Milei llegó hablando contra "la política" y desempolvando el viejo cantito del 2001 que pedía "que se vayan todos". Pero desde su triunfo se arrojó a los brazos de la casta y recicló a varios funcionarios que estuvieron con Macri y con Menem. La designación de Rodolfo Barra como procurador del Tesoro y la ubicación de Martín Menem como posible presidente de Diputados son postales de un viaje hacia los 90.
A las 10:34 de la mañana de este viernes la Oficina del Presidente Electo confirmó la designación de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad de la Nación desde el 10 de diciembre. El anuncio hizo oficial lo que ayer ya se daba por confirmado, luego de la reunión de la excandidata presidencial con Milei en el Hotel Libertador y con su posterior convocatoria a renovación de autoridades en el PRO, anunciando que ella se autoexcluía. El mensaje, como se leía entre líneas, era un guiño que adelantaba su aceptación al ofrecimiento de sumarse al gobierno de La Libertad Avanza.
Pero el viernes tenía guardadas más novedades y trascendidos. En estas horas estamos viendo una rápida transformación de Milei, que ni bien llegó al poder guardó en un cajón su discurso contra "la política" y corrió a los brazos de la casta. Loteando su nuevo ministerio y canjeando cargos por alianzas y promesas de gobernabilidad, se encargó de reciclar a muchos funcionarios que en su pasado no solo ya ocuparon cargos en el Estado, sino que se supieron ganar el enorme repudio popular por sus políticas. Hasta ahora las distintas confirmaciones muestran un gabinete poblado de macristas y menemistas. Una postal de un viaje hacia los años noventa.
En el mismo comunicado en el que se confirmó el nombramiento de Patricia Bullrich, también se designó a Rodolfo Barra al frente de la Procuración del Tesoro Nacional. Ministro de la Corte Suprema de Justicia entre 1990 y 1993 (famosa por la "mayoría automática" y calificada como una "corte adicta" al oficialismo), luego fue designado como Ministro de Justicia de la Nación por Carlos Menem y se convirtió en uno de sus principales operadores jurídicos. Desde ese cargo fue el responsable de intentos de censura a la prensa conocidos como la "ley mordaza", proponiendo aumentar penas a periodistas que criticaran a funcionarios del gobierno.
Barra renunció en el año 1996 a pedido de Menem, cuando un escándalo lo puso en el centro de la polémica. En aquel entonces se reveló su pasado como militante de la extrema derecha nacionalista y su afiliación al grupo Tacuara, una organización abiertamente antisemita y nacionalista de extrema derecha.
"Herr Ministro" tituló la revista Noticias, con una foto de Barra en su juventud haciendo el saludo característico de los nazis y una frase suya en la que aseguraba: "Si fui nazi, me arrepiento". En la década del 60, fue detenido por atentar contra una sinagoga, tal como ilustra la tapa de Página 12 cuando se conoció su historia. Un dato no menor para quien hasta ese momento había tenido bajo su responsabilidad la investigación de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA. El pasado nazi de Barra parece ser tan solo un detalle para Milei, que se muestra muy cercano al Estado de Israel y a organizaciones sionistas como la DAIA que, tras conocer el nombramiento, sacó un comunicado aclarando que en los noventa Barra ya había "pedido disculpas". Un curioso caso de antisemitismo perdonable.
Barra, un derechista y fiel representante de la casta, tendrá un rol central ya que será quien se encargue del andamiaje jurídico y legal de las reformas que Milei quiera llevar adelante. Pero por si a la coalición de gobierno en formación no le resultara suficiente la incorporación de un menemista recalcitrante como él, este sábado se confirmó que el presidente electo habría elegido para presidir la Cámara de Diputados a Martín Menem, sobrino del expresidente y actual diputado por La Libertad Avanza.
El riojano cumple con algunas características que se mencionaron en las últimas horas. Por empezar es parte de la tropa propia, a diferencia de los otros nombres que sonaban como Cristian Ritondo o Florencio Randazzo. El dato es importante teniendo en cuenta que para el nombramiento necesitará los votos de las fuerzas mayoritarias, dado que LLA solo tiene 38 diputados. El peronismo no pretende obstaculizar que la presidencia quede en manos de quien designe el nuevo oficialismo ya que es el tercer lugar en la línea de sucesión presidencial (la misma postura que adelantó Cristina Kirchner en el Senado), pero planteaba resistencias con los otros dos candidatos.
Martín Menem es diputado provincial en La Rioja desde el 2021. En mayo de 2023 se presentó como candidato a gobernador de su provincia, perdiendo frente a Ricardo Quintela y logrando solo el 14% de los votos. Cinco meses después fue electo legislador nacional en las elecciones generales y desde el 10 de diciembre llegará al Congreso. Sobrino de Carlos e hijo del exsenador Eduardo Menem, el heredero del apellido y posible futuro presidente de Diputados está acompañado por su hermano Eduardo "Lule" Menem, que actúa como operador político.
A falta de 9 días para la asunción de Milei como nuevo presidente, todavía quedan muchas incógnitas acerca de este raro experimento que se propone conducir y que nace cargado de contradicciones y debilidades. Pero en medio de las dudas hay una cosa que queda bastante clara: lejos del "que se vayan todos", Milei busca reciclar a lo peor de la casta política argentina junto con sus recetas de ajuste y ataques.
