Según informa el diario El Esquiú, la directora de Senasa Ximena Melón confirmó casos de Influenza Aviar Altamente Patógena (H5) en las muestras tomadas de los flamencos hallados muertos en Laguna Brava, provincia de La Rioja, que habían causado preocupación entre activistas socioambientales de la región.
"El hallazgo había sido de 10 flamencos muertos. Estamos hablando de una población en la laguna de 500 aves silvestres y el hallazgo de 10 flamencos muertos y también se tomaron muestras de parinas", expresó Melón a Radio Valle Viejo (San Isidro, Catamarca). “Estas muestras fueron enviadas a SENASA, fueron tomadas por personal veterinario del SENASA y las muestras dieron positivas, esto significa que ya fue confirmada la presencia de Influenza Aviar en las muestras patógenas en ese humedal", aseguró la funcionaria del organismo estatal encargado de la sanidad y calidad agroalimentaria.
Previamente, el 2 de noviembre, el organismo había informado que había detectado un caso de influenza aviar (IA) H5 en flamencos silvestres hallados muertos en El peñón, Antofagasta, provincia de Catamarca.
En diferentes redes, ambientalistas de la zona habían alertado sobre la presencia de flamencos muertos en Los aparejos, provincia de Catamarca, alertando sobre la posiblidad de relación con las actividades mineras en la zona de Fiambalá (la china Zijin Liex). La falta de alimento o contaminación debida a actividades mineras, el calentamiento global, que habría generado una migración más temprana de los animales a ecosistemas en condiciones diferentes a las habituales, fueron posibilidades que se barajaron.
El especialista de Senasa Franco Alizzi planteó en diálogo con MDZ esta última hipótesis: “Ellos se alimentan del agua, consumen microrganismo como algas. Y, según estudios, este año los flamencos llegaron de manera anticipada [debido a las altas temperaturas] a Laguna Brava y la zona estaban todavía congeladas, con lo cual, ante el desgaste del viaje, no encontraron alimentos y eso los habría llevado al deceso”, explicó.
La influenza o gripe aviar tipo A, (o HPAI, por las siglas en inglés de Influenza Aviar Altamente Patógena) es una enfermedad contagiosa, causada por un virus que afecta a muchas especies aviares y no estuvo previamente presente en el país, por lo que se la considera exótica. Existen múltiples subtipos (H5N1, H5N3, H5N8, etc. según la combinación de hemaglutininas y neuramidasas) que causan la enfermedad, cuyas características genéticas evolucionan rápidamente. Si bien en las infecciones se pueden presentar dos o más tipos de virus, el subtipo predominante es el H5N1.
Las aves acuáticas, en particular, se consideran un reservorio importante de este virus, pero su transmisión zoonótica hace que aparezca en otras especies, como elefantes y lobos marinos, cuya alta mortandad fue observada recientemente en el sur del país. En lo que va del año ya son más de 400 000 las gallinas muertas o por sacrificar por un brote de influenza aviar en Chubut, y detección en 13 provincias. En Chile apareció por primera vez la enfermedad en humanos y hay miles de lobos marinos, pingüinos y aves silvestres fallecidas.
Y si bien no se ha registrado la transmisión humana sostenida de persona a persona, ni por el consumo de carne o subproductos aviares, sí se puede contagiar por el contacto directo con animales infectados vivos o muertos o sus entornos contaminados.
Los orígenes de la gripe aviar: producción industrial de alimentos y destrucción ambiental
El biólogo evolutivo, ecólogo e investigador en filogeografía en la Universidad de Minnesotta, EE. UU. Rob Wallace se especializa en la circulación de patógenos potencialmente pandémicos, estudia especialmente los orígenes de la influenza aviar y señala que la relación entre producción industrial de alimentos, agronegocio, destrucción ambiental y generación de patógenos como virus y bacterias con peligros pandémicos. Para entender los orígenes de la H5N1 y otras formas de influenza, señala, es necesario apuntar a las formas de producción industrial de aves, con su monocultivo genético y depresión inmunológica por antibióticos, lo que genera condiciones especiales para la circulación patógena, así como la destruccion de ecosistemas por el agronegocio hace que aves salvajes que son reservorio patogénico emigren y entren en contacto zoonótico con otros animales.
El origen de esta influenza aviar (subtipo H5N1) en 1997 en el sur de China y su avance pandémico a Hong Kong, se encuadra en estas causas estructurales, inseparables de las cadenas de valorización del capital en cada una de las actividades mencionadas (producción de alimentos, agronegocio, circulación de mercancías). Este es el punto de vista de Structural one health, la corriente en salud pública crítica del enfoque de One health que sostiene la ONU.
El alerta es justificado: la minería extractivista del litio destruye las poblaciones de flamencos
Pero los temores de las y los activistas socioambientales y pobladores alarmados no son injustificados: no solo porque la megaminería se caracteriza por ocultar sus impactos destructivos sobre el ambiente y la salud (apoyada a su vez en una estructura estatal a medida de estos negocios), sino porque efectivamente la minería (evaporítica y directa) de litio está destruyendo a las poblaciones de flamencos en la región.
Como señalamos en esta sección anteriormente, un trabajo publicado en el grupo Nature por el equipo que conduce Victoria Flexer, señala que la explotación de litio del Salar de Atacama en Chile (iniciada en 1994 y activa actualmente), los datos satelitales muestran que la superficie de las lagunas se redujo a la mitad –y en invierno– entre 1985-2020, el agua almacenada se redujo 1,16 mm por año entre 2010-2017 –lo cual es muchísimo– y la humedad del suelo viene disminuyendo sostenidamente entre 1997-2017 y la disminución de agua es extrema (hasta 9 metros entre 1990-2015). A nivel de la fauna, y específicamente de los flamencos, esto se traduce en que, la población de flamencos andinos en zonas de minería extractivista de litio se redujo entre 10 y 12%. Y, más preocupante aún, la tasa de reproducción de estos animales se encuentra hoy debajo de mín imos históricos necesarios para garantizarla; en otras palabras, se están extinguiendo en esa zona.
A su vez, las imágenes satelitales muesran que en la zona el aumento de la desertificación: disminución de vegetación, aumento de temperatura superficial, y disminución de la población de algarrobos (resistentes a la sequía).
En otra palabra, los miedos son completamente fundados, y el hecho de que hoy la causa inmediata de la mortalidad de flamencos sea la influenza aviar, no debería disminuir el alerta y la denuncia al papel destructivo de la megaminería sobre humedales altoandinos y la fauna y comunidades que lo habitan.
Más aún, en ambos casos, encontramos detrás la forma irracional en que el capitalismo genera patógenos mediante las megagranjas de monocultivo de animales y destruye los ecosistemas mediante agronegocio y la megaminería, en este caso de litio. |