Luego de la crisis con los gobernadores patagónicos y el anuncio del "Pacto de Mayo", este viernes mandatarios de todas las provincias fueron a la reunión que convocó el Gobierno. Pasadas las 15 horas comenzó el encuentro en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada con asistencia perfecta sumando a gobernadores y vicegobernadores.
Axel Kicillof fue uno de los primeros en llegar, dejando atrás sus palabras de este lunes en la apertura de sesiones bonaerense, cuando sentenció: "Arranquen nomás si no llegamos". Los patagónicos que protagonizaron la novela del verano también se hicieron presentes, contando así a Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Sergio Ziliotto (La Pampa).
Además de ellos, participaron Jorge Macri (jefe de Gobierno de CABA), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Sáenz (Salta), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Gustavo Valdés (Corrientes), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Hugo Passalacqua (Misiones), Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis). La ausencia más visible fue la de Maximiliano Pullaro (Santa Fe), quien atraviesa una fuerte crisis autogenerada en su provincia y envió a su vice Gisela Scaglia como reemplazo. Teresa Madera (vicegobernadora de La Rioja), Hebe Casado (vice de Mendoza) y Eber Solís (vice de Formosa) completaron la lista de asistencias.
Una casta que ajusta de espaldas al pueblo e intercambia fondos por gobernabilidad
El ministro Guillermo Francos aseguró que la reunión fue "cordial y positiva". El comunicado publicado por el Gobierno asegura que "se expresó un consenso mayoritario sobre los principales puntos de la ’Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos’" y que "se acordó seguir trabajando en una mesa política y económica para avanzar con su aprobación".
Todas las versiones indican que el eje central del encuentro, que duró más de tres horas, estuvo en buscar los mecanismos para la aprobación de esta nueva versión de la frustrada ley ómnibus. A cambio del apoyo político, el Gobierno se comprometió a acordar un paquete de fondos para las provincias que se alineen. Es decir, un toma y daca en donde canjean recursos por votos mientras sostienen un acuerdo de fondo: el ajuste es lo único que no se negocia, ni en Nación ni en las provincias.
"El balance es positivo. Fue la primera reunión de trabajo serio, estuvimos reunidos aproximadamente tres horas con una mirada de lo que es la Ley Ómnibus, un repaso de los temas que generaban consenso. Los temas que más resistencia tenían no están en discusión" aseguró Ignacio Torres, el gobernador chubutense que hace dos semanas era excesivamente elogiado como el referente de una "rebelión federal" que nunca llegó. "Celebro la vocación de diálogo y que sea el principio de una mesa de trabajo", remarcó el joven referente del PRO.
Por su parte, Frigerio señaló que "esta nueva Ley Bases es un camino que hay que transcurrir. Después habrá que discutir qué cosas necesitará la Nación y las provincias para seguir sus aspiraciones".
Según la información que trascendió, las negociaciones entre las partes continuarán en los próximos días en dos comisiones: una encabezada por Luis "Toto" Caputo y su equipo y la otra por el ministro Francos. Un camino hacia el famoso "Pacto de Mayo" que busca firmar el gobierno en Córdoba, durante el 214 aniversario de la Revolución de Mayo de 1810.
Más allá de declaraciones para la tribuna, el Gobierno gana tiempo gracias al enorme favor del PRO, la UCR y el peronismo mientras el mega DNU de Milei se mantiene intacto. Un tiempo valioso que coincide con la "estrategia" de los dirigentes de la CGT, que amagan con anunciar un nuevo paro mientras dejan correr los efectos del ajuste y las terribles consecuencias del decreto.
Pero a su vez, también logra establecer una vía de negociación con todos los gobernadores de espaldas a la enorme mayoría de la población, que está sufriendo las consecuencias de un ataque brutal y que tiene a los jubilados y las jubiladas como principales afectadas por la motosierra y la licuadora.
La imagen de la cumbre, con los representantes provinciales encerrados en la Rosada mientras miles de mujeres se movilizaban por sus derechos y contra el ajuste, es un símbolo de lo alejados que se encuentran de las necesidades y las preocupaciones populares. Como señaló la diputada Myriam Bregman en la Plaza de los Dos Congresos: "Mientras los gobernadores negocian en la Rosada, las mujeres estamos en la plaza".
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