Mientras se llevaba adelante este jueves un dura represión en las afueras del Congreso contra vecinos autoconvocados de las asambleas barriales, contra trabajadores, mujeres, jóvenes, estudiantes, jubilados y trabajadores de prensa, los diputados de La Libertad Avanza, PRO y la UCR hacían todo lo posible por mantener la sesión que se desarrollaba con ruidos de fuertes estruendos de fondo.
Durante su intervención, el diputado por el PRO y ex ministro de Educación durante el Gobierno de Macri, Alejandro Finocchiaro, apuntó contra los diputados y diputadas que se oponen a la Ley Ómnibus y realizó una repudiable y grave provocación contra los manifestantes que en las afueras del palacio recibían balas de goma, palos, gases, golpes y detenciones.
"Acá hace 48 horas que, desde adentro y desde afuera de este Congreso, se quiere impedir que se sesione", expresó. "Afuera (se encuentra) un grupo de diletantes que están empeñados en ser reprimidos para que esta sesión pare", continuó. Y finalizó con que "afuera no hay trabajadores. Porque si fueran trabajadores no estarían 48 horas al pedo en la Plaza", sostuvo.
Se trata de dichos con altas dosis de cinismo. Mientras el Gobierno que Finocchiaro apoya reprimió hasta con disparos de balas de goma apuntando a los ojos de los manifestantes -comprometiendo a algunos su visión-, y golpeó y gaseó salvajemente hasta a jubilados y trabajadores de prensa, por el sólo hecho de manifestarse, el diputado derechista acusa a las víctimas de la represión de Bullrich, de victimarios.
A lo cual se suma el intento de alimentar típicos sentidos comunes derechistas como señalar a los manifestantes como "vagos" que "están al pedo". Tal como señalaba una jubilada durante la jornada del jueves, nadie puede estar allí por placer hasta altas horas o con la fuerte ola de calor que golpea varias ciudades, sino solo ante la necesidad de defender sus ya saqueados ingresos, derechos y conquistas sociales.
Además de que todas las personas que se encontraban allí bajo alguna u otra modalidad trabajan -al no ser empresarios, venden su fuerza de trabajo para poder subsistir- o trabajaron -como es el caso de los jubilados-, en las pantallas de TV o para cualquiera que pasara por el lugar podía visualizar una importante cantidad de banderas de organizaciones o comisiones internas de distintos lugares de trabajo y de diversos gremios. Aeronáuticos, trabajadores del Subte, del Ferrocarril, los trabajadores de la gráfica MadyGraf (ex Donnelley), de la alimenticia Mondelez, de la multinacional Coca Cola, entre muchos otros dijeron presentes para rechazar la Ley a pesar de las represiones. Pero Finocchiaro, como parte de los funcionarios políticos que representan los intereses de los grandes empresarios, está claramente muy lejos de saber de que está compuesta una manifestación obrera y popular.
Los comentarios de Finocchiaro deberían recibir el repudio de todo aquél que defienda el libre derecho a manifestarse. Se hace necesario rechazar fuertemente todo tipo de ataques a los trabajadores, mujeres, jóvenes, vecinos y jubilados que protestan ante lo que consideran una Ley que no hará más que agravar su actual situación. |