Clara Brugada, la candidata a la jefatura de gobierno por parte de Morena, presentó su gabinete de campaña electoral y una de las características principales es que ninguno de los integrantes de este gabinete tiene más de 33 años.

Con la frase “Ser joven y ser conservador es una contradicción”, Brugada se dirigió a la rueda de prensa convocada en el Club de Periodistas, donde puso por delante el papel de la juventud a lo largo de la campaña electoral, pues los jóvenes representan el 30% de la población de la ciudad. El llamado Gabinete de las juventudes, según Brugada, es la muestra de la diversidad y el pensamiento de los jóvenes.

Dentro de la conferencia se mencionaron diferentes puntos que pretende atender la agenda política de la ex alcaldesa de Iztapalapa, como la cuestión de género, mencionando que su campaña será un espacio seguro para las mujeres trans, contra el cártel inmobiliario y contra la derecha, buscando llegar a ese sector de la juventud que está desencantado de la política y que no participa de los procesos electorales.

El gabinete de Brugada plantea la cuarta transformación como la solución a todos los males que puede tener la juventud, pero, ¿qué puede ofrecernos este proyecto político a las y los jóvenes?

Ganándose a la juventud

Morena se enfrentará a su segunda elección presidencial, y si bien es innegable la hegemonía política que todavía mantiene, no tiene la misma fuerza que en las elecciones del 2018.

Durante muchos años la estrategia de AMLO y posteriormente de Morena fue apostar a convencer a los abuelitos de las familias, sabiendo que de alguna manera ello tendría una repercusión en el voto familiar. Ahora le apuestan a la juventud y esto es sin duda una estrategia política.

La juventud es, por naturaleza, uno de los sectores más críticos, por lo que es clave que Morena capte a los jóvenes que hoy por hoy realizan críticas importantes, por ejemplo, contra la militarización del país, una de las políticas más defendidas por AMLO y que pone en evidencia cómo esta administración puede ejecutar más fácilmente políticas que los partidos de derecha trataron de implementar enfrentando una fuerte oposición en sexenios anteriores.

Si bien durante el primer cuatrimestre del 2023, México se colocó como uno de los 3 países de la OCDE con menos desempleo entre jóvenes de 29 años, es importante señalar que esto no garantiza que tengamos una buena calidad de vida, pues la mayoría de los trabajos a los que puede acceder un joven egresado de las universidades ronda los 6 mil pesos mensuales, salario que no alcanza para cubrir las necesidades básicas. También nos enfrentamos a la precarización, no solo en el salario que percibimos sino en las condiciones laborales que tenemos.

Desde su creación, la 4T se presentó como la opción de izquierda de la política mexicana, criticando profundamente a los políticos de los demás partidos y las políticas implementadas hasta el momento. Pero curiosamente Morena se formó con todos los políticos que desertaron de los partidos ya existentes.

Una de las principales posturas de Morena fue que podía gobernar para ricos y pobres, algo que en la práctica se ha mostrado imposible. Veamos por ejemplo el gran problema de la gentrificación de la CDMX, en donde empresas como Airbnb se ven ampliamente beneficiadas, así como los restaurantes y negocios que se instalan en las zonas, a costa del desplazamiento de las comunidades que viven en las colonias populares.

Morena trata de convencer a los jóvenes de que son la solución y que participando en el partido podrán ser escuchadas y atendidas sus demandas, una posibilidad históricamente negada a la juventud.

Para mantener la hegemonía política que aún conserva Morena, es clave que se gane a la juventud, por ello no es de sorprender que le ofrezca estos espacios a los jóvenes. con lo que pretende convencerlos de que es la única opción que puede dar cause a sus necesidades. Y lo hacen con el discurso de que no queda ninguna opción más allá de Morena, pero, ¿Morena es de izquierda?

La realidad es que la política de izquierda ha estado presente en el escenario político mexicano desde hace ya varias décadas, al menos un intento de política de izquierda que buscó diferenciarse del resto de los partidos. La izquierda no llegó de la mano del PRD ni de la del Morena. Surgió precisamente del hartazgo ante un régimen político que está al servicio de beneficiar el bolsillo de unos cuantos. Y es precisamente por ello que se atacaron todos los intentos de crear opciones políticas desde abajo. Y con la implementación de partidos como el PRD, el PT y posteriormente Morena se intentó llenar ese hueco de oposición, aunque más bien desde la centroizquierda o como “pata izquierda” del régimen, para luego irse derechizando, planteándolos como la única opción.

Sin embargo hay otra alternativa: si queremos poner por delante las necesidades del sector mayoritario de la población, que son los trabajadores, es necesario crear una opción política que esté impulsada precisamente por este sector. Pues junto con los jóvenes y las mujeres seremos los únicos capaces de cambiar nuestras condiciones de vida. Somos nosotros los principales interesados en hacer otro tipo de política, pues es nuestra salud (física y emocional), economía y calidad de vida lo que se ve profundamente afectado por las condiciones en las que nos tiene este sistema. Condiciones cuidadosamente planeadas para beneficiar a unos cuantos.

La solución no puede venir precisamente de los partidos políticos que han garantizado estas precarias condiciones para nosotros. Entonces hay otra opción, pero no la que la 4T ofrece, que si bien predica diferenciarse de esa política rancia, la realidad es que mantiene en su mayoría esas condiciones que critica.

No, la solución viene precisamente de rescatar y organizar una política de izquierda que sea independiente, que ponga por delante las necesidades de los trabajadores, que combata de raíz el terrible problema de la violencia de género que nos arrebata 14 mujeres al día, la precarización de los trabajos, el desmantelamiento de los sectores públicos como el sector salud. Esta es la izquierda a la que invitamos a la juventud a organizarse, para crear un partido socialista y revolucionario que luche por la superación de este sistema capitalista de explotación y miseria.