Hace unos meses, se anunció el interés de la empresa norteamericana, Argentem Creek Partners para invertir en Altos Hornos de México. Se trata de un fondo especializado en mercados emergentes fundado en 2015 en, Nueva York, dirigido por Daniel Chapman, un negociante reconocido a nivel mundial por sacar a flote a sus empresas en crisis financieras y por formar parte de JP Morgan durante casi 2 décadas.
Según información publicada por el portal de AHMSA, todavía está en proceso de venta a la financiera neoyorquina, que en febrero pasado firmó un acuerdo para comprarla, sin embargo, los acuerdos han sido muy lentos y no ha sido posible llegar a una resolución satisfactoria para Alonso Ancira, actual y propietario y principal responsable de la crisis de la empresa, quien a su vez ha puesto un sinfín de excusas para no ceder el control a potenciales inversionistas.
Por otro lado, la importancia estratégica de la empresa acerera también llamó la atención de inversionistas chinos, pero su intención de sumarse a la recapitalización de AHMSA, no ha sido confirmada por ninguna de las partes, incluso se especula que sea falso este acercamiento de parte la empresa Power Construction Corporation of China, pues hasta el momento solo se ha confirmado la intención de enviar técnicos que revisen las condiciones de las plantas de producción.
Sin embargo, con el reciente encuentro de naciones en San Francisco, entre Xi Jinping y Joe Biden, en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se discutieron temas varios, no podemos desacatar que tema de AHMSA, se abordara, después de todo Andrés Manuel López Obrador también fue partícipe de este encuentro, por lo que se especula que, Power Construction Corporation of China podría asociarse con Argentem Creek Partners, para participar bilateralmente e inyectar entre $500 a 750$ millones de dólares en AHMSA; esta posibilidad abre la incógnita sobre la importancia económica mundial de esta empresa china, por lo que es importante hacer una revisión de su plan de recuperación y los múltiples negocios que financian.
¿Quiénes son Power China?
Power Construction Corporation of China o también conocida como Power China, es un grupo empresarial bajo el control del gobierno chino. Su creación data desde 1958 y desde entonces se convirtió en una de las mayores empresas asiáticas de infraestructuras. Actualmente Power China cuenta con activos por encima de los 80 mil millones de dólares y cuenta con una plantilla de trabajadores a nivel mundial que supera los 200.000 empleados. Para el 2015, sus ingresos anuales rebasaron los 40 mil millones de dólares, esto debido a los múltiples sectores industriales en los que se ha ido involucrado a través de los años.
La cantidad de áreas en la que empresa tiene presencia es enorme, pero las que más destacan son: la minería, la construcción de trenes de alta velocidad, construcción de autopistas y carreteras, vías de acceso, accesos viales a aeropuertos, transporté ferroviario, corredores y sistemas de facturación., También está dentro del sector energético desarrollando infraestructura con base en energía eólica, combustibles búnker/Diésel, energía hidroeléctrica, generación a gas natural, energía solar, generación de carbón, combustibles fósiles, biomasa y energía termonuclear, siendo esta última uno de los más grandes retos no solo de la empresa, sino de todo China.
Esta ambiciosa apuesta del gobierno chino respecto al tema energía sustentable, pretende crear un reactor de fusión nuclear o “sol artificial” (llamado así por el proceso que imita el Sol), buscando dominar la energía limpia durante un tiempo prolongado, sin generar residuos, eliminando de la ecuación los principales efectos negativos de los combustibles fósiles.
Como podemos observar, se trata de una mega corporación que está llevando procesos en conjunto con otras empresas chinas, invirtiendo grandes cantidades de capital en los megaproyectos en África y Asia, comercializado con países como Kuwait, Zimbawe y Angola, Irak, Paquistán por mencionar algunos. Entrar al comercio en América es muy importante tanto para la empresa como para el gobierno chino, de hecho, ya tienen presencia en Argentina y Panamá, por lo que las relaciones económicas con los Estados Unidos podrían tomar un rumbo diferente, luego de la guerra comercial con China en la última década.
El interés en AHMSA es una puerta de entrada muy importante para la economía china, ya que la expansión en el continente americano también apunta hacia el litio, metal alcalino dúctil y ligero que existe en la naturaleza y que, mezclado con otros compuestos, se utiliza en la fabricación de baterías, celulares, cerámica, vidrio, lubricantes y hasta en algunas medicinas usadas para los tratamientos de bipolaridad.
¿Certeza para trabajadores de AHMSA?
Sin embargo, el modelo de trabajo que acompaña a estas mega compañías es híper explotador y no hay garantía de una mejora sustancial en la economía de los trabajadores de AHMSA, si llega a concretarse la inversión.
Toda esta estrategia política/económica refleja de fondo intereses de comercio internacional alrededor de Altos Hornos. La empresa está paralizada desde finales de diciembre de 2022 y los más de 17,000 trabajadores y sus familias tienen 8 meses sin cobrar, lo que afecta indirectamente a más 60 mil personas en toda la región norte de México. AHMSA está ubicada en la ciudad de Monclova y muy cerca de la frontera entre México y Estados Unidos, una zona estratégica para cualquier empresa y más de caoital chino.
China es una potencia económica que busca expandirse y que no se va conformar con sólo hacer negocios de segunda clase con EE. UU. Se trata de un estado capitalista dependiente con rasgos imperialistas, que ha creado una economía muy fuerte, con una burocracia permanente altamente tecnócrata que, al mismo tiempo, representa un desafío para sus relaciones comerciales con otras potencias y países emergentes. Las próximas negociaciones con otras naciones, determinarán si el país logra consolidar o no sus ambiciones, tanto económicas como tecnológicas y en todo nivel de infraestructura.
La posición de China y su relación con las potencias imperialistas está en una estira y afloja y su modelo económico apunta hacia un imperialismo en proceso de constitución, sin dejar de lado elementos transitorios, como una economía centralmente planificada que le compite a las grandes potencias y que ahora pone sus ojos en México, tras su participación en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, en donde el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que “nos fue muy bien”, por lo que no es de sorprenderse futuras negociaciones entre ambas naciones.
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