La trifásica del rock desplegó cuatro potentes shows en Avellaneda plagados de invitados y un cierre con el “acto de hermandad más rockero de los últimos tiempos” junto a Divididos.
Diciembre nos sorprendió con un nuevo presidente que “habla de la libertad al pedo”, como diría Chizzo, pero también con un aire fresco de rock, el banquete más esperado por el público rockero.
Así La Renga anunciaba el primero de sus recitales el 6 de enero del 2024, que lejos de
haber sido una razón para demorarse, resulto en entradas agotadas en cuestión de horas y un público ávido de rock encargado de llenar cuatro estadios de Racing para saciarse y llenar el cuenco de los ojos, pero también detonar sueños.
Las cuatro fechas contaron con un sin número de invitados arriba y abajo del escenario: Skay Beilinson, ex guitarrista, de "Patricio Rey y los Redonditos de Ricota", ahora solista junto a La Negra Poli no paso desapercibido en la platea del estadio, pero no fueron los únicos; también estuvieron presentes Carlos Gardellini, guitarrista de Vox dei haciendo en “La balada del diablo y la muerte”, Willy Quiroga haciendo “A nadie le interesa si quedas atrás (Total qué…)” de Vox dei. El jueves estuvieron de teloneros Potrero y Wayra, hija de Tete, con su banda Cucarachas de bronce. El cierre de la última y cuarta fecha con teloneros como “Escalope” y “Massiva” y con broche de oro como sorpresa y devolución de favor - La Renga tocando de invitada en River a fines del año pasado - Divididos en lo que Chizzo definió como “acto de hermandad más rockero de los últimos tiempos”.
Crónica: Emanuel Vidal.
Fotografías de @vierja_photos
Las pibas y diversidades también dijeron "presente" en Racing.
La colectiva "Un paso atrás - No me toques" ya forma parte de los banquetes desde noviembre del 2022, cuando en Rosario se dispuso por primera vez un carpa de contención con protocolo de acción de género dentro del predio. La Renga es también pionera en incluir y hacer honor a la "familia renga", porque nos cuidamos entre todes, y el espacio que ofrecen las pibas de Un Paso Atrás, No Me Toques, es un espacio de promoción, prevención, contención y asesoramiento sobre situaciones de violencias por razones de género en los recitales, contando con un equipo especializado, así como también funcionando como punto de encuentro, comunión y disfrute. Realizamos intervenciones artísticas (pintada en vivo), pegatineadas, y diferentes acciones.
En las cuatro fechas se acercó muchísima gente al espacio "En tu andar veo mi andar", como lo han bautizado desde la banda: mujeres, diversidades, familias con niñes, y también varones que quieren romper los dientes de este engranaje, y abren tanto la cabeza como el corazón, ante este grupo de mujeres rockeras que viene a quebrar viejos hábitos y prácticas que ya son parte de la prehistoria.
El sábado con broche de oro, Chizzo convocó a abrir un espacio en medio del campo (replicado en todo el estadio), para dar paso a Hielasangre (tema que da nombre a la colectiva) y armar el tan ansiado pogo de las pibas. Sin dudas fue una fiesta, un momento clave, donde reafirmamos que se pueden habitar espacios de rock con conciencia de género, y que el disfrute debe ser para todes y en libertad.
Afuera también se vivió "la previa de las pibas" en los banquetes, volviendo a los orígenes de cómo nos conocimos y empezamos este camino hasta ser "No Me Toques". Por cada fecha se hace un grupo de WhatsApp para ir arreglando, poniendo punto de encuentro afuera, e ir conociéndonos. Muchas caen solas, otras con sus mamás, amigas, familia, hijes, etc. Se vienen de todos lados, incluso Rafaela, Chaco, Córdoba, etc. en un ambiente de cuidado colectivo, de comunidad, de alegría.
Entramos juntas para que ninguna quede sola, nos abrazamos con desconocidas, coordinamos la ida, la vuelta y avisamos al llegar a casa. Se generan cosas hermosas y todo crece, como nosotras, como el colectivo, y como la gran comunidad que seguimos armando.
Crónica: Eva Sapire @evasapire
Fotografías de @phuerza
Crónica de un jueves de enero
Agarre la moto y me dispuse a partir hacia Avellaneda, como tantas veces, pero en este
caso me convocaba un banquete con los mismos de siempre, en tiempos extraños siempre es gratificante compartir con un amigo de la vida y con amigos ocasionales semejante fiesta.
Ya en la autopista se percibía el espíritu de la bestia rock, ya empezaba a sentirme como en casa nuevamente, rodeado de conocidos desconocidos. Ya en Avenida Belgrano estacione y me dispuse a disfrutar.
La caminata hacia la entrada transcurrió como de costumbre, música por todos lados,
humos varios, cervezas, gente, gente y más gente, alegría, una especie de euforia
contagiosa y mucha felicidad. Todo muy tranquilo, no percibí ninguna situación de agite, los agentes de la ley casi imperceptibles y los controles fluidos hacían del acceso un grato paseo.
Accedimos temprano a la cancha con mi compañero de aventura y pudimos escuchar las dos bandas teloneras, Potrero del Rock y Wayra, esta última con la hija del tete como voz principal (Wayra Iglesias) y ambas muy interesantes, fueron calentando la previa, que subió en calor ya con temas de Los Redondos, Pappo y Manal entre otros, hasta que se apagaron las luces y comenzó el banquete.
Sono Buena pipa de entrada, seguido de Al que he sangrado, dando comienzo a un recital que pasaría por casi todos los discos, muchísimos clásicos y momentos de mucha adrenalina y descarga, por ejemplo con Vende patria clon, llevando a mi mente directamente a los 90s pero recargado, cantándolo con el alma para quienes presiden el país y muchos de quienes los acompañan. Panic show siguió esa tónica, con el Chizzo dedicándole unas palabras al gatito "Atención Javier. El león se quiere comer a la casta... ¡Resulta que están todos al lado suyo!"
El público, variado en su composición social y edad por lo que se podía ver a simple vista, se unió en varios momentos para cantar contra Miley y para putear a su titiritero también, enfatizando que la patria no se vende.
Pasadas las 12:30 llego el corte y el descanso, para cerrar con 4 temas que hicieron saltar a todo el mundo, Tripa y corazón fue seguido de Buseca y vino tinto, Psilocybe mexicana para delirio ya de los mismos de siempre y cerrando con el ya clásico Hablando de la libertad, la libertad de la que nos cantan desde hace 35 años, no la que algunos compraron recientemente vaya uno a saber con qué sueños concebidos en sus almohadas de piedra.
Así llego el final, retirándome cansado pero feliz una vez más, como desde hace 28 años, siempre con esa sensación de gratitud por lo recibido, Arte infernal!!!!!
Crónica: Daniel Fernández
Fotografías de @lulutsacalian__ |
