Las lluvias comenzaron durante la madrugada de este martes. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció la situación de alertas de nivel amarillo y naranja en distintos puntos de ese territorio. En La zona Oeste del Conurbano, decenas de barrios quedaron anegados, calles bajo agua y en ellas autos estacionados. Son varias las empresa de colectivos que suspendieron sus servicios, entre ellas la 216 de Morón y La cabaña que recorre La Matanza. Recorren zonas que son intransitables por el agua que se mete dentro de las casas.
Entre tanta bronca e indignación, Jesica, una de las vecinas que participa de la asamblea de Merlo se pregunta con razón: "¿Cómo puede ser que sigan pasando los años y aún sigan así?" - y se responde - "Qué contradicción que en los barrios, muchos son obreros de la construcción y no puedan tener un barrio con las cosas básicas. Por eso me imagino si les dieran la posibilidad de poder manejar esas obras públicas necesarias, mucho podrían hacerse cargo, porque son los que mejor conocen su lugar y sus necesidades".
Es que los gobiernos pasan, la plata se la fugan los millonarios y la falta de obras sigue siendo una constante. El plan de ajuste que profundiza Milei con el DNU y su recorte a toda la obra pública, siguiendo a rajatabla lo que dicta el FMI profundiza las consecuencias de la falta de inversión.
Las "obras terminadas" que anuncian en las campañas, siguen esperando para resolver los verdadres problemas de infraestructura que sufren las y los trabajadores. El gobierno de Axel Kicillof, ya en su segundo mandato, y con décadas del peronismo en el poder, es también responsables de que con cada gran tormenta, la provincia se transforme en un desastre bajo el agua. Un problema que Milei no resuleve sino que vino a agravar.
No es un problema de la naturaleza, atacada constantemente por la irracionalidad capitalista, los desmontes y demás ataques a nuestro planeta: es la falta de planes de obra pública y vivienda necesarios para la población, pero que no son prioridad para los gobiernos.
Las asambleas populares que se organizan en cada barrio, junto a trabajadores y vecinos muestran su solidaridad realizando colectas para los damnificados por las inundaciones. Eso es el inicio, y es necesario y urgente que se destine mayor presupuesto para obras hidráulicas, planes de urbanización y viviendas, pero controlado por trabajadores y vecinos junto a organizaciones de la sociedad civil. Es fundamental porque no se puede seguir confiando en los empresarios y sus políticos que nos llevaron a esta situación.
Trabajadores y vecinos de distintas asambleas barriales de la Zona Oeste comenzaron a organizar la solidaridad con las zonas más afectadas.
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