Si bien la Ley Ómnibus tuvo media sanción, aún no está aprobada, y la represión en el Congreso a las asambleas de autoconvocados, a jubilados y a la izquierda, solo generó que más sectores comiencen a organizarse y luchar.
Por la tarde de hoy, estudiantes, docentes y no docentes de las distintas sedes y carreras de la Universidad Nacional de Luján (UNLu) se reunirán en un nuevo encuentro virtual por meet de autoconvocados y autoconvocadas. Empieza a ser parte de todo el fenómeno de asambleas autoconvocadas y populares que surgen en todo el país, como las de Unidxs x la Cultura, en localidades y por zonas como las de Zona Sur, Norte y Oeste del Conurbano Bonaerense, y como las de los barrios de CABA y ciudades como Córdoba, Mendoza, y Neuquén entre otras.
En esta casa de estudios se conformó a partir de un grupo de estudiantes que, frente al brutal ataque que implica las medidas del gobierno de Milei y ante la ausencia de espacios asamblearios por parte de las conducciones de los centros de estudiantes, vieron la necesidad de agruparse para luchar en defensa de la educación pública y todos los derechos que ataca el DNU y la Ley Ómnibus.
Luego de la brutal represión del día jueves 1 de febrero por parte de la Gendarmería, la PFA y la PNA que comanda Patricia Bullrich, donde Evelyn Medina, estudiante y miembro de la Secretaría de Extensión Universitaria del Centro de Estudiantes de Trabajo Social (C.R. San Miguel) recibió 5 impactos de balas de goma y otros estudiantes heridos, entre mensajes de solidaridad y repudios a la represión, el grupo de autoconvocados empezó a surgir con más fuerza y las conducciones de los centros de estudiantes debieron convocar a una próxima asamblea interclaustro e intercarrera con diferentes centros de estudiantes de la zona.
Frente a los ataques que viene anunciando el gobierno de Milei de la mano del DNU y la ley ómnibus que va a impactar de lleno en el conjunto de las universidades, el pueblo trabajador y los sectores populares, muchos estudiantes, docentes y no docentes empezaron a debatir, organizarse y salir a las calles estos días cuando arrancaba a debatirse el proyecto de ley, donde fueron protagonistas de jornadas de lucha enormes que dejaron un contundente mensaje al gobierno, las patronales y las centrales sindicales. Junto con las asambleas barriales, la izquierda y el sindicalismo combativo se coparon las calles aledañas al Congreso con un fuerte mensaje al gobierno y a las centrales obreras: “un solo paro no va alcanzar, necesitamos una huelga general” y “a dónde está, que no se ve, esa famosa CGT” fueron algunos de los cánticos que se escucharon.
Desde los primeros anuncios hechos por el Ministro de Economía Nicolás Caputo ("el caputazo") hasta acá, hay un fuerte ajuste enorme a la educación pública: congelamiento del presupuesto universitario, ya que es exactamente el mismo que se utilizó para el año anterior y que va a traducirse en un ajuste al salario docente, recortes en infraestructura, proyectos científicos, laboratorios, becas estudiantiles, administración, etc.
Como parte de la ofensiva, el DNU establece la esencialidad de la educación, lo que implica que el derecho a la protesta pase a ser ilegal. A su vez, la Ley Ómnibus implementa aranceles para nuestros compañeros extranjeros por estudiar en la universidad. Para completar el combo de ataque, se propone un modelo de financiamiento por productividad y resultados que implicaría destinar más plata a aquellas instituciones con mayor “rendimiento”.
Desde el punto de vista mileista, la educación no es un derecho social sino que es considerada un servicio más del mercado. Esto quiere decir que la educación pasa a la órbita de las actividades que se evalúa según su rendimiento y eficiencia, una lógica empresarial. El DNU ataca las universidades públicas con el horizonte de la precarización, privatización y mercantilización.
Pretenden entregar el país a los grupos concentrados del poder económico; cercenar los derechos adquiridos de los trabajadores; saquear el medio ambiente; entregar recursos naturales, entre otras medidas regresivas.
¿Cuál es la salida?
Luchemos por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre que están siendo atacados de la mano de este gobierno.
La mejor defensa que tenemos los estudiantes ante los ataques de gobierno que pretenden imponer sus intereses y ganancias en detrimento de nuestros derechos conquistados es la auto organización. Necesitamos coordinar y poner en pie un movimiento estudiantil que siga el ejemplo de la organización desde abajo que viene desarrollándose en las asambleas barriales para defender una educación pública, laica, gratuita y de calidad.
Es necesario desterrar definitivamente la elitización y la mercantilización de la universidad. En este sentido, los centros de estudiantes que son nuestros organismos políticos y gremiales, tienen que estar a la cabeza de la lucha contra el arancelamiento y el ataque a la autonomía de la universidad pública. Al mismo tiempo es necesario que se debata y se discuta en clases públicas, plenarios y asambleas las mejores medidas para expandir y visibilizar la lucha.
La mayoría de los estudiantes somos trabajadores o hijos de trabajadores, por eso debemos defender nuestras conquistas. La unidad entre trabajadores y estudiantes es la única capaz de enfrentar los planes del gobierno y el FMI. En este camino, desde la EN CLAVE ROJA, y PAN Y ROSAS luchamos por forjar una verdadera unidad obrero- estudiantil, para poner todos los recursos científicos, intelectuales y materiales, en función de las necesidades de las mayorías populares.
Queremos retomar las banderas de la unidad obrero-estudiantil del Mayo francés y del Cordobazo, empezando por rodear de solidaridad las luchas que está dando el movimiento obrero, como lo hicimos con Madygraf, Mondelez (ex Kraft), las familias de Guernica y el Barrio Obligado que pelearon por tierra para vivir y llegando a organizar acciones y conquistar organismos comunes para luchar.
Por eso tenemos que dejar en claro que no permitiremos avanzar la injerencia del financiamiento privado en la Universidad Pública y que es una necesidad inmediata aumentar el presupuesto universitario. De esta manera las carreras no serán moldeadas por el mercado y los convenios que atan a la Universidad a los grandes monopolios.
Por eso es importante seguir movilizados. Con el protagonismo de las asambleas barriales, con la fuerza de la juventud, con la izquierda que da pelea en el recinto y la Plaza. Sumando a los sindicatos y seccionales que van a ser golpeados por las privatizaciones, como SiPreBA (que estuvo este jueves y viernes), los ferroviarios del Sarmiento, las y los aeronáuticos, la CTA y ATE que también se ven afectados. Las asambleas serán el gran aliado para resistir ese ataque. Hay que soldar esa unidad en estas semanas. y encontrarnos en las calles este martes 6/2 .
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