Una imagen del exterior del hospital Al Shifa tomada el 10 de noviembre de 2023 en la ciudad de Gaza.
El doctor Mohamad Abu Salmiya, director del hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza, dijo que entre los muertos enterrados había siete bebés prematuros que murieron el día de ayer por la falta de electricidad para alimentar incubadoras. "Nos vimos obligados a enterrarlos en una fosa común", producto de los incesantes bombardeos y de ser uno de los pocos lugares para refugiarse de la zona, es que "hay cadáveres esparcidos en los pasillos del complejo hospitalario, y las salas refrigeradas de las morgues ya no tienen lugar", dijo el doctor a la agencia de noticias AFP.
Los palestinos asesinados, victimas del fósforo blanco que les consumió la piel, o de los bombardeos que derribaron sus hogares sobre ellos, no pueden tener si quiera un entierro digno, que obedezca a la necesidad de su familia al despedirse, de su religión o cultura. Se ven obligados a desaparecer sobre la pila de escombros y ruinas que deja Israel a su paso.
Organismos de derechos humanos y periodistas que apoyan la causa palestina, denuncian que los numeros del genocidio en curso estan desactualizados, aunque la cifra oficial es completamente criminal, con 11.200 muertos, incluyendo unos 4.600 niños.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró a poco de arrancar la invasión y recrudecer la represión sobre los palestinos, “no habrá electricidad, ni comida, ni combustible, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y así procederemos”. Hoy vemos las consecuencias de esta política criminal contra el puelo palestino.
Según el doctor Abu Salmiya, en total 29 personas hospitalizadas en la unidad para pacientes graves han fallecido desde que el sábado se cortó la electricidad en Al Shifa. Mientras, tanques israelíes continúan en las puertas del hospital de Al Shifa, impidiendo la salida de personal médico y refugiados.
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