Un tren arribando a la estación de Quilmes. En la línea Roca uno de los servicio más gravemente afectados será el ramal Bosques/Florencio Varela.
Desde este jueves, habrá 70 trenes menos en el Roca. Ya se recortaron 30 en el Mitre y 18 en el Sarmiento, como parte de un plan de ajuste en marcha. El planteo de la Agrupación ferroviaria Naranja.
El ajuste avanza y ya está en marcha: la empresa Trenes Argentinos ya oficializó que desde este jueves 25 de enero los nuevos diagramas del servicio de trenes contienen un profundo recorte. Ya había comenzado en las líneas Mitre y Sarmiento, ahora es el Roca donde dejarán de circular 70 trenes del diagrama actual. Es decir, con 70 trenes menos el público usuario del Roca sufrirá mayores demoras, vagones repletos, y en algunos casos la virtual cancelación del servicio como ocurre en el ramal Florencio Varela/Bosques, uno de los más afectados.
Diagrama oficial que estableció la empresa Trenes Argentinos con algunos de los servicios que dejará de prestar en la línea Roca.
En una situación de desconcierto por la falta de nombramientos en la cúpula de las gerencias de línea, el Gobierno de Javier Milei sin embargo no se privó de iniciar su plan de recortes. Un servicio que ya presentaba algunas falencias (utilización de viejas formaciones Toshiba sin aire acondicionado y cancelaciones) ahora directamente queda fuertemente recortado. “Esta línea es una de las más populares y las personas que toman el tren en la zona de Varela y Bosques están entre el sector de la población más pobre de la zona sur del conurbano. Es obvio que a este Gobierno, que encima aumenta las tarifas y busca que el costo operativo recaiga más sobre el bolsillo popular, no le interesa que viajen los pobres. Por eso, directamente los deja sin trenes”, plantea a La Izquierda Diario un ferroviario que es vecino de Florencio Varela. “En el sector de Evasión nos están trasladando a distintas estaciones, lo que nos perjudica porque nos sacan de los puestos que ocupamos hace años, y todo para que haya más control sobre la gente que cada vez más va a estar complicada para pagar un pasaje. Están condenando al pobre a no viajar, a que se arregle en bicicleta o como pueda. Es una insensibilidad social tremenda”, nos cuenta otro trabajador del sector que se ocupa de orientar al pasajero y controlar pasajes en las estaciones.
Un meme que parodia cómo se viaja en horarios pico. Si se mantiene el recorte, será una escena cada vez más habitual.
Por otra parte, esta semana fueron paulatinamente cerrando la casi totalidad de boleterías en las estaciones, dificultando al público el acceso a la carga de tarjetas del sistema SUBE para viajar. “No sabemos qué hacer, venimos a trabajar, pero nos quedamos mirando el techo porque la empresa nos dice que no abramos la boletería. Aparentemente es por un problema de pagos con la empresa de recaudación de caudales”, nos explica una boletera de ramal Quilmes/La Plata con un dejo de angustia. No es el único caso de problemas con proveedores: ni siquiera en las oficinas administrativas cuentan con toner para impresoras o resmas de papel y en áreas operativas empiezan a tener inconvenientes con los vehículos de calle como las camionetas para el traslado de personal porque cuando sufren algún desarreglo no tienen servicio técnico.
La política que en los hechos está implementando el Gobierno de la coalición “La Libertad Avanza” parece estar en consonancia con su declaración de intenciones respecto al servicio ferroviario: dejarlo en manos de empresas privadas. Dejar que se vaya degradando a propósito podría tener la intención de preparar a la opinión pública para aceptar un nuevo sistema de concesiones, aunque no existen encuestas que expresen que el público mayoritariamente prefiera ese sistema: la experiencia de los años ´90 demostró que el servicio no solamente no mejoró ni se modernizó, sino que empeoró y encima resultó más caro porque significó el aporte de una mayor masa de subsidios por parte del Estado.
La posición de la oposición ferroviaria antiburocrática
A continuación reproducimos el comunicado de prensa que hizo llegar a la redacción de La Izquierda Diario la Agrupación Naranja ferroviaria, conformada por militantes ferroviarios del Partido de Trabajadores Socialistas en el Frente de Izquierda e independientes.
Comunicado Agrupación Naranja Ferroviaria
Reducción del servicio y menos trenes: otra cara del mismo plan de ajuste
Oficialmente la empresa ya confirmó la reducción de 70 servicios eléctricos en la línea Roca a partir del jueves 25, la mitad pertenecientes al ramal de la vía Varela/Bosques. Sin dudas están poniendo en práctica un brutal ajuste hacia el pueblo trabajador, ya que a esta drástica reducción de servicios se suman -como estamos viendo esta semana- el cierre de decenas de boleterías donde no se puede cargar la SUBE, el traslado de trabajadores del sector Evasión para tener más control sobre el usuario, la cancelación de importantes obras de infraestructura ferroviaria con centenares de trabajadores de la UOCRA despedidos y tarifas con un aumento del 45% mensual debido a lo que en febrero el Gobierno planea llevar el pasaje mínimo del tren a $ 130 y el de colectivo a $ 270.
La misma práctica están realizando en todos los servicios ferroviarios de pasajeros del AMBA: 30 servicios menos fueron anunciados en la línea Mitre, 18 menos en el Sarmiento, escasez o directamente falta repuestos y gasoil para los servicios diésel, y decenas de boleterías cerradas, entre tantas otras medidas de recorte.
Es una realidad: el ajuste no lo está pagando la “casta” sino que lo pagamos los trabajadores y usuarios con un servicio fuertemente reducido (menos trenes, lo que tendrá como consecuencia menos frecuencias, más demoras y vagones más llenos) y con tarifazos altamente antipopulares.
Desde la Agrupación Naranja Ferroviaria estuvimos impulsando intensamente la convocatoria al paro de este 24E para que se transforme en una expresión de repudio activo al DNU y Ley Ómnibus de Milei pero a la vez exigimos que los sindicatos ferroviarios (Unión Ferroviaria, La Fraternidad, ASFA de señaleros, APDFA) tomen medidas y convoquen a asambleas de base, como parte de un plan de lucha que incluya la defensa de los derechos del público usuario contra estos recortes y ajustes que impactan especialmente sobre el pueblo trabajador.
