La principal central sindical del país convocó a una marcha a Tribunales. El sindicalismo combativo y la izquierda movilizaron exigiendo paro nacional.
Este miércoles al mediodía, miles de trabajadores y trabajadoras se concentraron frente los Tribunales Federales, en la Ciudad de Buenos Aires. La acción fue parte del llamado a una movilización para pedir que el Poder Judicial actúe contra el mega DNU anunciado por Milei. La convocatoria resultó relativamente importante, aún contra las propias intenciones de la conducción de la CGT (Confederación General del Trabajo, principal central obrera de Argentina), que apostó a una concentración limitada.
La CGT parece centrar su apuesta en que sea el Poder Judicial el que frene o limite los efectos del decreto oficial, que constituye parte de un plan de guerra del Gobierno y las grandes patronales contra el conjunto del pueblo trabajador y las mayorías populares. Sin embargo, esa estrategia, que lleva a la desmovilización, tuvo un primer traspié este mismo miércoles, cuando el juez en lo laboral José Ignacio Ramonet rechazó una precautelar de la central sindical porque el DNU aún no está en vigencia.
Durante la concentración y en las declaraciones a los medios, los dirigentes de la CGT intentaron mayoritariamente mostrar un espíritu de diálogo hacia el gobierno ajustador. Así, se encargaron de remarcar que no existe “urgencia” para llamar a un paro general, cuestión reclamada por diversos sectores políticos y sociales.
En la movilización también participaron el sindicalismo combativo, las organizaciones sociales opositoras y la izquierda. Se sumaron a la movilización de manera independiente y con sus propias consignas. Lo habían dejado en claro este martes en una conferencia de prensa.
Una de las exigencias centrales de las organizaciones combativas y de izquierda fue y sigue siendo la convocatoria a un paro nacional activo y plan de lucha hasta derrotar el mega DNU y el ajuste del Gobierno de Javier Milei, así como contra el protocolo antipiquetes de Bullrich pic.twitter.com/gAo3VAIX3S
Una de las exigencias centrales de las organizaciones combativas y de izquierda a las conducciones sindicales fue y sigue siendo la convocatoria a un paro nacional activo y a un plan de lucha hasta derrotar el mega DNU y el ajuste del Gobierno de Javier Milei, así como contra el protocolo antipiquetes de Bullrich.
Como parte del Sindicato de los trabajadores del Subterráneo de Buenos Aires y referente del Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC-PTS), Claudio Dellecarbonara denunció “las medidas de [el ministro de Economía Luis] Caputo que pulverizaron el salario y después el decretazo de Milei que mete una reforma laboral que nos roba derechos, ataca los convenios y nos quiere atar de pies y manos para que no podamos ejercer nuestro legítimo derecho de huelga”.
Ante el “plan de guerra” del Gobierno, Dellecarbonara planteó que “es más urgente que nunca convocar a un plan de lucha de la CGT, la CTA y todos los sindicatos. Y dentro de ese plan es clave ponerle fecha a un paro nacional activo, donde toda la clase trabajadora, ocupada y desocupada, pueda mostrar su fuerza”. A su vez afirmó que “no podemos confiar en un Poder Judicial que ya sabemos que actúa a favor de las empresas y los poderosos” ni en las “negociaciones parlamentarias para ver cuáles leyes quedan y cuáles no”.
Este miércoles también movilizaron con el sindicalismo combativo las y los diputados del PTS-Frente de Izquierda, entre ellos Myriam Bregman y Nicolás del Caño. “Uno de los reclamos más importantes es imponer un aumento de emergencia de salarios, programas sociales y jubilaciones, actualizados por inflación”, plantearon.
La izquierda y el sindicalismo combativo plantean una visión muy crítica de las conducciones de la CGT y la CTA, que son las mismas que vienen batiendo récords de años sin un paro general durante el gobierno del Frente de Todos, dejando que avancen el ajuste y la pobreza hasta el 44 %, y ahora siguen demorando el urgente paro nacional y plan de lucha en momentos en los que un plan brutal se quiere descargar sobre la clase trabajadora. Por eso plantean también que es necesario organizarse con asambleas desde abajo en cada lugar de trabajo para apoyar cada lucha, coordinar a los sectores combativos y también tener más fuerza para imponerle a las burocracias convocar a un plan de lucha urgente, saliendo de sus cómodos sillones.