El día lunes, Zoe le comentó a su madre que saldría a ver un partido de básquet con una amiga. Prometió regresar al finalizar. Sin embargo, esto no sucedió. La madre la buscó con mucha preocupación la mañana siguiente. Se puso en contacto con la amiga de la adolescente y supo en dónde podría encontrarse realmente.
Aparentemente, “el Gringo” solicitó ayuda de un amigo durante la mañana del martes. Y este fue quien alertó a la policía y a la familia sobre el cuerpo. De acuerdo con el abogado de la familia, Esteban Bustos, no cabe duda de que la agredieron sexualmente, ya que presenta indicios de estrangulamiento, golpes y violación. Aun así, todavía se encuentran a la espera de la autopsia final.
Con mucha conmoción, familiares, amigos y allegados se autoconvocaron para expresar su angustia y preocupación en las calles. Marcharon por la Av. Belgrano hasta la comisaría 16, exigiendo justicia por Zoe. Los carteles apuntaron claramente a los pedidos de #NiUnaMenos. Al finalizar, entre lágrimas, la madre habló con los medios y reiteró su pedido de justicia.
Lamentablemente, la violencia machista no cesa hacia las mujeres y diversidades. Los femicidios son el último eslabón de una gran cadena de violencias machistas ejercidas hacia las mujeres, travestis y trans, que el estado a través de sus instituciones legítimas y reproduce. Son crímenes que en muchos casos podrían evitarse si los gobiernos destinarán presupuestos necesarios para políticas de prevención y atención a la altura de la situación de emergencia que viven las mujeres y diversidades.
Este 8 de marzo tenemos que salir a las calles a exigirles a los gobiernos un plan nacional de emergencia contra la violencia hacia las mujeres y su financiamiento. Así también, impulsar una gran ola de la marea verde que supimos ser, que tenga la suficiente fuerza para enfrentar el machismo y la misoginia que se ven fortalecidas por el gobierno de Javier Milei. Por eso, las mujeres y disidencias desde Pan y Rosas décimos: ¡Ni Una Menos! ¡Justicia por Zoe! ¡Ni un Derecho Menos! ¡Ni un ajuste más! |