que para llegar a las oficinas debe tomarse el tren de las 7:30 y que lo más temprano que puede volver a casa son las 18:15.
El testimonio fue publicado hace unos días y se hizo viral en todo el mundo. En el video cuenta que se siente con mucho cansancio, falta de tiempo y sin energía para llevar a cabo actividades más allá de su vida laboral.
“No tengo tiempo para hacer nada. Quiero ducharme, cenar, irme a dormir. Tampoco tengo tiempo ni energía para preparar la cena. No tengo energía para hacer ejercicio, eso se va por la ventana. No tengo tiempo para nada y estoy muy estresada”, describe Brielle.
Ante la repercusión de la historia, la revista Rolling Stones entrevistó a Brielle Asero: “La joven de 21 años se graduó de la Universidad de Carolina del Sur en mayo de 2023, un año antes que el resto de su clase, en un esfuerzo por reducir el costo de la matrícula. Estaba encantada de tener finalmente un trabajo, pero aceptarlo significaba mudarse lejos de sus amigos y familiares en Carolina del Sur a Nueva Jersey. Se queda con un amigo de la familia para ahorrar dinero en el alquiler, pero viaja casi dos horas diarias a Manhattan, lo que cree que le deja poco tiempo para conocer gente nueva o hacer amistades en un lugar completamente nuevo. Asero dice que reconoce lo afortunada que es de tener un trabajo, algo que también menciona en su video viral, pero que sus críticos lo pasan por alto y se burlan de ella".
Bienvenida al club "vivir para trabajar"
El diario Clarín calificó el video de Brielle como “insólito”. Entre los comentarios en Tik Tok también hubo muchas personas que la criticaron e ironizaron sobre su queja por la jornada de ocho horas. Pero a juzgar por muchos otros miles de comentarios que recibió Brielle, pareciera que lo que plantea no es para nada insólito: “Bienvenida al club ‘vivir para trabajar’”, comentó un internauta.
Muchos y muchas dejaron un breve relato de su propio martirio cotidiano: “Acá en Chile son 45 horas y la hora de colación es a parte, o sea 50 horas semanales en el trabajo. Desplazamiento mínimo 1 hora, otros hasta dos horas de viaje”. “Mi horario en España es de 9am a 6,30 pm más el desplazamiento después”. “Estoy yo con el horario partido de 9 y media a 2 y de 4 y media a 8 y literalmente sí que no tengo tiempo para absolutamente nada”. “Imagínese tener hijos también con quienes volver a casa después de eso”....
Otras personas comentaron que se sintieron de la misma forma cuando empezaron a trabajar. “Tuve una crisis cuando conseguí mi primer trabajo de 9-5. Literalmente, no podía creer que eso fuera la vida”. “5 días de trabajo y dos libres se siente como el infierno”. “Todo el mundo se siente así y nadie hace nada al respecto”. “El sistema entero está diseñado para dejarte exhausto, así no luchás para cambiarlo. No te deja tiempo ni para pensar”. “Solo dejenla descargarse, el sistema apesta y es la verdad”.
Pero también hubo quienes plantearon soluciones: “¿Quién nos ha acostumbrado a que esta vida tenga que ser así? Yo te apoyo, te entiendo, la gente normaliza eso y se compara y no debería de ser así. Simplemente deberíamos trabajar como mucho 6h al día”. “La semana laboral de 40 horas está más que obsoleta y tus sentimientos son totalmente válidos”. “Por eso necesitamos 4 días de trabajo por semana”. “Hacer lo que querés aunque estés cansado es la única salida”.
¿Y si repartimos las horas de trabajo?
“Consiguió una trabajo de 8 horas y su queja se volvió viral: ‘¿Cómo tienen tiempo para citas?’”, tituló Infobae. Entre las muchas cosas por las que la joven se queja menciona la imposibilidad de conocer personas para salir. Sin embargo, su planteo es mucho más amplio: es una mujer joven, recién egresada de una carrera universitaria, con expectativas de vivir una vida plena y manifiesta que no tiene “tiempo para vivir” fuera del trabajo. Lógicamente, la vida social es un aspecto muy importante para la salud mental y física de cualquiera.
Expresó además el problema de la juventud trabajadora que tiene cada vez menos acceso a la vivienda, ya no propia sino incluso, alquilada. Las grandes ciudades que hacen funcionar cada día, expulsan a la juventud precaria que debe hacer grandes traslados para ganarse el sustento. Y nadie paga por todo ese tiempo. Si se suma, como en el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires, el mal estado del transporte público, la experiencia vital cotidiana de millones de jóvenes en el mundo que van y vienen es estresante.
La mayor parte de las horas del día con los ojos abiertos pasan deseando estar en otro lado, haciendo otra cosa o en otras condiciones. Como la misma Brielle sostuvo, la generación que ahora se incorpora al mercado laboral se esfuerza tanto como las predecesoras, “con salarios más bajos y costos de vida más altos".
Que la jornada laboral se extienda y se haga cada vez más agotadora es un sinsentido, cuando la tecnología y el desarrollo científico permitiría acortarla. Menos sentido tiene cuando por otro lado, millones sufren la desocupación o el subempleo.
Como señalan los comentarios, el sistema es totalmente irracional e inhumano. Si la jornada laboral no se reduce es porque los grandes empresarios la aplican pensando en maximizar sus ganancias y nada más. Se la apropian para engordar sus bolsillos, como demuestra Jeff Bezos, con la tecnología de avanzada que utiliza en los depósitos de Amazon para super explotar y precarizar a su personal.
¿Por qué la juventud tiene que resignarse a trabajar más o la misma cantidad de horas que hace un siglo? ¿Por qué mejor no reorganizar el sistema desde abajo, decidiendo democráticamente entre trabajadores y trabajadoras cómo repartir las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, no pensando en generar más ganancias, sino en garantizar que a nadie le falte casa, ropa, ni comida? Esa es la única salida para tener todos los recursos necesarios más el tiempo que permita gozar de una vida que merezca ser vivida. |