El encuentro libertario convocado para el 18 de noviembre en Santa Cruz de la Sierra, tiene entre sus oradores a ex ministros de Estado. Durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez, Branko Marinkovic, se benefició con la dotación de 33.000 hectáreas de tierra, valorados en más de 80.000 millones de dólares estadounidenses. Aunque luego el gobierno de Arce revirtió esta dotación específica, es solo un ejemplo del asalto a mano armada al Estado de parte de la oligarquía financiera y terrateniente. ¿Ahora presentará una ponencia exigiendo que el Estado no se meta en la economía? |
Durante el régimen de facto de Jeanine Áñez, el prófugo de la justicia Branko Marinkovic regresó al país para asumir el ministerio de Economía y se benefició con la dotación de 33.000 hectáreas de tierra, valorados en más de 80.000 millones de dólares estadounidenses. Aunque luego el gobierno de Arce revirtió esta dotación específica, es solo un ejemplo del asalto a mano armada al Estado de parte de la oligarquía financiera y terrateniente. ¿Ahora presentará una ponencia exigiendo que el Estado no se meta en la economía?
El encuentro libertario convocado para el 18 de noviembre en Santa Cruz de la Sierra, tiene entre sus oradores a ex ministros de Estado que se han beneficiado abiertamente de esa calidad, destacados miembros de los papeles de Panamá, ex candidatos presidenciales por el banzerista ADN y por el neoliberal MNR, funcionarios del Banco Mundial. Entre los expositores libertarios se encuentran quienes buscan negarles a las mujeres la libertad de decidir sobre su propio cuerpo y que niegan a la población LGBTIQ+ no solo el derecho a expresar libremente su identidad de género y su sexualidad sino que también niegan o amenazan el reconocimiento de sus derechos civiles y políticos más básicos.
Este rejunte de ultraderechistas, no tiene la menor relación con pensamientos de libertad, militaron las dictaduras militares y fueron artífices del golpe de Estado de 2019, buscan crecer en la sombra del crecimiento electoral del ultraderechista Javier Milei en Argentina, quienes hasta ayer defendían “orden, paz y trabajo” ahora buscan rebautizarse teñidos del amarillo libertario. Parafraseando a la candidata presidencial las y los trabajadores en Argentina, Myriam Bregman, estos supuestos libertarios en realidad lo que defienden es la libertad de asaltar al Estado, la libertad de torturar y matar, la libertad de hacer golpes de Estado, ensucian la palabra libertad.
Ante la falsa disyuntiva que plantean entre Estado y libertad, en la que los falsos libertarios acusan a la izquierda de fortalecer el Estado y se ensalzan de su supuesto objetivo de reducirlo a su mínima expresión es preciso responder. Fueron ellos, Branko Marinkovic y Ronald Maclean, ministros de gobiernos que mantuvieron normativas empresariales e impositivas que benefician a los grandes monopolios en desmedro de todo otro emprendimiento económico, no esperan la ‘mano invisible del mercado’ imponen el puño de hierro del Estado defensor de los monopolios privados. El único mandato del Banco Mundial que de forma consistente estos ministros y sus colegas se negaron a cumplir fue el de desburocratizar el código comercial del país, ¡es más lograron el inaudito de privatizar los trámites mediante Fundempresa! Así mismo, ninguno de los oradores libertarios ha denunciado el papel de las fuerzas represivas del Estado en las masacres de Senkata y Sacaba, claro, cuando la bota militar defiende el capital privado, no está demás el Estado.
Lxs socialistas revolucionarios en cambio somos francos y abiertos en cuanto a nuestras aspiraciones, desde los primeros escritos de Marx y Engels planteamos la eliminación progresiva del Estado, pues el marxismo desnuda al Estado como instrumento de dominación de una clase social sobre otra. Cuando no existan clases sociales explotadas ni explotadoras, el Estado como tal dejará de tener sentido de existir. Nuestras luchas por conquistar las libertades democráticas más amplias, tienen una esencia transicional con la mirada fija en el horizonte de extinción total de toda opresión y explotación. |