Desde el IANIGLA, especialistas del CONICET y de la Universidad de Cuyo publicaron una carta en la cual critican los cambios propuestos señalando su negacionismo climático y el impulso de sectores económicos. Lee la carta completa.
El Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) es una institución científica central para la investigación y cuidado de los ambientes glaciares y periglaciares en el país, los ciclos hidrológicos y el conjunto de ecosistemas y comunidades ligadas a los mismos.
En su carta, señalan que "contiene modificaciones que van en contra de la protección y cuidado de las reservas estratégicas de agua en estado sólido en Argentina, y de las recomendaciones formuladas por la comunidad científica internacional a través del IPBES (Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas) y el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático)."
El cambio climático, señalan, ya ha generado retroceso de los glaciares y el descongelamiento del permafrost, lo que implica una pérdida sustancial de reservas hídricas estratégicas. Y estas tendencias, afirman, continuarán o se incrementarán. El negacionismo climático expresado por el presidente, presentes en el conjunto de las modificaciones ambientales de la Ley pero particularmente en el apartado del mercado de gases de efecto invernadero y en el fuerte impulso a la expansión de la matriz fosil, está presente en los cambios referidos a glaciares y periglaciares. Y esta carta lo expone y contrasta con la evidencia científica.
Los y las especialistas plantean que las modificaciones que propone el proyecto de Ley Ómnibus "son imprecisas e inconsistentes, desvirtúan el espíritu de la ley 26.639, y no se sustentan en los últimos avances del conocimiento científico sobre los glaciares, el ambiente periglacial y el ciclo hidrológico de los Andes".
Entre otros puntos problemáticos, apuntan a que los cambios propuestos son "imprecisos y problemáticos" y y que "restringen de forma sustancial la superficie bajo protección, excluyendo una enorme cantidad de cuerpos de hielo e ignorando el rol ecosistémico de los glaciares y el ambiente periglacial"; excluyen a "a los manchones de nieve perennes o los glaciaretes, que son junto con los glaciares de escombros, los tipos de cuerpo de hielo más numerosos en los Andes de Argentina" y "constituyen importantes fuentes de agua para las poblaciones aledañas" en regiones semiáridas; deja afuera del ambiente periglacial a todo lo que no sea "escombro activo".
Además del negacionismo climático, otro aspecto que resalta la carta son los intereses económicos que están detrás de las modificaciones del proyecto de Ley: "Habilitar actividades económicas que impacten sobre nuestras reservas hídricas estratégicas en general, y sobre el ambiente periglacial en particular, afectaría directamente las zonas de recarga de agua de las cuencas hídricas cordilleranas exponiendo a un mayor riesgo a los ecosistemas y actividades que se desarrollen en sus
inmediaciones o aguas abajo."
Como vienen señalando las diputadas y diputados del Frente de Izquierda, cada cambio de la Ley Ómnibus tiene nombres y apellidos de sectores que buscan beneficiarse. En este caso resaltan las grandes mineras como Barrick Gold, pero también sectores vinculados al fracking, como es el caso de la Compañía General de Combustibles la petrolera de Eduardo Eurnekián que intenta continuar con el proyecto Palermo Aike en Santa Cruz, al que señalan como otra "vaca muerta", ubicado justamente en ambientes glaciares y periglaciares.
Finalmente, la carta solicita a las y los legisladores "no hacer lugar a las modificaciones propuestas en la Ley N° 26.639".