En un Vorterix a pura emoción, riffs, pogo e invitados de lujo, Lörihen presentó su nuevo trabajo de estudio, el octavo álbum de la banda. Aquí repasamos los mejores momentos que marcaron la noche.

Cuando una banda lleva la presentación de un nuevo disco en vivo ya es motivo de festejo. Así se vivió “La magia del caos", anoche en el teatro Vorterix, el octavo disco de Lörihen que la sigue rompiendo tras 28 años de existencia.

La apertura estuvo a cargo de Innerforce y Arpeghy que calentaron el ambiente para recibir a Lörihen de la mejor manera, rodeado de fans que esperaban con ansias –teloneros incluidos- que los músicos de Lörihen saltasen al centro del escenario. Y así fue, a lo grande.

Pasadas las 21hs empezó a sonar “Vencedor en la derrota”, el primer tema de “La magia del caos” y la potencia de la banda rugía a todo motor. El público aplaudía y hacía cuernitos, tal como bien nos enseñó Ronnie James Dio, pero los cuernitos eran de manos grandes y también de manos pequeñitas. Épico.

El segundo tema que sonó también pertenece al nuevo disco y se trató de “Fantasmas del ayer”, un temazo que cuando lo escuché por primera vez reconocí la colaboración del entrañable Walter Meza, vocalista de Horcas y la versión quedó espectacular. Mientras sonaba el tema, en la pantalla gigante detrás de la batería se veían imágenes del videoclip que lo acompaña. Luego siguió “Gritos de libertad” también de su nuevo trabajo, para pasar al hit “Bajo la cruz” mientras el público lo cantaba a viva voz, brazos en alto y emoción a todo galope.

Cuatro jinetes

Hablemos de los cuatro jinetes del metal. El baterista Leo Dobao hizo crujir una hermosa Solidrums transparente que sonaba a lo grande, los platillos danzando acompañados por una rítmica inigualable. El bajista Christian Abarca le dió esa solidez que el hard rock necesita en las frecuencias graves, con actitud y groove aportó todo lo que el show pedía. El violero Emiliano Obregón un maestro, el cerebro compositor lo dejó todo arriba de las tablas. Mientras que el cantante, perdón, debo decir señor cantante: simplemente brilló de inicio a fin.

Foto: Natalia Bidondo

Y por si esto fuera poco, hubo invitados de lujo. Pero antes vale decir que Emiliano dijo, respondiendo al aguante del público “el aplauso es para ustedes" porque en estos tiempos tan difíciles era muy importante reconocer que la gente hizo el esfuerzo para apoyar a una de las bandas que representan al metal argentino. Los aplausos se hicieron sentir y ya se escuchaba alguna crítica al gobierno actual.

Pasaron los temas que recorrieron la discografía de la banda hasta que en eso fuimos testigos de un arcoíris de emoción. Cuando llegó el turno del tema “Frías islas” subió invitado Marcelo Perez Schneider, el gran bajista de Presto Vivace. Lo que hizo con el bajo fue simplemente hermoso, danzó e hizo danzar al Vorterix. Al finalizar dijo unas palabras alusivas al tema que habla sobre la guerra de Malvinas. Pero a la vez, Marcelo es un ex combatiente de la guerra y no quedó más remedio que criticar lo que haya para criticar como por ejemplo la reivindicación de Margaret Thatcher por el presidente Milei. Y el público estalló, tipo como en el mundial, que reverdeció el clásico popular que nunca perderá vigencia: “¡Y ya lo ve ... y ya lo ve… el que no salta, es un inglés!!”. Y si, no se puede ser tan cipayo al punto de reivindicar a la Dama de Hierro.

Foto: Natalia Bidondo

Y cuando todo parecía mucho y la gente parecía más que satisfecha, lo presentaron a Julián Barrett el “hijo de…” si, al ex guitarrista de Lörihen y actual miembro de Asspera, por eso el recibimiento cariñoso tan del público. Julian también es parte de los proyectos junto a Barilari, Misson y Tarja Turunen. Alto violero y compositor que entró a lo grande con una linda, perdón quise decir lindísima guitarra de luthier con la forma del logo de Asspera. Y así inició la última parte del set list con “Cadenas de la perversión”.

Mientras el público enloquecía, en un momento pensé que había tantos grosos arriba como abajo del escenario porque entre el público también se encontraban los músicos de Helker y Azeroth haciendo el aguante. Una presentación de lujo.

Foto: Natalia Bidondo

Vale recordar que el nuevo disco titulado “La magia del caos” ya se puede escuchar en todas las plataformas, o podés adquirirlo en formato físico.

Para finalizar, mientras la monada cantaba, hacía pogo y cuernitos, Lörihen cerró la noche con un gran tema cuya melodía, totalmente coreable, tal como lo exige el buen gusto del público de estas latitudes y cerró con “Vida eterna”. Mientras Lörihen cerraba la noche, de esas de colección, una lluvia de papel picado blanco se confundía con las púas que los músicos arrojaban a la muchedumbre. Y todo fue una fiesta.

Foto: Así fue el set list, gentileza de Pablo Noguera