La concentración ha tenido lugar en el campus de la Universidad de Zaragoza, con estudiantes y docentes del grado de Historia, pero es parte de una denuncia que también pasa por las asociaciones de familiares de represaliados por el franquismo y que apunta a una de las acciones de guerra cultural y reivindicación franquista más claras del gobierno de PP-VOX-PAR en Aragón. Este 20 de noviembre, aniversario de la muerte de Franco, decidieron derogar la Ley de Memoria Histórica en Aragón, tal y como prometía su acuerdo de investidura.
Este hecho ya era denunciado en la tradicional manifestación antifascista del 20 de noviembre en Zaragoza, junto con otros gestos, como las fotos de dos altos cargos del Gobierno de Aragón de PP-VOX-PAR con banderas y símbolos franquistas y siendo defendidos por Azcón, presidente de la comunidad del PP y anterior alcalde de Zaragoza. Respecto a estos cargos, guardaba silencio hasta una entrevista en la que anunció que les mantendría en sus puestos con sueldazos de decenas de miles de euros, declarando que “no los he elegido yo, los juzgaré por lo que hagan a partir de ahora”. Una serie de escándalos en la línea de un gobierno de figuras ultrarreacionarias y antiobreras.
No es casual que apunten hacia derribar cada posibilidad de que se hable de su pasado genocida que tan rentable fue para los empresarios que protegen.
La Ley de Memoria Histórica estatal fue aprobada el 31 de octubre de 2007, bajo el gobierno del PSOE de Zapatero. No permitía juzgar a criminales franquistas (muchos habían seguido ascendiendo en “democracia”) y no tenía presupuestos para la apertura de fosas comunes sobre las que aún yacen muchos de los represaliados por el franquismo. Muchas de estas fueron abiertas por entidades privadas como la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) o comunidades autónomas. La ARMH criticaba esta posición de dicha ley, puesto que textualmente afirmaba que “la memoria, y asimismo el recuerdo, de estas personas era particular y familiar”, ocultando de esta manera, la verdadera historia de un pueblo, e incluso también suplantando tales voces.
Durante el gobierno de Mariano Rajoy (2011-2016), la ley quedó derogada bajo la argumentación de que no había suficiente dotación económica para subsanar su aplicación.
Con el gobierno de Pedro Sánchez en 2020 se propuso reemplazar esta ley por la “Ley de Memoria Democrática”. Finalmente, dicha ley entró en vigor el 21 de octubre de 2022. Esta ley contemplaba algunas concesiones simbólicas, como la retirada treinta y dos títulos nobiliarios otorgados entre los años 1948 y 1978 o nombrar en su texto a las mujeres represaliadas. Las consecuencias no son en ningún momento penales, ya que para ello habría que derogar la “sagrada” ley de Amnistía de 1977 que impide juzgar a los criminales franquistas. Tampoco se detalla con exactitud, si va a ver algún tipo de compensación económica a aquellos y aquellas que su patrimonio fue “robado” por la dictadura franquista.
Aún así, en Aragón el mismo 20 de noviembre, sólo que en diferente año, del 2023, en el 52 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, el gobierno de coalición de PP-VOX-PAR en Aragón inicia los primeros trámites para la derogación de dicha ley en dicha comunidad con la justificación de que “ya está bien de que sólo se enaltezcan las víctimas de un bando”.
No nos parece raro tras las fotos de dos altos cargos con banderas franquistas. La sombra del franquismo es alargada en las mismas instituciones y empresas que han amasado fortunas con cada gobierno anterior. Si vamos a hablar de extrema derecha y franquismo, hablemos de capitalismo también.
Junto a la derogación de la Ley de Memoria Democrática en Aragón, prometían recortar la Ley aragonesa de Identidad y Expresión Sexual, la implantación del veto parental en las escuelas o mayor censura ideológica en la televisión autonómica (ya producida por Henneo-Heraldo de Aragón, principal medio de la oligarquía aragonesa). Respecto a las competencias autonómicas relacionadas con la violencia machista, el pacto las redirige hacia la violencia "intrafamiliar", proponiéndose eliminar “el Instituto Aragonés de la Mujer y el Observatorio Aragonés de Violencia sobre la Mujer”.
También anuncia más recortes de la sanidad pública para forzar a que la privada tenga más ganancias y dinero público, así como nuevos recortes a la educación pública, prometiendo más negocio cautivo a la patronal de la educación concertada con promesas como la zona de escolarización única y la concertación del Bachillerato.
En primer lugar, nos plantean como alternativa un gobierno estatal que se dice “progresista”, que se dice “defensor de los derechos humanos” y es el mismo que ante el genocidio que está sufriendo el pueblo palestino hace tímidas críticas mientras lo justifica y vende armas a Israel, o que aplica la ley de extranjería cada día. El mismo que sigue impidiendo juzgar los crímenes franquistas y tiene a víctimas como Federico García Lorca sin exhumar, quien fue fusilado en 1936 a dos gritos: el primero, a grito de “rojo”, y el segundo, a grito de “maricón”. En julio de 2021, 85 años más tarde del fusilamiento de García Lorca, Samuel fue asesinado a grito de “maricón”, y cuando la juventud salimos a las calles a manifestarnos en contra del brutal asesinato homófobo de Samuel, fue el mismo gobierno de PSOE y Unidas Podemos, quienes mandaron a la misma policía a reprimir dichas manifestaciones.
Otras preguntas que se me viene a la cabeza es ¿por qué si está esta Ley vigente que supuestamente le da mucha importancia en educación a estos temas de la Guerra Civil, el franquismo y la Transición, y tan solo los hemos escuchado en segundo de bachillerato y muy superficialmente, casi sin escuchar las voces que silenciaron?, ¿por qué nunca nos han contado la Revolución Española, y que la victoria sí era posible?, ¿por qué casi no hay tiempo para que conozcamos la historia de los campesinos y trabajadores? ¿por qué nunca hemos dado el movimiento LGTBI+ o feminista, que no empezaron ayer?, y finalmente, ¿por qué tenemos que estudiar a 20 reyes y el pedo que se tiran y no cómo vive la gente como nosotros y sus luchas?
La versión aragonesa de la Ley de Memoria Democrática, recién derogada, no tenía una dotación presupuestaria explícita, ni capacidad judicial para llevarla a cabo.
También hablaba de fortalecer los contenidos educativos sobre estos temas en la ESO y Bachillerato, pero luego reducen su importancia en la calificación final, y no contemplan ninguna aplicación horaria para ello. También lo hacía reforzando la Ley de Amnistía que impide juzgar a los asesinos y torturadores de la guerra, la dictadura y la transición.
Sí, actos como la derogación de esta Ley por el Gobierno de Aragón muestran que está lleno de franquistas y reaccionarios de todo pelaje. Más allá de las formas que guarden, son partidos 100% patronal, fieles representantes de los intereses del IBEX35 y la burguesía aragonesa, el Régimen monárquico y todos sus privilegios. Y eso lo comparten con el resto de la derecha, pero también con una izquierda que habla de parar a la derecha, pero les ha abierto camino aplicando ajustes antiobreros en Aragón y en el gobierno estatal.
Tal vez esta sea una respuesta clave a la hora de preguntarnos cómo ha llegado semejante derecha ahí, pero también cómo a la memoria de quienes fueron masacrados por el franquismo no le alcanza con leyes simbólicas que dejan a este régimen como fiel continuista de un franquismo impune, sino con continuar la lucha. Así, apunta la necesidad de una organización independiente de la clase trabajadora, la juventud y los movimientos sociales para combatir a la derecha y enfrentar viejos y nuevos ataques vengan de donde vengan. |
