Música. Si hay un elemento que congrega a las personas por encima del idioma, la cultura, la raza y cualquier otra cosa es la mezcla de sonidos que, tomados en su conjunto, provocan un crisol de emociones en quienes los escuchan. Es sinónimo de alegría, de fiesta pero también de nostalgia y de dolor. Su abanico es tan amplio como inabarcables son los sentimientos y esto fue motivo para que grandes personalidades se refirieran a ella como combustible vital de la especie. El filósofo alemán Schopenhauer manifestó la universalidad de la música y es famoso el aforismo de Nietzsche sobre que “sin música, la vida sería un error”.
Pero el día que disfrutamos y conmemoramos hoy tiene un origen relacionado con el choque de culturas de la religión católica con los cultos paganos. Esa mezcla de idiosincrasias, conocida como sincretismo, provocó que muchos aspectos fueran apropiados por el catolicismo con el objetivo de convertirse en la religión predominante. Todo esto que contamos se relaciona directamente con la procedencia de esta fecha, ya que cuenta la historia de Cecilia, una joven católica que fue obligada a casarse contra su voluntad con un hombre que no profesaba esa religión y que luego fue convertido al catolicismo por el Papa Urbano. El mito narra que luego, el esposo junto con su hermano comenzaron a sepultar cadáveres cristianos, una práctica que estaba prohibida y que generó consecuencias. Los hermanos fueron detenidos y obligados a declarar que eran adoradores de Júpiter, casualmente el principal dios de la mitología romana. Pero ellos, flamantes católicos, se negaron a hacerlo y fueron condenados a muerte. Cecilia corrió la misma suerte. Obligada a declarar contra su fe cristiana, finalmente la historia concluye que murió cantando alabanzas a Dios. Mito, leyenda o realidad, en 1594 el Papa Gregorio XIII la nombró como patrona de todos los músicos y así la religión católica ganó un gran punto a su favor al relacionarse a partir de ese momento en adelante a la música con su nueva Santa Cecilia.
La casualidad quiso que este 22 de noviembre Roger Waters brinde en el estadio de River Plate su segundo recital consecutivo tras las denuncias de la DAIA y la prohibición de la Justicia para referirse a cuestiones denominadas como "antisemitas". Por suerte, serán cientos de miles los que disfrutarán el show y enarbolarán las banderas palestinas, una muestra más de que la música hace y se relaciona con cada aspecto que nos provoque emociones.
Como todos ya sabemos de sobra, la celebración está muy lejos de conmemorar a Cecilia sino a disfrutar de las melodías que escuchamos todos los días y que nos empujan a cantar, ir a recitales, corear en la cancha y en todos los aspectos de nuestra vida esa música que tanto amamos. Para nuestra vida cotidiana, en última instancia, todos los días son nuestros días de la música. |