Luis Caputo -ministro de Economía- anunció que tras las reuniones que tuvieron lugar esta semana con los enviados del FMI, se llegó a un principio de acuerdo de nivel técnico. Luis Cubeddu (subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental) y Ashvin Ahuja (Jefe de la Misión), tuvieron reuniones con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de gabinete, Nicolás Posse, en los días anteriores.
Las claves del anuncio oficial incluyen nuevas metas de déficit fiscal y de acumulación de reservas, que el ministro definió como "mayores compromisos para recuperar la credibilidad". Uno de los objetivos centrales era conseguir un waiver (perdón) del Directorio del FMI por el incumplimiento de los objetivos correspondientes a la séptima revisión trimestral. El acuerdo cerrado por Martín Guzmán y aprobado en el Congreso nacional, incluía revisiones trimestrales con duras metas fiscales y de acumulación de reservas que debían ser acatadas para recibir los desembolsos del organismo.
Todos los últimos gobiernos fueron parte de hacer crecer la deuda externa y agravar el sometimiento del país. En particular el origen del plan que está por ser renovado fue el préstamo fraudulento tomado por Mauricio Macri con el Fondo Monetario, de quien el mismo Caputo fuese ministro. Alberto Fernández tuvo un rol central en convalidar el empréstito, pese haber denunciado que su destino principal había sido la fuga de capitales, luego Sergio Massa fue el garante en el Congreso para que se apruebe el plan de Facilidades Extendidas primero y después con su puesta en práctica como ministro de Economía, ambos contando con el apoyo de Cristina Kirchner.
El acuerdo técnico deberá ser aprobado por el directorio del organismo comandado por Kristalina Georgieva a fin de enero para que el FMI realice un desembolso por US$ 4.700 millones correspondientes a los vencimientos de capital de diciembre de 2023, febrero y abril de este año. Los pagos por intereses se seguirán realizando con reservas del Banco Central que se encuentran en estado crítico, al ubicarse en terreno negativo. El retorno del acuerdo vuelve a someter al país a las revisiones trimestrales y cumplir con las exigencias del organismo internacional.
Desde el Fondo Monetario emitieron un comunicado más explicito de lo habitual en relación a las graves consecuencias que tendrá la hoja de ruta definida para las grandes mayorías. En el documento afirman que: "Si bien el camino hacia la estabilidad será desafiante y las condiciones empeorarán antes de mejorar, las acciones iniciales lograron evitar una intensificación de la crisis.", para luego agregar: "En las etapas iniciales, la eliminación de los controles de precios heredados y la corrección del desajuste cambiario tendrán un impacto inflacionario y profundizarán la contracción de la actividad que ya está en marcha." Nuevas promesas de un futuro mejor que nunca llega, para intentar que los trabajadores y sus familias acepten un presente con problemas cada vez más agudos.
Desde el Gobierno, detallan en el comunicado, se comprometieron a objetivos que para cumplirse requerirían nuevos ataques sobre las grandes mayorías. "Se espera que estas políticas conduzcan a una acumulación de reservas netas de 10.000 millones de dólares para finales de 2024, incluidos 2.700 millones de dólares acumulados durante las últimas semanas de 2023.", afirman desde el oficialismo, definiendo una meta que el Estado no ha logrado alcanzar en mucho tiempo sin endeudarse. Además se proponen "lograr un superávit primario del 2 por ciento del PIB este año (consistente con el equilibrio general), mediante una combinación de medidas de ingresos y gastos.", en línea con la profundización del ajuste que vienen anunciando.
El acuerdo llega en medio de una gran incertidumbre por el rumbo de las medidas económicas que se debaten en el Congreso.. Esta semana la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los paralelos comenzó a crecer, principalmente porque ante el aumento de la inflación y las tasas de interés negativas, el dólar volvió a tomar fuerza como moneda de resguardo de valor.
En relación a los rumores previos al acuerdo, Luis Caputo afirmó que el FMI está abierto a ampliar el préstamo y otorgar nuevos fondos al país, una decisión que agravaría la dependencia con el organismo. El ministro de Economía argumentó que haber optado por esa opción hubiese requerido más tiempo y que es una decisión del gobierno resolver el problema central del país (según ellos) que es eliminar el déficit fiscal sin ampliar la deuda, sino reforzando el ajuste del gasto. Plan que ya está en marcha, recortando las jubilaciones, congelando los salarios y no aumentando los presupuestos para salud, vivienda y educación.
Milei viene planteando "un ajuste más fuerte del que pide el FMI" para pagar la deuda y responder a los intereses del gran capital. Redoblando la apuesta de los gobiernos anteriores (el de Macri y el de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa) que nunca dejaron de ubicarse bajo los lineamientos del Fondo. En sólo un mes de gestión las consecuencias de sus medidas de shock económico dispararon los precios, llevándolos a niveles alarmantes. Esta liberalización golpea con fuerza los salarios, jubilaciones y asignaciones sociales. Este jueves el Indec dará a conocer el dato de inflación de diciembre, se espera que este cercano al 30 %.
La renovación del acuerdo firmado con el FMI implica la dependencia del país a los intereses de Estados Unidos y otros países dominantes, seguir pagando una deuda externa fraudulenta desde su origen y aplicando recetas económicas que siempre han llevado a la Argentina a crisis desgarradoras. Las consecuencias están a la vista: aumento de la pobreza y una inflación imparable.
La izquierda se está organizando para enfrentar estos planes. Hacer que el paro general del 24 de este mes tenga un carácter activo y combativo, puede ser un paso clave en lograr poner en pie una contraofensiva contra los ataques del Gobierno y el Fondo Monetario.
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