Este pasado martes la Compañía Siderúrgica Huachipato anuncio la suspensión indefinida de sus operaciones siderúrgicas en Talcahuano. La decisión llegó un día después de que la Comisión Antidistorsiones, asegurara que ante la "evidencia de dumping”, recomendara aplicar aranceles a la importación de barras y bolas de acero chinas, una aplicación de sobretasas arancelarias con un promedio de 15,3%, pero que para la industria no era suficiente, que solicitaba aranceles mínimos de 25% a las importaciones de barras y bolas de molienda, en un mercado donde el precio del acero chino según advierten esta a un 40% inferior a su valor normal.

Es que la crisis inmobiliaria china, para una potencia que hacia aparecer mega ciudades de la nada, tiene a su acero, vital para la construcción, inundando los mercados mundiales con precios bajos, ya que su consumo interno de acero ya no logra absorber lo que antes necesitaba, una producción que es cerca del 55% del acero mundial, y con exportaciones que se estiman este año superen las 90 millones de toneladas, para hacernos una idea, Huachipato produce al año un millón de toneladas.

Entre el gobierno y los empresarios se tiran la pelota, el gobierno les dice mediante el ministro de economía Grau, que "buscaran una salida distinta" para que la empresa siga funcionando, mientras que la industria apela al dumping, un término que aunque formalmente busca solucionar las distorsiones del mercado arancelando productos, solo termina de dar cuenta del poder político de las distintas economías para poner sus mercancías en tal o cual mercado. De hecho de eso se tratan los Tratados de Libre Comercio.

Esto que pasa hoy en Chile, es una realidad de todo el mundo, pero que acá en Chile tiene un tinte especial por el nivel de apertura de la economía, donde el neoliberalismo, como en pocos países más, esta mucho menos presto a defender la industria nacional, incluso para un gobierno progresista como el que tenemos, le tiembla la mano para dar una protección a la industria.

Son cerca de 2700 las y los trabajadores que hoy se encuentran en vilo, con una dirección sindical que más apuesta por moverse por arriba entre mesas de negociación con la patronal, como con el mismo gobierno, antes de apostar por una política independiente desde lxs trabajadores, ofrecer una solución propia. Una empresa estratégica por donde se le mira, en especial por sus vínculos con la minería.