Javier Milei dedicó gran parte de su primer discurso como presidente a la economía y aseguró que implementará un ajuste de "shock" porque "no hay otra alternativa".
Habló de una inflación contenida del 15.000 % anual. Un chantaje para aplicar su programa de ajuste brutal.
Planteó un ajuste de 5 puntos del gasto público y 10 puntos de recorte de la deuda del Banco Central.
Para lo primero debería hacer recortes monstruosos en jubilaciones, educación, salud, obra pública, que agudizarían la recesión actual con despidos y más pérdida de empleos.
Para lo segundo, necesita una inflación galopante que licuaría nuestros ahorros y salarios.
Al igual que lo que decía su ídola neoliberal Margaret Thatcher, dijo que “no hay alternativa” y que la única salida posible es el ajuste.
Milei ya sabe que la devaluación y los tarifazos que va a aplicar van a generar aún más inflación, pero lo oculta y repite el verso de que la única causa de la inflación es la emisión monetaria.
Además, designó a Luis "Toto" Caputo en el Ministerio de Economía, uno de los principales responsables del megaendeudamiento histórico del macrismo y un claro exponente de “la casta”.
Los bancos, los grandes empresarios pueden seguir de fiesta. La “casta económica” celebra el ajuste a la medida de sus negocios.
Es mentira que “no hay plata”. La motosierra se la van a pasar a los jubilados y jubiladas, y no a los bancos y al FMI.
No es cierto que no hay alternativa que la catástrofe de la hiper o la catástrofe del ajuste brutal. Los trabajadores podemos poner en pie otra salida.
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