Al ritmo de las cacerolas y los tambores, antes de las 20, hora de la convocatoria del Frente Cultural NorPatagonia, el monumento a San Martín empezaba a palpitar el cacerolazo cultural contra el DNU, el proyecto de Ley Ómnibus y la defensa de la cultura.
Artistas, trabajadoras y trabajadores del teatro, la danza, las bibliotecas populares, artes visuales y audiovisuales, música y comunicadores lograron sumar a otros sectores de trabajadores y trabajadoras, a vecinos y vecinas que salieron a las calles a expresar su bronca contra las políticas de ajuste del liberfacho Javier Milei.
“No al DNU, sí a la cultura”, “Milei, basura, vos sos la dictadura”, “La cultura no se apaga”, son algunas de las consignas que se leían en los carteles y se escuchaban desde los megáfonos.
“Apenas dos semanas nos llevó nuclearnos bajo objetivos comunes. Organizarnos para frenar la peligrosa avanzada del gobierno nacional sobre la cultura, el pueblo, la soberanía, los recursos y la identidad de la República Argentina”, agitaron desde los micrófonos integrantes del Frente Cultural de la Norpatagonia, un reagrupamiento integrado por más de 200 trabajadores y trabajadoras del arte y la cultura de Neuquén y Río Negro.
Postales del cacerolazo cultural
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