Es una investigación escalofriante. Este jueves 11 de enero, el sitio de investigación Correctiv reveló que el 25 de noviembre tuvo lugar una reunión entre una treintena de responsables del partido de extrema derecha alemán Alternativa para Alemania (AFD) e integrantes del movimiento neonazi de habla alemana. Entre ellos, en particular, Roland Hartwig, ex diputado y asesor cercano de Alice Weidel, presidenta del partido.
Numerosos potenciales donantes también estuvieron presentes en esta reunión organizada en Potsdam para discutir, en particular, la implementación de un proyecto de “re-emigración” en caso de llegar al poder.
En concreto, el sucio proyecto, inicialmente defendido por Martin Sellner, fundador del Movimiento Identitario Austriaco, consiste en expulsar de Alemania a varios millones de personas en función de su origen. Prevé " leyes a medida "con el objetivo de ’presionar’ a los ciudadanos alemanes "no asimilados", como informó Le Monde.
Según el plan presentado, que también prevé la expulsión de todos aquellos que acudan en ayuda de los refugiados, hasta dos millones de alemanes podrían ser deportados al norte de África. Aunque oficialmente la AFD niega apoyar cualquier proyecto de “re-emigración”, este último ha sido mencionado varias veces por algunos cargos electos del partido. El último ejemplo es Irmhild Bossdorf, quien figura en la lista del partido para las próximas elecciones europeas, y que en el último congreso celebrado en julio pasado pidió una “re-emigración de millones [de personas] ”afirmando que los alemanes deberían alarmarse por los ’cambios demográficos’ en lugar de por el ’cambio climático’”.
Mientras que en algunos estados alemanes la AFD obtiene puntuaciones superiores al 30 %, así es como la extrema derecha se prepara para una posible llegada al poder en los próximos meses y años. Un tema que, lejos de quedarse en la frontera, afecta también a Francia, donde la Agrupación Nacional ha seguido avanzando en cada acto electoral de los últimos años. Sin embargo, el partido de Marine Le Pen cuenta con la AFD entre sus principales aliados, en particular a pocos meses de las elecciones europeas, durante las cuales el grupo Identidad y Democracia, que reúne a toda la extrema derecha del continente, todavía espera conseguir grandes logros. puntuaciones.
En Alemania, la prensa burguesa y la clase política alemana se apresuraron a fingir estar horrorizadas por las revelaciones en torno a la AFD. “Vemos cuán necesario es que la BFV (inteligencia alemana, nota del editor) observe con mucha atención los contactos que se establecen en la extrema derecha, cómo los enemigos de la Constitución construyen vínculos con los representantes de la AFD y qué ideas "se están difundiendo cosas abyectas", declaró a la revista Stern la ministra federal del Interior, Nancy Faeser. Sin embargo, fue ella misma quien intentó aprobar una ley que acelerara la deportación de inmigrantes. El pasado mes de octubre, fue incluso el canciller alemán, Olaf Scholz, quien declaró en una entrevista al Spiegel: “Por fin debemos expulsar a gran escala”.
Tantas declaraciones que revelan la hipocresía de la clase política, que dice querer luchar contra la extrema derecha sin dudar en poner en práctica sus ideas. Mientras que en Europa décadas de austeridad, políticas antisociales y xenófobas han permitido que la extrema derecha llegue al poder en Hungría, Italia, Suecia y ahora los Países Bajos, en Alemania y Francia se está fortaleciendo, impulsada por la adopción de políticas derechistas cada vez más duras de los gobiernos. Frente a esta siniestra perspectiva, luchar contra el ascenso de la extrema derecha implica, por tanto, luchar contra todos aquellos que lo facilitan con sus políticas de austeridad y antisociales.
Este artículo se publicó originalmente en Revolution Permanente, la edición francesa de la Red Internacional de la Izquierda Diario.
Traducción: La Izquierda Diario México |
