Ante la proposición no de ley de Podemos de cortar relaciones diplomáticas con el Estado de Israel “hasta que cese la ofensiva sobre Gaza y Cisjordania” el PSOE ha votado en contra, entre otros partidos como PP o VOX. Esa misma proposición no de ley incluía “promover la suspensión del Acuerdo de Asociación Estratégica entre la Unión Europea e Israel”, un punto en el que el PSOE ha votado abstención.
El único de los puntos que ha salido adelante es el que el PSOE e incluso el PP han votado a favor: “redoblar esfuerzos para lograr la apertura de corredores humanitarios y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza”, al que sólo se ha opuesto Vox. También votó con contra de la ruptura de relaciones el diputado de Sumar Agustín Santos Maraver (Sumar sí votó el resto de puntos). Desde Sumar lo justifican aduciendo que "es un voto que se explica por su carrera como diplomático".
El PSOE ha aceptado otros puntos menos comprometedores que sabía que no iban a salir adelante a pesar de su voto, como “el apoyo a la investigación de la Corte Penal Internacional sobre los crímenes en Gaza.” Sin embargo, es pura hipocresía que no ha aguantado en la votación esencial, mientras el acuerdo de gobierno “progresista” con Sumar y otras fuerzas sigue business as usual aunque el Estado español sea el principal vendedor de armas a Israel mientras comete un genocidio en Palestina. También, la propuesta, hecha por Podemos no pedía el fin de las relaciones con el estado colonial de Israel, sino su suspensión “hasta que cese la ofensiva sobre Gaza y Cisjordania”, a pesar de llevar más de 75 años con un régimen de ocupación y apartheid sobre suelo palestino.
Esta es una muestra de lo rápido que cae el doble discurso e hipocresía del gobierno “progresista”, que mientras hacía declaraciones apoyando la formación de un Estado palestino, vota por mantener relaciones con Israel y sigue vendiendo armas tanto a las FF.AA. como a las empresas de capital israelí, enviando tropas al Líbano para cubrir sus fronteras y avalando la operación de la UE en el Mar Rojo.
En un artículo anterior explicábamos como en noviembre de 2023, justo después de empezar a bombardear Gaza, el Estado español fue el mayor exportador de armas a Israel, siendo el 52% del total. El supuesto embargo que anunció el gobierno ni siquiera se aplicaba a los contratos previos al 7 de octubre, tanto de venta como de compra de armas.
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El apoyo estratégico del Estado español a Israel es material. En el Líbano, el Ejército español mantiene más de 600 efectivos de apoyo disponibles como soporte para la ofensiva de Netanyahu contra Hezbolá; y ha permitido que se lleve a cabo la ofensiva a Yemen desde la UE y la OTAN, para evitar las incursiones sobre los buques de marca israelí.
Pero además, el apoyo a Netanyahu y los intereses de Israel, frente a la presión internacional, busca hacerse de formas menos explícitas, para garantizar que se mantenga la apariencia de izquierdas del gobierno sin poner en riesgo los cimientos de la relación con Israel.
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Empresas armamentísticas españolas como Amber o Indra, junto con otras empresas como Telefónica, Iberia, el banco Santander, el Corte Inglés o Repsol cuentan con acuerdos, contratos o colaboraciones con empresas en Israel, las cuales llevan a cabo proyectos logísticos para el Ejército de Israel; o empresas energéticas, financiadas por los mayores bancos del país. Y mientras, más de 100 días de masacres han dejado más de 31.000 palestinos asesinados y cientos de miles de refugiados más, mientras el ejército israelí bombardea Rafah, donde viven 1,5 millones de personas.
Ante un escenario catastrófico donde el genocidio, el hambre y la destrucción son protagonistas desde hace meses en el territorio levantino, es imperante exigir la ruptura de forma inmediata de todos los vínculos y relaciones con el Estado de Israel, la retirada de forma urgente de todos los efectivos y buques del Levante, la ruptura de la participación española en el bombardeo al pueblo yemení y la salida de la OTAN y la UE, cómplices y copartícipes del genocidio en curso. No puede seguir siendo tolerado el rol colaborador del gobierno progresista del gobierno español en una masacre de semejante magnitud. | 
