La crisis en el sistema de salud tiene dos claros perjudicados. Por un lado, sus trabajadores: expuestos a jornadas extenuantes, salarios bajos y extrema precarización. Por el otro, sus pacientes: enfrentados a demoras eternas para conseguir un turno y el rechazo de tratamientos. Desde La Izquierda Diario lanzamos una encuesta, que recibió más de 60 respuestas de diferentes puntos del país, con el objetivo de darle voz al personal de la salud. Con sus demandas y exigencias en relación a las condiciones laborales realizamos una primera nota. En esta oportunidad, destacamos los testimonios que hacen hincapié en las largas jornadas laborales y los muy bajos salarios. Más adelante le daremos voz a pacientes y familiares que son el sostén fundamental para que los tratamientos prolongados se puedan cumplir, como en el caso de las personas con enfermedades crónicas o discapacidad.
En todo el país los trabajadores de la salud se ven atravesados por la crisis económica y social que se profundizó con el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Para cumplir con los pagos al FMI, el oficialismo sostuvo políticas de vaciamiento de la salud pública que venía llevando adelante el gobierno de Mauricio Macri. Dos ejemplos son elocuentes. El primero: ni bien asumió Massa como ministro de Economía recortó fondos en salud y en particular en Discapacidad, provocando un deterioro aún mayor en las condiciones laborales de trabajadores del sector y en las prestaciones a los pacientes. El segundo: en el Presupuesto 2024 que confeccionó Massa (que se votaría luego del 10 de diciembre a pedido de Javier Milei). Partidas como salud, vivienda, educación, jubilaciones y pensiones tendrán una pérdida real, ya que la inflación proyectada es totalmente irreal.
La pandemia de Covid, iniciada en 2020, demostró lo indispensable de la tarea de todo el personal de salud. Demostró, también, las malas condiciones laborales, los bajos salarios que perciben, y cómo eso termina repercutiendo en la calidad del servicio, ya no solo en la atención salud pública, sino también en la de obras sociales y prepagas.
Presentamos una selección de algunos de los testimonios que nos llegaron por regiones.
Provincia de Buenos: “Trabajo 8 o 9 horas por día, todos los días y jamás llego a fin de mes”
En la región bonaerense, la situación llegó a ser tan crítica que durante mayo de este año, un mes antes de que comience el invierno, trabajadores denunciaron el cierre de varias guardias pediátricas por falta de personal. En el Hospital de Niños de San Justo, en junio quedó en pie la guardia pediátrica de un solo día debido precisamente a ese tema.
"Hubo 32 renuncias en el último mes porque percibían un sueldo básico de $30.000 y aprietes de todo tipo. Hace más de 5 años que venimos denunciando el vaciamiento del hospital”, denunciaron los trabajadores en ese momento, solidarizandose también con los pacientes y sus familias. En su denuncias, hicieron responsables de la situación tanto al Gobierno provincial de Kicillof como al del municipio.
La Plata:
Elsa tiene 35 años y 14 de profesión. “Trabajo 6 horas en un hospital público y el resto del día de forma particular para poder juntar $220 mil aproximadamente. Estoy sobrecargada de trabajos. Quiero un buen salario para tener un solo trabajo”.
Claudia tiene 40 años y hace 15 que trabaja como enfermera. “Trabajo en un hospital público y también en domicilios particulares. En el último tiempo empeoraron tanto nuestras condiciones laborales como las de atención de nuestros pacientes. Trabajo unas 8 o 9 horas por día, todos los días, por semana unas 60 horas. En el público mi sueldo es de $295 mil y en el resto depende. Pero jamás llego a fin de mes. Dejamos mucho en nuestro laburo. No solo el cuerpo sino nuestras cabezas. Es fundamental la reducción de la jornada laboral, con un salario igual a la canasta familiar.
Florencio Varela:
Analía tiene 29 años y 1 de profesión. “Trabajo en un Centro de Día privado 12 horas diarias franco por medio y cobro $600 la hora. No me alcanza”.
Tigre:
Susana tiene 43 años y 13 de profesión, trabaja en el sector de Atención Primaria de Salud (APS) en el sector público y como docente. “Trabajo 8 horas diarias, pero tres veces a la semana tengo que hacer 12 horas. A eso le tengo que sumar dos horas de viaje. Gano $450 mil y no me alcanza. Nuestra situación es muy precaria y no hay ningún tipo de reconocimiento. Es necesario el pase de todas las carreras a la ley profesional. Tenemos que hacer valer nuestros derechos porque pasamos de ser héroes en una pandemia mundial a percibir los sueldos más bajos en relación a nuestra tareas y responsabilidad.
El Palomar:
Silvina tiene 35 años y 1 de profesión. Trabaja en Hospital Posadas como monotributista. “Trabajo 12 en turno noche, día por medio. Cobró $155 mil, que es la mitad que mis compañeras. Para poder sobrevivir tengo que hacer otro trabajo ya sea en clínica o con horas de módulo porque no llego. Estamos sobrecargados de trabajo y nuestro trabajo es poco valorado”.
González Catán:
Ema tiene 56 años y 38 de profesión. “Trabajo en el sector público porque el privado es muy esclavo. La jornada laboral es de 10 hs nocturnas”.
Isidro Casanova:
Mirta tiene 54 años y 32 de profesión. “Trabajo 14 hs por día y así y todo no me alcanza y tengo que ajustar los gastos a mi ingreso. Cada vez tenemos más trabajo y menos reconocimiento. Hay que seguir luchando por nuestros derechos, hoy más que nunca”.
Merlo:
Cristina tiene 58 años, 40 de profesión. Público. Trabajo 15 horas diarias. Estamos desprotegidos y mal pagos. Siempre estamos expuestos a enfermedades y violencias.
Valentín Alsina:
Ana tiene 38 años, 17 de profesión en el sector público y privado. “Trabajo 14 horas por día lunes a viernes, en dos trabajos. Quiero buenas condiciones laborales para tener un solo trabajo”.
Lomas de Zamora:
Isabel tiene 41 años y 13 de profesión. Trabaja en el sector público “Hago 14 horas sábados, domingos y feriados. Cobró $300 mil y no me alcanza. Soy madre soltera y tengo dos hijos”.
Rafael Castillo:
Rosario tiene 22 años y uno de profesión. Trabaja en el sector público. “Tengo una jornada laboral de 8 hs por $180 mil. Solo como una vez al día. Y cuando puedo y hago atención domiciliaria para poder tener más ingresos. Nuestra situación es cada vez más crítica porque no tenemos representación gremial lo que hace que el municipio haga lo que quiera”.
Ciudad de Buenos Aires: “No nos reconocen como profesionales y el 40 % de nuestro sueldo está en negro”
El distrito gobernado por Horacio Rodríguez Larreta tampoco estuvo exento de los reclamos del personal de salud. Durante este año, también se denunció el cierre de guardias y enfermeras y enfermeros continúan en lucha por el reconocimiento profesional de la carrera de enfermería, exigiendo su inclusión a la ley 6035 de profesionales de la salud desde el 2018.
Ana tiene 51 años y 21 de profesión. Trabaja tanto en el sector público como privado. Entre los dos “tengo una jornada laboral de 13 horas. El problema es que no nos reconocen como profesionales y el 40 % de nuestro sueldo está en negro. Estamos pasando por una situación muy injusta”.
Cecilia tiene 46 años y 25 de profesión. Trabaja en el sector público y cumple jornadas de 35 a 50 horas por semana, “no tenemos derechos laborales y las jornadas laborales son extenuantes porque no se llega a fin de mes. Quisiera que está profesión sea más valorada desde lo económico”.
Sara tiene 37 años y 17 de profesión. Trabajo en el sector público y privado. Puede darse el lujo de tener un solo empleo. “Trabajo 7 hs, 5 días a la semana, pero porque mi pareja tiene 3 empleos”.
Neuquén: “Estamos sobrecargados de trabajo por falta de personal”
En Neuquén, trabajadores y también pacientes vienen denunciado desde hace tiempo la falta de insumos, entre ellos de medicamentos, en hospitales como el Castro Rendón.
Ema tiene 34 años y 4 de profesión. Trabaja en el Castro Rendon y es una de las que denuncia la falta de insumo. “Mi jornada laboral es de entre 6 y 12 horas, en horarios rotativos. Llegó justo a fin pero porque mi pareja también trabaja. Estamos muy mal pagados y maltratados. Estamos sobrecargados de trabajo por falta de personal”.
Eliana tiene 42 años y 15 de profesión. Tiene dos trabajos en el sector público y privado. “Trabajo 14 horas, tengo que tener 2 empleos porque no llegó a fin de mes.
Jujuy: Hacemos lo imposible para brindar una atención con lo poco que hay
Durante este año, los trabajadores de la salud formaron parte de quienes enfrentaron la política del represor Morales y su reforma reaccionaria.
Omar tiene 46 años y 18 de trabajo.Trabaja en sector público en Humahuaca, 9 horas diarias, y 44 semanales: “Y además hago otras cosas por mi cuenta porque no me alcanza para llegar a fin de mes. Hacemos lo imposible para brindar una atención con lo poco que hay” .
Cristina tiene 35 años y 11 de profesión en San Salvador de Jujuy. “Las condiciones en las que trabajamos son de hacinamiento, muy precarias y sin recursos materiales. Las cosas no mejorarán, a menos que salgamos a la calles a manifestar nuestra disconformidad”.
La pelea para que la salud no sea un negocio, sino un derecho
Para que todas las familias trabajadoras y sectores populares conquisten una cobertura de calidad, debemos pelear por conquistar un sistema único de salud para los y las trabajadores y sus familias. Actualmente existe una profunda brecha entre una salud para ricos y una para pobres, mientras el sistema público se cae a pedazos, los dueños de la medicina privada siguen ganando fortunas.
Con esta perspectiva, desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad realizamos asambleas abiertas en todo el país junto a trabajadores de salud con quienes hemos elaborado un programa de emergencia ante esta crisis.
Planteamos:
La necesidad de un sistema único de salud integral, universal y gratuito, que sea gestionado por sus trabajadores y usuarios y donde se pueden unificar todos recursos (ya sea del sector público como el privado). Así sin barreras sociales ni económicas, todos podríamos recibir la atención que necesitamos.
Aumento del presupuesto de las partidas correspondientes a salud destinado a mejorar todo lo que tiene que ver con: infraestructura y condiciones edilicias, insumos, salarios (para que no queden por debajo de la inflación) y mayores puestos de trabajo. Tanto los bajos ingresos como la falta de personal, son los dos grandes factores que obligan a enfermeras y enfermeros a tener más de un trabajo.
Pagar la deuda ilegal e ilegítima que contrajo Macri con el FMI tiene sus consecuencias. Y las estamos viendo: una pobreza que alcanza al 40 % de la población y una inflación interanual que llega casi al 150%. Y en el caso de la salud en particular se expres en una aumento de la precarizacipon laboral para sus trabajadores y en deterioro en la calidad del serivcio que recae sobre los pacientes.
Como señalamos desde un principio, no hay manera de que las demandas de los sectores trabajadores y populares tengan respuestas, mientras se siga bajo las órdenes del Fondo. Independientemente de quien resulte ganador el próximo domingo (ya sea Milei o Massa), la sumisión seguirá y en los próximos meses hay vencimientos por $7.200 millones.
Para imponer este programa de emergencia, hay que profundizar el camino de la organización y lucha de los trabajadores. “La burocracia sindical nos divide, firma paritarias a la baja, deja pasar el ajuste en salud pública, y siempre está subordinada al gobierno de turno, a las direcciones de los hospitales y a los negocios de los privados. Por eso proponemos asambleas comunes y cuerpos de delegados en todos los hospitales y sanatorios”, sostiene Laura Bogado, integrante de la Comisión Directiva Cicop por la minoría Hospital Posadas.
Las bancas que conquistamos en el Congreso Nacional, ocupadas por Myriam Bregman, Nicolás del Caño, Alejandro Vilca y Christian Castillo (a partir del 10 de diciembre próximo), así como las obtenidas en legislaturas provinciales y municipales están puestas al servicio de esta perspectiva. |