Con un mensaje grabado en el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada, el presidente que termina su mandato formal este 10 de diciembre se despidió por cadena nacional realizando un balance de lo que fue su gestión. El video, que dura 32 minutos, fue una muestra más de la fuerte desconexión del mandatario con la realidad que vive la mayoría de la población, golpeada por la crisis y el ajuste que este gobierno viene llevando adelante.
Tras asumir en 2019 con el mandato de recomponer el poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones que se perdió durante el macrismo y de cuestionar la deuda ilegal e ilegítima que tomó el anterior gobierno con el Fondo Monetario Internacional, la estafa electoral del Frente de Todos fue tan evidente que termina su gobierno con altos niveles de rechazo, una dura derrota electoral en el balotaje y la indiferencia hacia un presidente que dejó de ejercer su rol desde hace más de un año para dejarle el comando real a Sergio Massa. Pese a eso, en su mensaje Fernández se dedicó a explicar con detalle lo que el considera "logros" de su gestión y las dificultades que tuvo que enfrentar. "A todo le hicimos frente. Busco poner de relieve las dificultades que tuvimos que enfrentar, no como excusas para eludir nuestros errores" aseguró.
En un mensaje que ya suena repetido de tantas veces que se lo ha escuchado, se dedicó a repasar las condiciones por las que estuvo marcado su mandato como la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania y los efectos de la sequía de este año que afectó seriamente las exportaciones del país. También hizo referencia al brutal endeudamiento que recibió del gobierno de Macri con el FMI, pero omitió decir que desde su llegada al poder se olvidó de sus promesas de investigar el crédito y sus objeciones cuando era opositor, para someterse a todos los designios y las órdenes del organismo internacional.
"Sabemos que no alcanzamos los objetivos que nos propusimos en el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza. Porque las circunstancias y el contexto no nos acompañaron y también porque deberíamos haberlo hecho mejor o diferente. Asumí el gobierno en diciembre del 2019 en una situación calamitosa, con altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que nos comprometía por generaciones. Soy plenamente consciente de que el voto popular de ese momento expresaba la esperanza de terminar de una vez y para siempre con esa herencia y que no logramos plenamente el cometido", admitió el jefe Estado.
El reconocimiento del presidente saliente se queda más que a mitad de camino, teniendo en cuenta que se retira con números de pobreza e inflación que son mayores a los que había cuando asumió y una deuda con el FMI que fue renegociada sin cuestionamientos y a pedir del Fondo Monetario. El ajuste actual, los recortes en el gasto social y particularmente las jubilaciones y pensiones no podrían explicarse si no fuera porque el gobierno aceptó mansamente administrar esa hoja de ruta, en función de conseguir mayores recursos para destinarlos a los pagos de deuda.
Pese a eso, Fernández señaló que el próximo gobierno encontrará "un país más federal, más justo, más potente, con enormes posibilidades de avanzar en el camino marcado". Destacó obras como la del Gasoducto Néstor Kirchner y en las posibilidades económicas de profundizar el modelo extractivista con "exportaciones agrícolas y ganaderas y de gas y de litio que sumarán US$ 35.000 millones para el año que viene".
Intentando separarse de la perspectiva de ajuste que propone Javier Milei, que busca profundizar aún más el que ya está en curso, señaló: "Con semejante escenario no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo que tanto nos ha costado recuperar. Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal, no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen".
Fernández se retira con el repudio de millones y la indiferencia de los propios, que durante el último año lo aislaron y relegaron a un rol secundario, mientras Massa se hacía cargo en los hechos del gobierno. Su retirada a España como catedrático, dando clases en una Universidad de Madrid, es la muestra final de esa intrascendencia con la que se retira. Un presidente que llegó prometiendo que empezarían "por los últimos" y que elegirían "a los jubilados por encima de los bancos", pero que en cuatro años se dedicó a administrar el ajuste y la estafa monumental de la deuda macrista. Un gobierno que reculó ante cada paso contra los sectores concentrados de la economía, como mostró primero Vicentín y después ratificó cediendo ante los agroexportadores, las automotrices, las mineras y tantos otros, regalando beneficios impositivos a los poderosos de siempre mientras la inflación se descontrolaba y la pobreza subía.
Estos 4 años serán recordados por la sociedad entre Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Massa, que llegó apoyada por la ilusión de millones que buscaban sacarse al macrismo de encima y que se va habiendo allanado el terreno para que crezca como nunca la ultraderecha liberal, sobre el desprestigio de las grandes coaliciones, y Milei llegue a la Casa Rosada. |