Hasta fines de noviembre se puede visitar en Espacio Upa la serie "Hambre" del artista Carlos Calissano. Viernes y sábados de 18 a 20hs, Saavedra 130 CABA.
Este es el hambre, un animal
todo colmillo y ojo.
Nadie lo engaña ni distrae
No se harta en una mesa
No se contenta
con un almuerzo o una cena
Anuncia siempre sangre
Ruge como león, aprieta como boa
piensa como persona
Nicolas Guillén
Las obras de Carlos Calissano, nos remiten a este poema de Guillén, al apreciar los platos despojados de alimento, se hace presente "el hambre", título de esta serie.
A veces se piensa que el arte solo tiene que ver con el arte, desvinculado de la vida y sociedad, que nada tiene que ver con las actividades de la especie humana, muy por el contrario Carlos, inmerso en el devenir social, desde sus entrañas va plasmando ese percibir, mediante una gráfica impecable, donde el plato vacío es el protagonista principal.
El objeto mencionado va encontrando espacio no convencionales, los soporte forman parte de la imagen, plasmado en la piedra, al igual que nuestros ancestros, deja su huella para narrar una historia.
La figura del elemento en la cacerola, vuelve a ser protagonista, nos trae recuerdos, de una crisis agravada en una etapa de nuestra memoria, la cual era utilizada a modo de protesta, a su lado una cuchara trabajada, con una sutileza por momentos sublimes, deja grabado el concepto, también nos remite a ese objetivo, que se utilizó, para hacer escuchar el reclamo.
Una serie de obras, llama poderosamente la atención, comienza con un esbozo apenas visible, luego paulatinamente llega a se nítida, a medida que avanzamos el color negro de la tinta va cubriendo todo el símbolo, hasta desaparecer bajo ese manto oscuro, semejante a una dolorosa parte de nuestras vivencias en dictadura.
También nos cuenta que no todo está perdido, en una bolsa abierta desgarrada, está el objeto, rodeada de un color rojo en los bordes, como algo que está por debajo, pero se anuncia y nos pone en alerta ante esta amenaza latente.
Es de destacar el entorno en el cual se encuentran, estéticamente pensadas por el curador Dardo Fabián Flores, rodeadas de elementos, en el cual obras y taller se integran, situando al artista, en el lugar mismo de sus creaciones.
Carlos Calissano con un virtuosismo gráfico, nos lleva a un mundo inquietante, que conocemos y necesita ser revelado, interpelando a la reflexión con asombro, esperanza, desde su saber, sentir y pensar.
Espacio Upa
Viernes y sábados de noviembre 18 a 20hs
Saavedra 130 - CABA