El asesor presidencial Federico Sturzenegger, exfuncionario de Mauricio Macri y Fernando de la Rúa, es desde niño hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata. Este domingo, en el marco del clásico que el Lobo jugó de local contra Estudiantes, decidió ir a la cancha a ver a cuadro de sus amores.
Pero lo que quizás Sturzenegger no calculó es que mucha gente lo identifica claramente con las políticas empobrecedoras de las mayorías populares y enriquecedoras de las grandes corporaciones, nacionales y multinacionales, que hace más de veinte años aplicó la Alianza, que entre 2015 y 2019 ejecutó Cambiemos y que hoy se replican (más profundas aún) a través del sello La Libertad Avanza.
Precisamente antes del partido, cuando casi treinta mil triperas y triperos se iban acomodando en las tribunas, Sturzenegger buscó ubicarse en la Platea H del estadio del bosque platense. Apenas fue reconocido por varios hinchas, el repudio comenzó a crecer y el asesor de Milei terminó bañado de insultos.
Con algo de soberbia y mucho de impotencia, Sturzenegger primero intentó “enfrentar” a quienes lo insultaban y hasta se acercaron para increparlo cara a cara. Pero luego decidió seguir subiendo las escaleras y finalmente se alojó en uno de los palcos, a resguardo del repudio que iba creciendo con el correr de los minutos.
De continuar con el plan de ajuste brutal contra las mayorías trabajadoras, es de esperar que el repudio crezca cada vez que Sturzenegger desee ir a ver al club del que es hincha. Seguramente la próxima lo pensará dos veces. Y ya hay quienes desde la hinchada mens sana están proponiendo declararlo persona no grata. Por lo pronto, el domingo Gimnasia empató sin goles contra el Pincha, pero Sturzenegger, sin dudas, perdió. |