Universidades y motosierra
La motosierra del gobierno de Milei y el achique del gasto público para complacer las exigencias del FMI tiene entre sus consecuencias el congelamiento del presupuesto que reciben las universidades públicas en todo el país a valores del 2023, obviando el salto inflacionario que supuso la devaluación de diciembre. Como advierte el propio CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) con este desfinanciamiento las universidades no tendrán cómo afrontar los “gastos comunes” que suponen los salarios, los servicios y las medidas mínimas para su funcionamiento habitual.
El superávit fiscal de enero pasado “para realizar un ajuste más fuerte del que pide el FMI” se construyó en base a profundos recortes en ítems destinados a jubilaciones, educación, programas sociales, transporte, asignaciones familiares y universidades entre otras delicias del paladar libertario. En este festival de ajustes en el que el 80% recae sobre los jubilados y los trabajadores, las universidades implican el 2,4% del recorte. En un régimen de alta inflación mensual, Carlos Greco, titular del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y rector de la UNSAM, manifestó que “tenemos un cuarto de lo que deberíamos tener, no estamos pidiendo un aumento, solo que se actualice la paritaria que se había decidido en 2022”. En los hechos esto significa que en pocos meses (¿abril?, ¿mayo?) las universidades no tendrían los recursos mínimos. Un vaciamiento similar al que sufren otras instituciones educativas, de la ciencia y de la cultura.
Ante esto, las autoridades del CIN y demás universidades nacionales han realizado pronunciamientos y declaraciones, pero no han impulsado ningún llamamiento a la comunidad universitaria a manifestarse activamente en defensa de la educación pública. En algunos casos rectores y decanos realizan autoajustes del presupuesto, recortando cursos, limitando la inscripción e incluso realizando arancelamientos parciales en carreras de grado (como, por ejemplo, en la Universidad Nacional de Tucumán o en la sede de la Facultad de Psicología de la UNLP en Chivilcoy). No hablemos ya de otorgar nuevos nombramientos docentes y no docentes, terminar con el trabajo mal llamado “ad honorem”, ampliar las becas o financiar la extensión universitaria. Mientras tanto, rectores peronistas y radicales avanzan con medidas privatizadoras y mercantilistas de la educación pública inscriptas en el marco jurídico de la Ley de Educación Superior menemista que no fue modificada por los sucesivos gobiernos, ya sea del peronismo/kirchnerismo o del radicalismo/macrismo, y que hoy se reactivan ante el ajuste de Milei.
Universidades y licuadora
El panorama de los salarios docentes en las universidades es verdaderamente crítico. Según el “Informe sobre el salario de la docencia universitaria. 2019-2023” elaborado por el Laboratorio del Salario de la Docencia Universitaria “el salario real (en el sector) cayó 4,5% desde diciembre de 2019, 11,3% desde octubre de 2019 (incluyendo el incumplimiento de la actualización automática, aceptado en el acta firmada en 2020)” y 26% desde diciembre de 2015. Asimismo, “la masa salarial perdida desde diciembre de 2019 equivale a 3,5 salarios actuales, y desde octubre de 2019 asciende a 7,5 salarios actuales” (disponible acá). Si sumamos la inflación de los últimos 3 meses el salario docente universitario lleva un retraso del 50% respecto a 2015. A lo que hay que sumar la quita del Fondo Nacional de Incentivo Docente que afecta a todos los docentes de los niveles iniciales, incluyendo a los de los colegios pre-universitarios. Por si esto fuera poco el gobierno nacional dio de baja la paritaria docente nacional y sería el CIN el encargado de negociar los salarios pero sin ninguna actualización del presupuesto. Las gremiales docentes e incluso el CIN rechazaron esto, ya que es inviable un aumento de tan solo el 6% del salario en febrero que con el 10% de diciembre suma un mísero 22%, frente a una inflación del 51,3% en el mismo periodo. Y siel salario docente de los activos no deja de caer, las jubilaciones universitarias se desploman más aún: perdieron en los últimos 6 años más del 35% del poder adquisitivo.
Universidad Y Sociedad
Como es muy obvio, la Universidad no es una isla. El conjunto de la comunidad universitaria está sufriendo el ajuste más general al que asistimos en toda la sociedad (a excepción de la “casta empresarial” que se beneficia en la crisis). En solo un mes, según el observatorio MATE, gracias a la devaluación y la liberación de precios, 1,13 billones de pesos pasaron del bolsillo de los trabajadores al de las empresas. Les estudiantes tendrán que hacer malabares para poder estudiar con los aumentos en los transportes y la enorme caída de los salarios precarios que son la norma entre la población estudiantil. A esto se agrega la ausencia de verdaderos comedores estudiantiles y la ausencia de becas integrales para evitar la deserción de la población estudiantil.
En defensa de la universidad: plan de lucha nacional activo y asambleas
Ante la ausencia de presupuesto el no inicio del ciclo lectivo en las universidades nacionales es perfectamente posible. Ante esto los rectores no van a pasar de las declaraciones y van a intentar pedirnos paciencia a los docentes, no docentes y estudiantes bajo el argumento de que el gobierno de Milei "quiere cerrar las universidades". En los hechos se oponen a las únicas medidas que sirven para defender la universidad como son los paros activos, las clases públicas, las manifestaciones masivas en las calles y la autoorganización de la comunidad universitaria.
El año pasado, bajo el gobierno de Alberto y Cristina, tanto la Conadu como la Conaduh aceptaron paritarias a la baja para no molestar al gobierno, mientras avanzaba el ajuste general para cumplir con las metas del FMI. Ahora, como refleja la carta de CFK, plantean una negociación parlamentaria (incluyendo discutir privatizaciones, reforma laboral, atacando el derecho de huelga docente). La estrategia es el regateo mientras se deja pasar el grueso de los ataques de Milei. Coherente con esto, la CGT y la CTA luego del paro del 24E se dedican a hacer la plancha sin llamar a ningún plan de lucha.
Es por eso que exigimos que las Federaciones docentes universitarias, empezando por Conadu Histórica y Conadu, que agrupan a la mayoría de los docentes del conjunto de universidades de todo el país, llamen a una Paro Activo con asambleas y manifestaciones para derrotar el ajuste de Milei.
Nosotres, como agrupación de Docentes e Investigadores de Izquierda en La Marrón estamos participando de las primeras medidas y asambleas en cada universidad en la que estamos. En las universidades de Jujuy, Tucumán, Mendoza, Córdoba, Rosario, La Plata, Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca, Comahue, Río Negro y lasdel Conurbano bonaerense, así como también participamos en la organización nacional de les becaries, de Jóvenes Científicos Precarizados y de investigadores y trabajadores del Conicet agrupados en ATE en diversas ciudades del país. Y nos ponemos a disposición también de la organización de asambleas de base para ayudar a que emerja un fuerte movimiento estudiantil en la lucha contra el ajuste actual.
Los gremios docentes universitarios tienen que realizar asambleas de base del conjunto de la docencia e impulsar Asambleas Universitarias Interclaustros en todas las universidades del país para organizar un plan de lucha nacional activo con el conjunto de la “comunidad educativa”, docentes, no docentes y estudiantes. Para imponer la triplicación del presupuesto universitario, paritarias y recomposición salarial urgente, el pago del FONID y todas las demandas necesarias para evitar el vaciamiento y la privatización de las universidades públicas nacionales y del conjunto del sistema de Ciencia y Técnica.
Mediante el paro nacional y un plan activo de asambleas, clases públicas, movilizaciones y cacerolazos en alianza con aquellos que sufren el ajuste y están saliendo a pelear como las asambleas populares y junto con ellas, con los trabajadores de Ciencia y Técnica que resisten el vaciamiento, los empleados estatales y docentes que están en lucha en defensa de la educación pública y el conjunto de los trabajadores y el pueblo. Esto implica seguir el ejemplo de quienes desde el 20 de diciembre y en las diferentes manifestaciones estuvimos en las calles enfrentando el protocolo represivo y anti-manifestaciones de Bullrich y contribuímos a la caída de la ley ómnibus. Tenemos que enfrentar la criminalización con la que pretenden aleccionar a quienes salen a luchar, defendiendo el derecho a manifestarnos. Por eso pedimos el desprocesamiento definitivo de nuestro compañero Nahuel Morandini y de Roque Villegas, que tuvieron que estar 60 días en prisión en la provincia de Jujuy producto de una persecución escandalosa, y exigimos el desprocesamiento de todos/as los procesados por luchar. |
