Javier Milei y el ministro Luis Caputto quieren dejar a 70 mil familias estatales en la calle y privatizar empresas, como Aerolíneas Argentinas o el Banco Nación. Este es el contenido de la reforma del Estado.
El gobierno ajusta a todos, menos a la casta. El reciente aumento para los altos funcionarios, incluida la dieta presidencial, fue un escándalo que golpeó a Javier Milei, quien intentó desentenderse de su propia firma, dar marcha atrás con su propio aumento y despedir a dos funcionarios relacionados a la “transformación del Estado”.
A partir del 26 de marzo, el Ejecutivo dio la orden de iniciar despidos en la Administración Pública Nacional. Según los gremios y autoridades de los organismos, busca recortar un 30% de los trabajadores y trabajadoras, apoyado en las formas precarias de contratación que dejaron las anteriores gestiones, como el monotributo o resolución 48. En una nota de El Destape Web afirman que ¡hasta circula un instructivo del gobierno para despedir estatales! “Deben incluir a todos (jubilables, pases, licencias, plantas permanentes, todo aunque duden de la posibilidad de ejecución)”, diría dicho texto.
Los trabajadores sabemos que no sobra nadie; desde la Agrupación Marrón Clasista decimos: ¡Familias en la calle nunca más! Ni un despido. Si tocan a uno, nos tocan a todos. No somos casta, somos trabajadores y trabajadoras.
Necesitamos fortalecer la organización por abajo, en cada lugar de laburo, sin diferenciarnos por las formas de contratación, la antigüedad, ni afiliación gremial. Son necesarias asambleas comunes para exigir plan de lucha unificado de ATE y UPCN. Y avanzar en coordinar las luchas, como se empieza a plantear desde Aerolíneas Argentinas - GPS, en el INCAA junto a Unidos por la Cultura, CONICET y otros sectores en lucha.
Aunque Milei bravuconée con motosierra o guadaña, su gobierno es mucho más débil de lo que intenta aparentar. Fracasó la Ley Ómnibus, que quiso darle poderes autoritarios al presidente para aplicar su plan al servicio del FMI y de las grandes empresas. Y ahora, tras ser rechazado en el Senado, peligra el mega DNU, que ataca derechos laborales y abre la puerta al cierre de Telam y a las privatizaciones. ¡Hay que tirarlo abajo! Fuerzas hay: las mujeres y la diversidad lo mostraron el 8M, y también la lucha de distintos sectores de trabajadores, las asambleas barriales y la juventud que organizó los molinetazos.
Tras este primer fracaso el gobierno de Milei busca negociar su plan con los gobernadores, que ya aplican un ajuste en sus provincias. El Pacto de Mayo es para transar privatizaciones, despidos, más ajuste y entrega de derechos. Hace días, los líderes de la CGT, Rodolfo Daer (Sanidad) y Andrés Rodríguez (UCPN) dijeron ante el empresariado yanqui que quieren ser parte de esa mesa, y transar derechos en una reforma laboral consensuada. ¡No podemos permitir ni un margen para que negocien nuestros derechos y nuestros puestos de trabajo! El Pacto de Mayo es un acuerdo contra los trabajadores y el pueblo.
¿Cómo hacemos para ponernos en pie de lucha y encarar una pelea a la altura de la guerra que nos declararon? ¿Qué rol están jugando las organizaciones sindicales y políticas que influyen y tienen responsabilidad de dirección sobre los miles que están siendo atacados? ¿Solo resta esperar a que “la gente se canse de Milei” o se imponen otras tareas?
Lamentablemente, el rol de los dirigentes de los nuestros sindicatos le facilita al Gobierno avanzar en la reforma del Estado.
UPCN ha venido negándose a organizar cualquier tipo de resistencia y buscando negociar a espaldas de los trabajadores. Precisamente la queja de Andrés Rodríguez ante la Cámara de comercio norteamericana, fue no tener interlocutores en el Gobierno para negociar los despidos. Éste martes, UPCN está convocando a asambleas y reuniones de afiliados en algunas reparticiones, para advertir sobre los despidos y el achique del Estado.
ATE, por su lado, mantiene una línea impotente, con respuestas parciales y sin preparar un plan de lucha a la altura del ataque. Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE Nacional afirma que Argentina camina hacia “un cambio de régimen” de características semifascistas de la mano de Milei, sin embargo, ante tamaña predicción tiene la política de “presionar a los gobernadores” para que no negocien el Pacto de Mayo; y no apuesta a desplegar toda la fuerza de los trabajadores y trabajadoras, con medidas de lucha contundentes.
El sector de ATE Capital, conducido por el kirchnerista Daniel Catalano, a su vez es parte de una política que ha definido esperar que el pueblo haga la experiencia con el gobierno de Milei. A pesar de su discurso más petardista, en la acción no han hecho más que movilizaciones testimoniales sin ninguna orientación distinta a la de la Consejo Directivo Nacional (CND), que tampoco responde a la altura del ataques.
Pero entre los trabajadores y trabajadoras, hay disposición a resistir y fuerzas para luchar. Se demostró: en la movilización a Tribunales contra el mega DNU, en el paro del 24 de enero, en las movilizaciones y cacerolazos de las asambleas barriales, el 8M, en las acciones frente a la primera ola de despidos o en las asambleas en las distintas reparticiones públicas.
Son los dirigentes los que no muestran una política clara y una decisión de enfrentar al gobierno para derrotarlo.
Por una gran asamblea de estatales, afiliados y no afiliados
Es necesario unir todas las fuerzas y sectores que vienen ganando las calles (a pesar del protocolo de Patricia Bullrich), como parte de una resistencia más grande a las políticas de la ultraderecha en el poder. Los estatales no podemos luchar solos, ni por separado: la coordinación estos sectores es una tarea de primer orden.
Para avanzar hacia esta unidad, desde la Agrupación Marrón Clasista, proponemos convocar a una gran asamblea de estatales, encuentro o plenario con mandatos de base. Para unirnos entre los distintas reparticiones estatales que ya están en la lucha, como el INCAA junto a Unidos x la Cultura, los aeronáuticos tercerizados de GPS-Aerolíneas Argentinas, que resisten los despidos y la privatización, los trabajadores del TELAM y el SIPREBA que resisten el cierre. Junto a las asambleas barriales, el movimiento de mujeres y diversidad, los centros de estudiantes que organizan los molinetazos, los trabajadores del Subte que participan junto a ellos, entre otros.
Las asambleas convocadas esta semana en las reparticiones y ministerios como INDEC, Secretaría de Trabajo, Economía, etc, tienen la posibilidad de votar la coordinación, junto a la exigencia a nuestros sindicatos de asambleas comunes y plan de lucha unficado de todos los sindicatos del ámbito estatal.
Ante el primer despido o imposición de jubilación, hay que parar y hacer movilización con corte de calle, convocando también a la solidaridad de las asambleas barriales y demás sectores en lucha. ¡Ni una trabajadora, ni trabajador menos!
Si unimos todas estas fuerzas y nos coordinamos podemos no solo exigir, sino imponer a las conducciones de ATE y UPCN el plan de lucha y paro general estatal para revertir los despidos. Y también, exigir a las centrales sindicales, CGT y las CTA, la convocatoria de un nuevo paro general y de un plan de lucha para derrotar el DNU, el plan motosierra y el Pacto de Mayo en las calles. Este ultimo planteo será parte de las consignas con las que movilicemos el próximo 24M junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia (EMVyJ).
Desde la Agrupación Marrón Clasista convocamos a los compañeros y compañeras, luchadores y luchadoras, activistas, a todo aquel que quiera pelear por unir la fuerza de la clase trabajadora y el pueblo, a dar juntos esta pelea. | 
