Se trata de Armando Guibert, un funcionario cercano al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, señalado como uno de los responsables por el aumento millonario del sueldo del Presidente y sus ministros. Revolean funcionarios para negar que el aumento, luego retirado, llevaba la firma del propio Presidente. |
El nombre Armando Guibert había sonado fuerte como uno de los responsables de llevar adelante la negociación que finalmente desembocó en el aumento del 48 % del sueldo de Javier Milei y sus ministros. El funcionario, cercano a Federico Sturzzeneger y que respondía directamente al Jefe de Gabinete Nicolás Posse, se mantiene sin embargo como uno de los directores del Banco Nación.
La salida de este personaje, con un importante rol en las privatizaciones del menemismo, de la secretaría de Transformación del Estado y Función Pública, sigue a la de Omar Yasin, ex secretario de Trabajo, y a quien también se buscó responsabilizar por el aumento de sueldo del Presidente. Aunque el renunciado dirigió su carta dejando su puesto alegando “motivos estrictamente personales”, se trata de distintas maniobras del ejecutivo para intentar despejar la clara responsabilidad del Presidente en su propio aumento de sueldo, decisión que llevaba su propia firma.
Es que en medio de un ajuste histórico, licuadora y motosierra mediante, que viene aniquilando los ingresos de las grandes mayorías trabajadoras del país, la noticia del aumento de sueldo de Milei, que pasaba a cobrar más de seis millones de pesos al mes desató una fuerte crisis en el relato libertario. Aunque luego retrotrajo el aumento (para seguir cobrando nada menos que cuatro millones de pesos), la crisis choca de frente con un discurso que repite que “no hay plata” y la necesidad de achicar los gastos. Mientras no llega alimento a los comedores populares, crecen los despidos, se pone un tope a las paritarias y la inflación sigue disparada, el aumento millonario del Presidente se trató de una fuerte provocación para millones. Atrás de los insultos a la casta aparece un Presidente lleno de privilegios dedicado a ajustar a millones para el beneficio de las grandes patronales y con un sueldo que, aun sin el aumento equivale a nada menos que 20 salarios mínimos.
La salida de Guibert es un capítulo más en la crisis del gobierno libertario luego de que la semana pasada fuera rechazado el DNU en el Senado, la crisis abierta con la vicepresidenta, en el marco de una situación social cada vez más explosiva. |