¿Por qué genera tanta conversación la paternidad del exgobernador Gerardo Morales? Patriarcado, capitalismo, cuernos y otras yerbas. Columna de Cultura en El Círculo Rojo.
· El exgobernador de Jujuy Gerardo Morales defendió en los medios la persecución de Nahuel Morandini y Roque Villegas por tuitear. ¿Su argumento? Defender a su esposa e hija. “Mi hija me va a preguntar si es mi hija o no. El daño es tremendo”. En otra entrevista lloró cuando le preguntaron si se iba a hacer un ADN.
· ¿Por qué el daño es tremendo? Dejando de lado lo que pasa en una relación de pareja, que es un asunto privado, ¿hay una relación natural entre paternidad y fidelidad?
· No es necesario explicar que lo que pasó en Jujuy no tiene nada que ver con esto pero hay algo que va más allá. ¿Por qué la infidelidad, la imagen del cornudo o el gorreado es una burla tan dolorosa (particularmente) para los hombres y que más hacen los hombres?
Es el patriarcado (y la propiedad privada)
· Mucho de esto tiene que ver con el patriarcado y la propiedad privada. Y hay un libro que habla de esto, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, que escribió Federico Engels hace 140 años.
· El libro explora la relación entre formas de producción y organización familiar primitivas y reflexiona sobre la opresión de las mujeres. Dialogaba con otros textos de esa época que sostenían que la opresión era una constante en la historia.
· Engels propone otra cosa. Dice que la subordinación de las mujeres surge en un momento determinado: el mismo momento en que surge la propiedad privada como institución social. Sostiene que previamente habían existido incluso sociedades igualitarias y hasta matrilineales (en las que la madre era la jefa de la familia).
· La monogamia (vínculo sexual exclusivo) es clave para garantizar que los hijos son del hombre (propietario). Engels explica: “para asegurar la fidelidad de la mujer y, por consiguiente, la paternidad de los hijos, aquélla es entregada sin reservas al poder del hombre”.
· Y agrega que la familia monogámica fue “la gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo”, que “la mujer se vio degradada, convertida en la servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de reproducción”.
· Su premisa era que el factor decisivo en la historia es la producción y la reproducción de la vida. Por un lado está “la producción de medios de existencia (alimento, ropa, vivienda) y de los instrumentos para producir todo eso” y por otro, “la producción del hombre mismo, la continuación de la especie”.
· Por eso traza una relación entre propiedad privada, división de la sociedad en clases e instituciones como la familia. Con el matrimonio y sobre todo con la monogamia (obligatoria para las mujeres, para los hombres es tema para otra columna) se asegura la riqueza acumulada. Como resultado, la mujer y los hijos se convierten en “propiedad privada del hombre”.
· Todo lo que está alrededor sale del mismo lugar y moldea la mayoría de las relaciones en la sociedad. Las mujeres pertenecen a la familia, lo doméstico, lo privado (reproducción) y los hombres al trabajo y lo público (producción), así hasta el infinito. Como todo fenómeno social, no tiene nada de natural.
· Las observaciones de Engels siempre fueron materia de debate y avivaron muchas discusiones. Incluso hay preguntas con respuesta abierta, sobre todo porque los fenómenos en el capitalismo, cambian, se mezclan y se complejizan.
· Lo que sigue siendo interesante es la propuesta de pensar cómo se relacionan capitalismo y patriarcado, vital para pensar cómo luchar contra esa alianza que moldea nuestra vida todos los días y que no hay nada natural en esto.
· Me interesa sobre todo una idea que recorre el libro de Federico Engels y resume muy bien Ariane Díaz en un artículo del semanario Ideas de Izquierda (una especie de El origen de la familia… para principiantes): “como todo proceso social, surgido históricamente, también el patriarcado puede ser abolido”.
· Varios años antes, cuando era un cronista exiliado en Bélgica, Karl Marx decía que se les reconocía a los maridos el derecho de propiedad sobre sus esposas para encerrarlas y que usaban con ellas los mismos candados con que el avaro atesoraba sus riquezas en el cofre, porque la mujer es parte de su inventario.
· Muchas conversaciones que parecen banales o frívolas pueden ser la excusa para otras reflexiones.