Trabajadores subcontratados de una cuadrilla presuntamente de Helicom, filial de Telmex, recibieron una descarga eléctrica durante la instalación de cableado en un poste, en la localidad de El Bejuco, en Acapulco.

El grupo forma parte de los muchos trabajadores de filiales y de Telmex que arribaron a Guerrero, de varios puntos del país, para reinstalar los servicios de telecomunicaciones interrumpidos por la destrucción causada por el huracán Otis, los días 24 y 25 de octubre.

Un trabajador de nombre Valentín perdió la vida por electrocución y seis de sus compañeros sufrieron lesiones por quemadura, entre ellos un adolescente de 15 años llamado Yael, quien junto con Acosta "N" provienen del Estado de México, además de Claudio de 30 años, de la Ciudad de México y Guillermo de 35 años, de Aguascalientes.

Servicios de bomberos y de Cruz Roja Mexicana atendieron a los trabajadores y dos de ellos fueron trasladados a un hospital y se desconoce si cuentan con seguridad social. Los propios trabajadores de filiales en redes sociales informan que trabajan para la empresa Helicom, quien no ha dado declaraciones del caso.

La posibilidad de una descarga eléctrica en estas áreas laborales de telecomunicaciones es uno de los riesgos, aumentado por las condiciones de precarización y falta de derechos laborales, que causan cotidianas violaciones a las normas de seguridad e higiene, contempladas en la Ley Federal del Trabajo y de protección civil, ignoradas por la mayoría de las empresas filiales de Telmex.

Capacitación, equipo de seguridad y herramienta adecuadas, son algunas de las carencias habituales de empresas como Helicom, que mientras se anuncian como especialistas en telecomunicaciones hace más de 15 años, cuenta con denuncias de sus trabajadores por la falta de condiciones dignas de trabajo, la extrema precarización con bajos salarios, falta de pagos y de contratación colectiva, las cargas de trabajo a destajo y por comisión, entre otras irregularidades, que constituyen parte de las ganancias por mano de obra barata para la familia Slim.

Hace años que la patronal de Teléfonos de México niega al Sindicato de Trabajadores Telefonistas de la República Mexicana (STRM), la contratación de nuevas generaciones de trabajadores que renueven la plantilla laboral que se va jubilando, nutriendo con miles de trabajadores a las empresas tercerizadas bajo contratación temporal, con consecuencias como ésta, donde pagan con su vida los precarios.

Mientras las filiales en bolsas de trabajo se anuncian como empresas directas de Telmex, evaden múltiples responsabilidades legales, de protección laboral y costos de seguridad social. En casos como éste, donde ha perdido la vida un trabajador, regularmente procuran la menor indemnización y amagan a las familias con cualquier irregularidad para evadir responsabilidades.

¿Quién responde por la vida de Valentín y las lesiones y quemaduras del resto?

La precarización laboral impuesta por el gobierno y la patronal en las áreas de telecomunicaciones del país, devalúan las labores de alto riesgo que implican las áreas de instalación, mantenimiento y reparación de líneas y postes de telecomunicación, como en este caso muestra el fatal accidente que costó la vida a Valentín.

Es evidente que la seguridad, la salud y la vida de los telefonistas y de todos los trabajadores de filiales no es la prioridad de la patronal. El reconocimiento del trabajo que implican estas áreas y las condiciones necesarias para realizarlo adecuadamente, sin exponerse, debe pasar por los propios telefonistas en lucha por nuestros derechos y la unidad con todo el sector de telecomunicaciones.

Es necesaria la visibilidad de los trabajadores de filiales, pues son parte de la vida laboral despojada de derechos en las áreas de telecomunicaciones, bajo un mismo patrón: Carlos Slim, quien hace unos días superó los USD 100 mil millones en riqueza, algo que nunca había alcanzado y logró por los beneficios otorgados por contratos y licitaciones claves otorgados por el gobierno de López Obrador, además de toda la mano de obra precaria que le trae millonarias ganancias.

Opuesto al discurso de la dirección burocrática telefonista del STRM, que alienta la división, competencia entre trabajadores y el menosprecio a quienes pertenecen a filiales, bajo el supuesto de que "nos roban la materia de trabajo", hay que mirar cómo pierden la vida y se lesionan por un salario de hambre, mientras la patronal se beneficia de la masiva subcontratación para golpear de paso a nuestra organización sindical de telefonistas.

La lucha por el cumplimiento de la contratación de miles de vacantes detenidas por la patronal en Telmex, debe ir de la mano de la lucha por la sindicalización de los compañeros de filiales y el reconocimiento de sus derechos laborales. Demanda que se niega a impulsar la dirección del STRM, por su subordinación a la Secretaría del Trabajo y a la patronal, mostrada en la tibia defensa de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo de los telefonistas y los derechos de los jubilados.

Nos solidarizamos con los trabajadores de filiales que sufrieron este accidente por descarga eléctrica en Acapulco.
Justicia para ellos y para la familia del trabajador fallecido.