La labor de la minería en Coahuila es uno de los ejes más importantes no solo para la entidad, también para todo México, ya que la zona carbonífera coahuilense es clave para el sector energético de todo el país. Sin embargo, la actividad minera está manchada por la sangre y las vidas perdidas de miles de trabajadores.
Históricamente ahí se han registrado muertes a causa de la negligencia de las compañías mineras y su complicidad con los gobiernos, autoridades laborales y sindicatos, que permanentemente niegan la seguridad, integridad y salarios dignos para los mineros y sus familias.
Uno de los homicidios industriales que más ha conmocionado a todo el país fue el suceso del 19 de febrero del 2006, cuando 63 mineros quedaron atrapados tras el derrumbe de la mina, que desde el año 2000 tenía denuncia por malas condiciones de seguridad. Han pasado 18 años del siniestro en la mina 8 de Pasta de Conchos, concesionada para la explotación de carbón a la compañía Industrial Minera México S. A. (IMMSA) y a Grupo México, propiedad del magnate Germán Larrea, quienes continúan impunes por sus crímenes contra trabajadores y sin resarcir el daño a las familias afectadas.
Las labores de rescate continúan desde entonces, pero aún están lejos de concluir. Por su parte, la CFE declara que hay un avance del 80% y se encuentran cerca de los cañones de la mina siniestrada. Durante los proximos meses comenzará la tercera etapa y se seguirá perforando los cañones de la mina, para la búsqueda y recuperación de los cuerpos de los mineros.
Sigue la incertidumbre, sobre todo para las familias de los trabajadores que, en respuesta a las injusticias de la patronal y poca efectividad gubernamental, conformaron la organización “Familia Pasta de Conchos”, denunciando los peligros de la minería en Coahuila y en todo el país.
Mientras las vidas se apagan, las ganancias aumentan
Los atrasos duraron más de un año. Durante octubre del 2020, los responsables de las actividades de búsqueda señalaban que la reactivación de los operativos comenzaría en abril del 2022, con los compromisos de la CFE prometiendo desplegar rampas, lumbreras y el acercamiento a los cañones. Pero tal promesa no se ha cumplido, pese a las declaraciones del gobierno federal y de CFE, deslindando a la compañía minera responsable del siniestro.
Para la industria minera es más importante mantener los niveles de producción, ya que el área de explotación es de 250.4 hectáreas y la cantidad de extracción por año en Pasta de Conchos era de 500 mil toneladas métricas de carbón de coque. Para asegurar este nivel de producción, la empresa contaba con 487 trabajadores de los cuales 160 eran sindicalizados, mientras que 282 no contaba con esa garantía y había otros 45 empleados de confianza, que trabajaban sin sus derechos más básicos; incluso aquellos que estaban sindicalizados percibían un sueldo diario de $126 tabulados en el IMSS, mientras que los no sindicalizados, recibían $83 y los empleados de confianza recibían un salario promedio de $135.
Con estos bajos salarios y los riesgos de seguridad constantes, la producción de IMMSA obtuvo una utilidad neta, en 2005, de 16 mil 500 millones de pesos. Si comparamos estos ingresos con la inversión de los gobiernos en el rescate que se está llevando a cabo, sólo el 8% se destina para recuperar los cuerpos de los mineros, y alrededor de mil 300 millones de pesos para equipo y obras a la comunidad.
Mientras el capital de la empresa sigue incrementando sus utilidades, los mineros del carbón obtienen un salario miserable, arriesgando su propia vida todos los días.
Justicia y dignidad por los que ya no están
La explotación del carbón pone en evidencia los profundos problemas estructurales de la minería en México, la situación de crisis ambiental, sanitaria y del agua debido a los métodos nocivos y extractivistas que son utilizados para la explotación de minerales, precarios salarios para los obreros y miles de familias, pese a estar en uno de los estados más ricos del país.
La impunidad ante los homocidios industriales por parte de empresas mineras en Coahuila, propicia que miles de trabajadores y trabajadoras laboren sin goce de vacaciones pagadas, aguinaldos o finiquitos, y la precarización y falta de derechos tienen a los mineros del carbón sumergidos en la miseria y explotación.
Desde la Izquierda Diario México, las y los socialistas revolucionarios nos sumamos a la exigencia de justicia de las viudas y familiares de Pasta de Conchos, que siguen luchando desde hace 18 años contra la impunidad para Germán Larrea y Grupo México. Reiteramos nuestro apoyo y seguimos abriendo nuestras páginas para su lucha, para recibir sus denuncias, de las y los trabajadores de la minería y sus exigencias de seguridad, integridad, dignidad laboral, así como justicia por los que ya no están.
¡Ni perdón ni olvido, Larrea es el asesino!
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