Desde hace cerca de dos meses la Asamblea Afectadxs por el DNU y LO, viene impulsando la movilización para enfrentar el plan motosierra de Milei en la Comarca Andina. Ante el ataque al bolsillo, el DNU y el Protocolo Represivo que continúan, tomar conciencia del triunfo que significa la derrota de la LO, para profundizar el plan de lucha.
El 28 de diciembre, el día que se anunciaba el paro general de la CGT, se convocó a la primera asamblea de Afectadxs por el DNU. Esta iniciativa, maduró luego de la marcha del 20 de diciembre en El Bolsón. En paralelo a la realizada en CABA que rompió el muro de miedo que buscó imponer el gobierno con la amenaza de quita de planes y un despliegue represivo descomunal, abriendo la puerta al cacerolazo de aquella noche.
La asamblea atravesó este proceso buscando consolidar un método de funcionamiento que rompió la lógica imperante: votar resoluciones, acotar un temario, coordinar la palabra y democratizarla. Es una práctica y un ejercicio que permitieron elaborar síntesis comunes con las que avanzar: el 24E como un inicio para la puesta en pie de un plan de lucha; la asamblea como una asamblea de asambleas, es decir, un espacio de coordinación y deliberación de otros espacios; la necesidad de permanecer alertas y movilizados en las calles hasta derrotar el DNU, la LO y el Protocolo; la búsqueda activa de ampliar la participación a otros sectores; fueron acuerdos que se construyeron en el debate y que se resolvieron en común.
Desde un principio coexistieron diversas miradas sobre el rol de la asamblea, su desarrollo y perspectivas. Pero estos acuerdos y el método asambleario fueron y siguen siendo una garantía para dar proyección a esa caracterización común que maduró en las primeras reuniones: la crisis va a golpear fuerte en pocos meses con el inicio de clases, los tarifazos y el aumento de los alimentos, impulsando a nuevos sectores a la lucha. En ese momento, nuestra asamblea puede ser una referencia para impulsar la pelea contra el plan motosierra, y un espacio de organización de la fuerza de sectores de trabajadores, jubilados, comunidades, estudiantes y del movimiento de mujeres.
Pero, para ello, es necesario consolidar el método democrático directo y ampliar la base de sustentación de este proceso buscando organizar a sectores que hasta ahora vienen sufriendo la crudeza del ajuste sin que madure la necesidad de organizarse. Impulsar en cada lugar de trabajo, estudio, artístico o de sociabilidad en general la idea de que organizarnos para pelear es la posibilidad de revertir la decadencia de nuestras condiciones de vida luego de años y años de una pasividad impuesta que empezó a resquebrajarse el 20 de diciembre pasado.
Por caso, el inicio o no inicio de clases, abren la posibilidad de que miles de docentes tomen en sus manos la convocatoria a asambleas abiertas en las escuelas, convocando a estudiantes, auxiliares y familias a debatir y organizarse. Incluso puede ayudar a que procesos de organización entre los estudiantes secundarios que comenzaron a desarrollarse con la constitución de Centros de Estudiantes durante el año pasado, cobren masividad y se amplíen a otros sectores de la juventud. El ataque al presupuesto universitario puede ser la amalgama que potencie la organización en la UNRN y los terciarios, nucleando a becarios del CONICET y otros sectores de profesionales.
Pero también, y fundamentalmente, puede ser un espacio para que amplios sectores de trabajadores realicen una experiencia de organización novedosa luego de años de pasividad impuesta por las conducciones sindicales que, tanto en Chubut como en Río Negro, vienen firmando hace años acuerdos salariales a la baja y entregando conquistas en función de acuerdos con los sucesivos gobiernos asegurando la “paz social”.
Quienes vienen combatiendo los incendios en Los Alerces o en Nahuel Huapi, los brigadistas del SPMF de Chubut, del SPLIF de Rio Negro, los del ICE del PNNH y PNLP y de la Brigada Sur del SNMF, con niveles de precarización diferentes, pero con el denominador común de salarios de pobreza, son la muestra evidente de lo que valen nuestras vidas, las vidas de los trabajadores, para los patrones, en este caso el mayor precarizador del país: el Estado.
Se trata de unir por abajo lo que los partidos patronales, el Estado y las burocracias dividen por arriba ¿Por qué no pelear juntos por la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados con plenos derechos y salarios dignos?
Hablamos de retomar la experiencia de Comisiones Internas en los hospitales, municipios, organismos estatales, educativos y dependencias que permitan una organización de base capaz de recoger el descontento y la frustración con los sucesivos gobiernos y conducciones sindicales y transformarlas en organización y lucha para conquistar nuestras demandas elementales con la fuerza moral de que en las calles derrotamos la Ley Omnibus.
Sin dudas, el triunfo de la movilización en las calles que significó la derrota de la LO en el Congreso, es un elemento para recuperar la confianza en nuestra fuerza. Aunque no sólo se trató de la calle, ya que las denuncias de los diputados del FITU como Myriam Bregman, Christian Castillo, Nicolas del Caño, Alejandro Vilca (PTS) y Romina del Plá (PO), constituyeron una muestra de cómo esas bancas conquistadas pueden ponerse al servicio de la movilización en las calles con denuncias que desnudan el carácter antidemocrático de las maniobras de los partidos patronales en una institución como el Congreso.
Nuestra movilización fue un factor determinante para derrotar este intento bonapartistas de Milei, y es un gran elemento moralizador para continuar la lucha por derrotar el DNU y el conjunto del Plan Motosierra. Las asambleas barriales de CABA y GBA, junto a la izquierda y sectores del sindicalismo combativo y los movimientos sociales, constituyeron una vanguardia decidida que mostró la fuerza de las y los trabajadores en las calles durante los tres días de debate en el Congreso, incluso enfrentando la represión, cuando sectores con una enorme capacidad de movilización, referenciados en el peronismo- Kirchnerismo, se negaron a convocar.
Por ello la concentración y radio abierta que realizaremos el próximo 1 de marzo en Plaza Pagano, en paralelo a la convocada en Congreso ante la apertura de sesiones parlamentarias, es la forma de dar continuidad a este plan de lucha que atraviesa la movilización del 8M que están organizando nuestras compañeras, del 24 de marzo que será una jornada nacional que buscamos impulsar desde nuestro espacio en consonancia con la convocatoria del EMVyJ.
Hablamos de dos estrategias diferentes. Por un lado, profundizar la movilización y organización en las calles para derrotar el plan del gobierno con los métodos históricos de la clase obrera, La huelga general, los piquetes y las asambleas de base como organismos de autoorganización social capaces de impulsar esas acciones independientes de los gobiernos. Por otro lado, una vía institucional donde la movilización constituye un elemento de presión para negociar a nivel de cúpulas, imponiendo la pasividad de la espera, como expresan los dichos de CFK o la actitud de Grabois y las conducciones sindicales.
Estamos hoy ante un renacimiento de la necesidad de organizarnos en común en cada ámbito para enfrentar lo que viene, porque aquello de que “la salida es colectiva” comienza a tener una corporeidad que le negaron quienes decían que “la patria era el otro”, y está surgiendo desde abajo.
Nuestra asamblea, puede ser un elemento determinante para dar expresión a una subjetividad que comienza a madurar por lo bajo luego de la frustración que significaron tres gobiernos sucesivos que engañaron de las mayorías. Otro elemento a desarrollar es este balance de la experiencia con el último gobierno peronista, del que pareciera que sólo se busca hacer cuentas con Alberto Fernández, actual presidente del PJ, escondiendo el apoyo fundamental a toda su política que brindó la vicepresidenta Cristina Fernández, incluido el aval al ajustador Sergio Massa, y la gobernabilidad que aseguraron desde Grabois hasta la CGT, pasando por los gobernadores y parte de oposición de derecha.
Cuando se presentó el acuerdo con el FMI que convalidaba la estafa macrista, desde la izquierda, y desde el PTS en particular, lo denunciamos y llamamos a movilizar en contra del mismo. Quienes agitaron en ese entonces el fantasma de la “devastación” que significaría no firmar el acuerdo y desconocer la deuda, son quienes hoy, ante la evidencia incontrastable de la sumisión del país al imperialismo que significó este acuerdo, se proponen como alternativa especulando con las elecciones de 2027 y nos piden esperar.
Pero, los y las trabajadoras y el pueblo pobre ¿Podemos esperar a 2027?
Nos urge salir a enfrentar este ataque brutal, porque si no peleamos hoy será peor. Ya lo demostró la pasividad que se impuso durante los ataques del gobierno de los Fernández, no luchar en las calles implica dejar que avancen los acuerdos palaciegos que nos hunden en la miseria.
Los y las socialistas del PTS no sólo queremos detener la decadencia y los planes de ajuste contra nuestras condiciones de vida. Queremos generar la fuerza social capaz de imponer nuestras demandas y vencer. Queremos pelear por una revolución socialista que acabe con el capitalismo ecocida y anti humano. Queremos crear una sociedad nueva que se irá forjando necesariamente desde abajo, con organismos de autoorganización que garanticen la democracia directa en la toma de decisiones hacia un gobierno de los y las trabajadoras.
Como el surgimiento de nuestra asamblea, la importancia de una minoría activa, de una fracción consciente de las tareas, es decisiva. Desde el PTS somos parte activa de esa minoria activa, pero apuntamos a agrupar al sector mas decidido y consecuente de la vanguardia para pelear por esta perspectiva.
Como dijo Myriam Bregman “Luchar no te va a hacer estar peor”, pero no luchar nos ha traído hasta aquí. Está en nuestras manos construir una salida a la crisis que esté a la altura de nuestras expectativas.
Resoluciones de la Asamblea Afectadxs por el DNU y la LO del 8 de febrero
En principio intercambiamos sobre como seguir. Se hablo de impulsar asambleas abiertas a la comunidad en las escuelas ante el inicio de las clases por cuestiones que hacen al transporte escolar que en la región de Chubut viene siendo reducido desde la pandemia dificultando a las familias y cuestiones de infraestructura, además del reclamo salarial de docentes y auxiliares. En el mismo sentido se habló de la situación del HAEB ante el ajuste, la falta de genéricos desde que se descontinuo la producción por efecto del DNU, falta de personal y problemas salariales y de sobrecarga de horas extras para compensar la depreciación salarial.
Por todo esto poder impulsar asambleas en cada pueblo, como El Hoyo donde el año pasado se dio una larga lucha en reclamo del transporte escolar que puede cobrar nuevo impulso y sumar a otros sectores que comiencen a levantar sus reivindicaciones, y que se coordinen a través de nuestra asamblea.
Actividades
1 de marzo
Ante la apertura de sesiones en el Congreso, las Asambleas populares de CABA y GBA llaman a movilizar al Congreso y la idea es acompañar esa medida desde acá con una concentración y radio abierta ese día en Plaza Pagano a las 19 hs contando las novedades que lleguen donde seguramente se repita el despliegue represivo del debate de la LO ante la movilización.
8M
Este Viernes 16 se hará una asamblea transfeminista para organizar la marcha del 8M en Lago Puelo. Las compañeras participaran desde la asamblea para coordinar con el resto de sectores la convocatoria a esta importante jornada que puede marcar el resurgimiento del poderoso movimiento de mujeres.
24 de Marzo
Se habló de organizar desde nuestra asamblea la convocatoria a la jornada en el marco de la convocatoria que lanza el EMVyJ que en principio está planteando una marcha unificada. Esperamos la definición de la convocatoria, pero lo precisaremos después del 8M.