En el mes de septiembre salía a la luz que trabajadoras de educación infantil de la empresa Kidsco reclamaban una situación de impago de más del 40% de un sueldo que apenas llegaba al SMI, añadido a horarios interminables en un sector consumido por el sector privado.

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Esta situación desesperada para las trabajadoras se da en un momento en que las negociaciones del convenio del sector están paralizadas por parte de la patronal dado que las organizaciones sindicales y las trabajadoras exigen mejoras salariales y de las condiciones laborales en relación a la jornada, incapacidades… A esta pelea se suman los reclamos de las escuelas infantiles públicas quienes llevan tiempo reclamando mejoras en este servicio público y peleando frente a los cierres de muchas escuelas. Las trabajadoras movilizadas también exigen la construcción de las nuevas aulas necesarias y la reducción de los grupos de alumnos que no solo afecta a las docentes sino también a las familias del alumnado. Así lo denunciaban a través de la Junta de Portavoces de Educación Infantil de 0-6 años.

La secretaria de enseñanza privada y servicios educativos de CCOO declara que las luchas de la privada y la pública son diferentes, aunque aclara que ambos son problemas para resolver pronto. Esto lo explicaba ante los medios de comunicación en una protesta convocada el pasado 25 de octubre. Pero en el caso de la Comunidad de Madrid la línea entre lo público y lo privado es más fina que nunca cuando gran parte de los servicios públicos están estructurados con la colaboración público privada que, tanto la derecha y extrema derecha, como el PSOE y sus muletas de izquierdas apoyan y reivindican.

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En estos momentos están ya convocadas varias fechas de huelga en el sector privado en todo el Estado. Habiéndose llevado a cabo dos jornadas de huelga los días 19 y 25 de octubre (con una participación de casi 90.000 educadoras) y faltando las próximas del 8 y 15 de noviembre, se estima que solo en la Comunidad de Madrid participarán más de 15.000 personas en estas jornadas de huelga. Las dos primeras jornadas han mostrado que el seguimiento tanto de la huelga como de las movilizaciones es muy alto, siendo casi total en algunos centros y Comunidades como Galicia o Madrid, y no siendo más alto debido a los servicios mínimos abusivos que se trata de imponer a las y los huelguistas.

Estas huelgas se conforman en un impasse del convenio supuestamente planificado para hacerse público en el BOE el 2 de noviembre de 2023, pero que se mantiene paralizado por la patronal no dispuesta a ceder en sus beneficios. La patronal amenaza con eliminar el complemento de incapacidad, es decir, amenaza con no cobrar el 100% del sueldo en caso de enfermedad de la docente.

Ante esto los sindicatos del sector privado exigen que estos convenios sean atendidos por las Comunidades Autónomas y no solo por las patronales, pues muchas de ellas colaboran con estas últimas en los casos de las escuelas de gestión indirecta.

La educación infantil en Madrid

En esta comunidad autónoma hay más de 500 instituciones donde se imparte educación infantil, pero el curso pasado solo 46 tenían carácter público para el ciclo de 0 a 3 años en colegios donde ya existían otros ciclos; y siendo ampliados a otros 33 en el último año para ofrecer menos de 1.500 plazas. Esta insuficiente oferta de plazas públicas sucede al mismo tiempo que la comunidad de madrid da becas para rentas altas.

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La representante de la Junta de Portavoces de Educación Infantil de 0-6 años indicaba que en estos centros hubo problemas de implementación de estos ciclos que significaron semanas en las que los hijos de familias trabajadoras no podían incorporarse corriendo los gastos relacionados a las propias familias. Este fue el caso denunciado por la asociación de vecinos Cuatro Caminos-Tetuán, cuando en el CEIP Doctor Federico Rubio donde las clases para el ciclo de infantil no estaba acabado y tuvieron que unir varios ciclos educativos con lo que significa en edades tan cruciales para el desarrollo educativo y cognitivo para los alumnos.

Con una financiación insuficiente de apenas 6 millones de euros significa una epidemia de obras inacabadas, espacios educativos en ruinas, contratas insuficientes, horarios inacabables, sueldos de miseria y aulas abarrotadas mientras la presidenta Ayuso dedica millones a negocios de familiares y a subcontratas privadas.

Todo este cúmulo de precariedad de las condiciones de las trabajadoras del sector infantil así como el deterioro de la calidad de este servicio ha provocado que estallen las actuales movilizaciones. Las siguientes jornadas de huelga se juegan a seguir fortaleciendo la movilización y tratar de forjar la unidad tanto de las escuelas públicas como privadas con el objetivo de doblar el brazo tanto a la patronal como a la administración pública, que hasta la fecha no parecen dispuestos a ceder un milímetro en sus posturas.